3. Marcas

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Izuku se sentía realmente agradecido porque por primera vez en mucho tiempo no fue tratado como un estorbo, y el hecho de que estuviera ahí con su Alfa le daba la tranquilidad que no había sentido desde que perdió a sus padres.

-Katsuki, ayuda a Izuku a asearse y cuando estén listos bajen, la celebración no ha terminado y hay que dar el aviso de que encontraste a tu omega, le pediré a Tamaki o Hitoshi que le traigan ropa limpia para la ocasión – comentó Mitsuki antes de salir de la habitación.

Katsuki obedeció y fue al cuarto de baño para preparar la enorme bañera que tenía

-La bañera ya esta lista, amor

Izuku levanto la mirada con un poco de pena, pero adoraba ver las facciones y la mirada de su Alfa

-Yo... yo puedo asearme solo – le dijo tímidamente

El cenizo negó – Por fin te he encontrado mi omega, te tratare con el amor y respeto que te mereces así que déjame ayudarte

Katsuki se acercó a Izuku pero este retrocedió con temor no quería que su Alfa viera el estado de su piel, llena de los constantes golpes de Takeshi, que tal vez no eran lugares visibles pero sabía que algunas marcas eran horribles y eso podía desagradarle al Alfa, pues constantemente Takeshi le decía que era la única forma de evitar que alguien se fijara en él.

El Alfa se sorprendió por la reacción de Izuku, sabía que no la había pasado bien y prueba de ello era el cardenal que estaba formándose en su mejilla. Se acerco con cautela dejando salir su aroma para tranquilizar a su omega.

Izuku se comenzó a relajar con ese delicioso aroma a una fogata en una noche de invierno y madera recién cortada.

-Traquilo mi omega, nadie te hará daño, ¿Por qué reaccionas así?

-Yo... – Los ojos de Izuku comenzaban a cristalizarse por las lágrimas que no lograba contener – Yo estoy lleno de marcas que te van a desagradar mi piel está llena de cicatrices – Sollozó

- No te preocupes por eso, mi amado. Las marcas en tu piel no cambiarán mi opinión sobre ti. Eres mi omega, te amo y siempre te amare tal y como eres - respondió Katsuki con dulzura mientras con sus manos limpiaba las lágrimas que corrían en sus mejillas.

Izuku con la confianza que le dio su alfa y aun con algo de pena lentamente, se despojó de la ropa que llevaba, revelando las marcas y cicatrices que cubrían parte de su tórax y espalda, Katsuki observó en silencio, su rostro estaba inexpresivo.

- Todas estas marcas... - murmuró Katsuki con una mezcla de ira y dolor en su voz – ¿Fueron por ese bastardo de Kirishima? – pregunto controlando su voz y evitando que su aroma delatara lo molesto que estaba.

Izuku bajo la mirada, sus orejas estaban gachas y su cola no se movía – La mayoría si fueron por él

Katsuki hervía en coraje en ese momento, enterarse que ese bastardo había lastimado a Izuku de esa forma lo hacía querer hacer que pagara, pero no era el momento, tenía que procurar a su omega en ese momento.

-Mi hermoso omega, esas marcas, esas cicatrices son muestra de lo fuerte que has sido durante todos estos años, nadie nunca más te pondrá un dedo encima de eso me encargo yo, te mereces solo amor y felicidad Izuku y yo estoy dispuesto a dártela.

Las palabras de Katsuki derretían el corazón de Izuku quien se sentía realmente protegido y seguro, tenía la plena confianza de que así era, el omega se sentía feliz de a fin estar en el lugar correcto.

Comenzó a mover su cola sin darse cuenta de un lado a otro haciendo alusión a lo feliz que se sentía en ese momento, su aroma manzana canela comenzó a salir también

Katsuki gruño en respuesta, pero no molesto si no disfrutando de ese delicioso aroma que lo hacía salivar, abrazo a su amado quien correspondió el abrazo, el cenizo quería tomarlo en ese momento y vaya que estaba usando todo su autocontrol para no hacerlo.

-Vamos, hay que limpiarte la suciedad y esas heridas que apenas comienzan a cicatrizar, se te pueden infectar.

Izuku asintió y se dejó guiar por su Alfa a la bañera donde le ayudo a entrar con cuidado, el agua caliente ayudo al omega a relajarse, no había notado lo tenso que estaba hasta ese momento, Katsuki lavo suavemente la piel de Izuku, limpiando cada marca que aún no sanaba del todo.

Luego del baño el Alfa ayudo a su omega con la ropa que le habían traído, era un bonito conjunto en colores rojos y negros, con los símbolos de la manada, finalmente cuando estuvieron listos salieron de la habitación para regresar a la celebración en el centro de la manada.

Katsuki sintió los nervios de su omega, quien caminaba con la cabeza baja unos pasos atrás de él

-¿Pasa algo, amor? -preguntó con suavidad al tiempo que se detenía y esperar a su omega.

- Es solo que... nunca he estado en una celebración antes, siempre me dejaban afuera, así que no estoy seguro de cómo comportarme. – respondió mientras jugaba con la punta de su cola que la tenía agarrada con su mano para evitar que se delatara lo nervioso que estaba.

-No te preocupes, solo sonríe, se tú mismo aquí ya no hay ataduras o absurdas reglas para ti, además yo estaré contigo todo el tiempo.

Entraron juntos a la celebración, Izuku un tanto abrumado abrazo uno de los brazos de su Alfa y no se despegó de él, por su parte a Katsuki se le hizo un gesto tierno, cuando llegaron con los padres de este. Sonrieron para recibirlos.

-Te ves precioso Izuku – alago Mitsuki viendo al omega que se veía un poco nervioso

-Gracias – comentó tímidamente.

Tal y como dijo Katsuki, el Alfa no se había separado de su omega y lo presumía a todos lados por donde pasaba, llego el momento en que la líder de la manada anuncio a todos los presentes que su futuro líder de la manada había encontrado a su omega destinado.

Algunos omegas casaderos no les agrado la idea de que Katsuki ya no estaba disponible pero aun así felicitaron a la pareja y futuros lideres de la manada.

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Takeshi llegaba a su manada con su esposa e hijo, su aroma delataba el mal genio que tenía en ese momento, estaba muy molesto por lo sucedido, si no hubiera llevado a ese omega sus planes no se hubieran venido abajo.

Pues iba a proponerle a los Bakugo un contrato de compromiso entre ambos para así poder casar a Eijiro con Katsuki asegurar el poder que tanto había buscado.

Pero su hijo complico las cosas cuando le dijo que le dijera la verdad sobre Izuku, realmente estaba molesto. Bajo de la carrosa y arrastro a Eijiro quien se quejó de dolor, su padre nunca lo había tratado así.

-Eres una basura – grito al tiempo que lanzaba a Eijiro dentro de la habitación de este – si no hubieras abierto tu boca las cosas no hubieran salido así de mal, ¿sabes lo que has hecho?

-Lo siento padre – murmuro Eijiro desde el suelo intentando evitar el contacto visual con su padre que en ese momento estaba fuera de si

- Tu disculpa no sirve para nada. Tendré que idear un nuevo plan para asegurar nuestro lugar en la manada Bakugo – su padre estaba tan molesto que su aroma estaba causando estragos en su hijo, que comenzó a temblar por el miedo

-Estarás confinado a tu habitación hasta que aprendas donde debe estar tu lealtad omega inútil – Takeshi había tomado unas cadenas que le coloco en uno de los pies de su hijo y la otra parte lo ato a uno de los doseles de la cama y salió de la habitación.

El ultimo lobo blanco (Bakudeku)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora