El ultimo lobo blanco (Bakudeku)

9. Verdades

La mañana por fin llego, Denki, salió a cazar y Shinso y Shoto lo acompañaron por solicitud de su líder.

-Buenos días – saludo Eri saliendo de su habitación - ¿durmieron aquí?

-Zuzu no se sentía cómodo así que terminamos aquí – respondió Katsuki acariciando el sedoso cabello de su omega

-Ya veo – respondió mientras comenzaba a sacar cosas para el desayuno – Fueron demasiadas cosas que procesar para él, es normal que se sienta cansado.

-Lo sé, pero estará bien – contesto Katsuki acariciando el rostro del peliverde.

Denki había regresado, se acercó a Eri con las presas que consiguió para ayudarle a preparar el desayuno, Izuku despertó un tiempo después cuando el delicioso aroma de la comida llego a sus fosas nasales.

-Buenos días, mi amor, ¿descansaste?

-Kacchan, si descanse – respondió incorporándose para observar que estaba en la sala y no en la habitación - ¿Cómo llegue aquí?

-¿No lo recuerdas? – pregunto sonriendo – Estaba platicando con el pikachu y tu saliste de la habitación, te me pegaste como koala y nos quedamos aquí

-No recuerdo mucho - murmuró Izuku, frotándose los ojos con sueño.

-No te preocupes, amor, es normal - consoló Katsuki, acariciando suavemente la mejilla de Izuku.

-Buenos dias, chicos, desayunemos – hablo Eri terminando de alistar la mesa.

Durante el desayuno, Kota y Eri estuvieron contando anécdotas de las cosas que hicieron hacer sufrir a Denki, buscaban aligerar el ambiente. Una vez todos listos comenzaron a planear lo siguiente que harían

-Nosotros tenemos que volver a la manada – hablo Katsuki quien abrazaba a Izuku en ese momento.

-Kacchan, ¿pueden venir ellos con nosotros?

-Yo no tengo problema que ellos se unan a la manada, pero ¿ellos querrán?

Denki intercambio miradas con Eri y Kota antes de hablar

-Si nos aceptan nos uniremos a tu manada, pero deben prometerme la protección y que no habrá discriminación para mis hermanos.

-Lo prometo – aseguró Katsuki – ustedes son bienvenidos y nuestra manada trata a sus miembros como iguales y los omegas son venerados y protegidos por todos los nuestros.

Unas horas después que empacaron sus cosas caminaron de regreso a la manada, Izuku iba muy pegado a Katsuki por alguna razón sentía la necesidad de no separarse y eso no le molestaba en lo más mínimo, le encantaba tener a su amado cerca.

Cuando llegaron a la manada los lideres salieron para recibirlo

-Katsuki, ¿Dónde te metiste? – hablo Mitsuki – Estábamos muy preocupados por ti y por Izuku

-Vieja no tienes de que preocuparte, se cuidarme solo – respondió molesto y recibió un golpe de parte de su madre – que tu sepas cuidarte solo no quiere decir que no expongas a tu omega al peligro – lo reprendió

Estaba a punto de decir algo más cuando vio a los guardas con otras tres personas, - ¿Quiénes son ellos? – pregunto confundida

-Ellos son Denki Kaminari, Eri Aizawa y Kota Izumi – los presentó Izuku – líder Bakugo, ¿pueden quedarse? Ellos son los últimos miembros de mi manada, los encontramos anoche.

-¿Miembros de tu manda Izuku? – pregunto sorprendido Masaru

-Si, dimos con ellos por casualidad, por favor permiten que se queden son mi única familia – suplico el peliverde