El ultimo lobo blanco (Bakudeku)

10. Kai Chizaki

Las palabras de su madre hicieron eco en el interior de Eijiro, ahora desconocía totalmente a sus padres, por un lado, su padre lo había vendido, pero aún no sabía por qué o para que, y por otro lado su madre quien siempre supo del abuso que sufría Izuku y nunca hizo nada simplemente por el hecho de que no era su hijo.

Sintió su corazón romperse, tampoco entendía por qué Izuku nunca dijo nada o si estaba siendo amenazado por su padre, de algo estaba seguro, necesitaba salir de ahí, escapar antes de que volvieran a abusar de él.

No le contesto a su madre y solo comenzó a llorar, lloraba por la impotencia de enterarse de lo que Izuku vivió, pero estaba feliz de que ya no estuviera con ellos y tuviera un alfa que se notó le importaba y lo protegería.

Pero también lloraba por la traición de su padre, ahora se daba cuenta que solo buscaba poder, él siempre hablaba de que quería que Eijiro se casara con un alfa poderoso y ese siempre fue el hijo de los Bakugo.

No negará el Alfa le pareció atractivo, pero notó como este no estaba interesado en él, y luego ver como defendió a Izuku de su padre le hizo darse cuenta de que él deseaba alguien igual, pero ¿esa persona lo estará esperando?, ¿podrá aceptarlo luego de que fue ultrajado?

Hakura intento abrazar a su hijo para consolarlo, pero Eijiro la aparto con un manotazo

-Aléjate de mí - le grito con lágrimas corriendo por sus mejillas

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Cuando Katsuki no estaba por que tenía temas que resolver de la manada, Izuku se la pasaba con Eri, quien le contaba historias de ellos y también le ayudaba a utilizar sus habilidades como omega estelar, aunque ella no sabía muy bien como era en la práctica, ayudaba mucho todo el conocimiento que el abuelo Torino le explicaba.

Denki y Kota al ser alfas se habían unido a las funciones que ellos desempeñaban dentro de la manada, cosa que no le molestaba a ninguno de los dos, mientras Eri e Izuku estuvieran bien no había quejas.

Ya iba a cumplir una semana dentro del territorio de los Bakugo, ese día se encontraba en la casa que les habían asignado a sus hermanos y estaba platicando con Eri cuando su alfa llego por él.

-¡Kacchan! – El omega cuando vio a su alfa entrar por la puerta corrió para abrazarlo – Te extrañe, ¿Cómo te fue?, ¿Alguna novedad?

Katsuki correspondió al abrazo de su omega y dejo su cabeza recargada en el hombro cerca de la glándula de aroma del peliverde, aspiro degustando el aroma a Manzana canela que tanto amaba – Yo también te extrañe, mi amor, tuvimos una larga platica de acuerdo con la manada de los Iida, pero nada de qué preocuparse. Y a ti ¿Cómo te fue?

-Si, Eri me estaba contando como podría hacer que mis habilidades funcionen, creo que he logrado un avance, aunque no sé cómo funciona del todo, me prestara un libro que dice que le entrego el abuelo Torino que habla más acerca de los omegas estelares.

-Estoy seguro de que lo lograrás, Izuku. Tienes todo mi apoyo amor, ¿nos vamos a casa?

-Si, solo déjame despedirme de Eri y nos vamos

Izuku regreso sobre sus pasos hasta llegar con Eri y despedirse, prometiéndole que la vería mañana. El omega avanzo hacia donde estaba el cenizo meneando su cola alegremente mientras sostenía con ambas manos el libro que le mencionó a su alfa.

Estaban por llegar a la casa de su alfa cuando, uno de los centinelas se acercó a ellos con noticias.

-Futuro líder – llamo la atención el recién llegado