El ultimo lobo blanco (Bakudeku)

11. Ideas

El silencio se hizo presente en el momento de la revelación del peliverde, el penetrante aroma de tres Alfas dominantes se sentía pesado y fuerte en ese momento, al peliverde lejos de asustarse se sintió protegido su manada estaba con él y estaban dispuestos a defenderlo luego de conocer su pasado.

Katsuki necesito de todo su autocontrol para no salir corriendo a la manada de los Kirishima y golpear a ese bastardo por todo el daño que le había ocasionado a su omega. No en ese momento tenía que tranquilizar al peliverde, hacerle saber que todo estaría bien y que nadie nunca le volvería a hacer daño.

Lo abrazo con fuerza y su aroma bosque incendiándose cambio a un bosque tranquilo, el aroma de la madera era suave, no parecía una fogata, era más como una cálida chimenea en una cabaña en una noche de invierno.

Izuku se acomodó más en los brazos de su alfa, el aroma tranquilizante estaba haciendo efecto en él, sentía como sus recuerdos se volvían borrosos conforme el aroma lo envolvía, se sentía seguro en los brazos de Katsuki.

-No te preocupes amor, te prometo que no te volverán a lastimar – susurro mientras le dejaba un dulce y suave beso en la cien – y rescataremos a Eijiro si eso te tranquiliza.

Izuku asintió con la cabeza, ya más relajado hablo – Takeshi siempre me amenazaba con que si no cooperaba Eijiro sufriría lo mismo, él no es como su padre, pero el amor y la apariencia que muestran en su manada y al mismo Eijiro es muy diferente al que siempre mostro conmigo.

-Todo estará bien, Zuzu - repitió Katsuki,. - Vamos a rescatar a Eijiro.

Denki y Kota también sentían su ira crecer en su interior, sabían que su hermano de manada había sufrido desde que se separaron hace muchos años, pero no podían hacer más que intentar curar sus heridas.

El rubio se acercó a Katsuki e Izuku, tomo la mano del omega suavemente, estaba hincado frente al peliverde, Izuku lo miro con un semblante triste, sus mejillas estaban totalmente empapadas y rojas por las lágrimas derramadas.

-Zu – se aclaró la garganta pues sentía un enorme nudo al verlo tan vulnerable – te juro por mi vida, que rescataremos a tu amigo y que no permitiré que ese sujeto te vuelva a poner una mano encima, sé que ahora tienes a tu alfa, pero yo sigo siendo tu guarda y tu hermano.

-Así es – hablo Kota – te prometemos que estaremos contigo – agrego poniéndose de pie e imitar el gesto de Denki, lo juro por mi vida.

-Gracias – balbuceo Izuku, se sentía abrumado por todos los sentimientos que se arremolinaban desde su interior, desde el miedo, los recuerdos, la ansiedad, pero también estaban la amistad, compromiso y el amor de quienes eran su manada.

-Esperaremos las noticias de Testu para actuar – comento Katsuki – Una vez que sepamos las novedades yo personalmente iré a encargarme de todo este asunto

Denki negó con la cabeza – No creo que sea buena idea, Bakugo sé que nuestra manada es una de las más fuertes si no es que la más fuerte, pero llegar y acusar al líder de otra sin pruebas pueden causar más problemas.

-Denki tiene razón, Bakugo, si actuamos de esa manera solo le daremos motivos a esos bastardos de atacarnos y podrían llegar a lastimar a los nuestros.

-¿Qué proponen? ¿Qué me quede sentado viendo como ese bastardo se sale con la suya?

-No, lo que proponemos es que nos dejes a nosotros y algunos de los guerreros más fuertes a cargo – respondió Denki mientras miraba a Kota

-Eri, sabe preparar una infusión que elimina todo rastro de nuestros aromas por veinticuatro horas, usando ciertas prendas, podemos camuflarnos perfectamente con el entorno – agrego Kota – Recuerda que los tres vivimos solos durante muchos años, somos expertos en eso.

-Bien, mañana nos organizaremos, será mejor que regresen a su casa, Zuzu necesita descansar, ha sido demasiado por un día.

Ambos Alfas asintieron y se retiraron para que el peliverde pudiera descansar.

-Gracias Kacchan – murmuro un poco más calmado, pero aun con la voz afectada

-No agradezcas amor, para eso estamos juntos – le dio otro suave beso en la cien y lo llevo a la habitación para que pudiera descansar más cómodo en el nido que había formado hace unos días.

Katsuki que recostó a su lado y el peliverde busco acomodarse mejor para sentir su calor, el Alfa lo abrazo y acaricio suavemente su cabello, finalmente el omega se rindió al cansancio y se quedó dormido.

El Alfa no durmió esa noche, paso todo el tiempo velando por el sueño de su omega quien dormía pacíficamente, escucho la puerta de su habitación ser tocada con suavidad y sin hacer mucho movimiento se levantó.

Sus padres estaban en la puerta y le hicieron un movimiento con la cabeza para que los siguiera. Llegaron a la sala de juntas donde ya estaban reunidos Denki, Kota, Tetsu, Shindo, Shinso, Shoto y otros alfas de la manada.

-Tetsu tiene noticias – tomo la palabra su madre – ya me explicaron lo que paso anoche, así que los apoyaremos, pero debemos ser precavidos si la manada de los Kirishima o de los Chizaki se enteran de esto, las consecuencias podrían ser peor.

-¿Qué novedades traes Tetsu?

-Señor, infiltramos a Pinki a la manada de los Chizakis para que vigile sus movimientos, actualmente Kai está en sus territorios, logro investigar de una deuda que tiene con Takeshi Kirishima desde hace más de diez años, aunque aún no averigua que clase de deuda y el monto. Por eso va cada semana a cobrarle, pero sin embargo Takeshi no le ha podido pagar desde hace varios años y en su lugar ofrecía al joven Izuku como pago.

Se hizo un breve silencio para que pudiera seguir explicando la situación.

-Por otro lado, Shoji volvió a infiltrarse en el territorio de los Kirishima, desde que volvieron del cumpleaños de nuestro futuro líder no se ha visto al joven hijo de Takeshi, según se investigó está recluido en su habitación y escucho que en dos días Kai regresaría para cobrar su pago semanal.

-Entonces solo tenemos un día para extraer a Eijiro con éxito – comento Katsuki – Bien pikachu - ¿Cuál es el plan?

Denki mostro una sonrisa confiada – bien, necesito conocer el territorio de nuestro enemigo, ¿tenemos algún plano?

Mitsuki saco un mapa de toda la región marco cuales eran los territorios actuales de cada manada.

-Bien, si aquí es el centro de la manada Kirishima y posiblemente esta casa sea la del líder y donde este retenido el omega, lo mejor es causar un alboroto en esta zona – señalo un lugar algo apartado – comenzaremos con un incendio que no podrán "controlar"

-¿A qué te refieres? – pregunto Shinso

-El abuelo Torino nos enseñó un truco que provoca que el fuego que queme cierto tipo de madera, al contacto con el agua esta solo incrementa su fuerza – tomo la palabra Kota – es peligrosa sí, pero esta no se expande a otros lados por lo que el riesgo de un incendio de gran escala sea mínimo, pero creara el suficiente caos para distraer a los Kirishima.

-Eri, nos preparó una infusión para ocultar nuestros aromas por veinticuatro horas y ella recordó una que podía ocultar nuestras colas y orejas por un periodo de dos horas – agrego Denki.

Katsuki estaba sorprendido, ambos Alfas eran excelentes estrategas realmente serian de gran utilidad para la manada.

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