6. Manada

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Luego de caminar cerca de una hora, donde Denki lideraba la marcha seguido de Kota luego Eri quien iba colgada del brazo de Izuku meando su cola pues estaba feliz de haber encontrado al omega y al final, pero muy cerca de ellos venia Shinso.

Escucharon un sonido y se pusieron en alerta excepto Hitoshi quien ya conocía quien se acercaba, Izuku lo reconoció unos segundos después.

-Oye Hitoshi, ¿Quiénes son ellos? – Se escucho la voz de Yo acercándoseIzuku le hizo una señal a Denki y Kota de que se detuvieran.

-Shindo, ¿Dónde estabas? – Reclamo el malva

-Peinando la zona sur, pero luego ya no sentí sus presencias y me preocupé.

-Zu, ¿Quién es el?

-Denki, te presento a Yo Shindo, Shindo ellos son Denki, Eri y Kota – hablo el peliverde – Shindo también es un guarda de la manada de mi alfa

-Bien, entonces sigamos quiero resolver esto rápido – hablo cortante y comenzó a avanzar rumbo a la trampa

Los demás avanzaron casi como antes, salvo de Yo caminó a la par de Shinso quien lo estaba poniendo al corriente de la situación.

-No te sientas mal por cómo actúa Kami – susurro Eri al oído de Izuku – se toma muy enserio el papel de Líder

Izuku sonrió, recordaba a ese Denki aunque en aquellos años era más un niño que los vigilaba a veces a la distancia.

-Eres un idiota, ¿Cómo diablos terminaste ahí? – escucharon un fuerte grito

Denki se volvió a poner a la defensiva, pero antes de que pudiera actuar Izuku se soltó de Eri y corrió en dirección a la voz

-¡Kacchan! - gritó Izuku mientras corría hacia la voz de su alfa.

Katsuki se asustó al momento de reconocer la voz de su omega y corrió a su encuentro para recibirlo en sus brazos.

-Zuzu, ¿Qué haces aquí?, es peligroso ¿Dónde está el zombie? – hablo tan rápido que muy apenas se entendió lo que decía. Luego la combinación de aromas lo alerto.

Katsuki por inercia colocó a Izuku detrás de él pues no conocía algunos aromas, pero antes de que pudiera actuar Izuku coloco sus manos en su rostro – Tranquilo Alfa, son amigos, sonrió

-¿Amigos?

Termino de hacer la pregunta y aparecieron primero Denki corriendo, Kota y Eri y detrás de ellos Shinso y Shindo

- Par de inútiles, les di la orden de cuidar de MI OMEGA, y él viene corriendo hacia mí, ¿Qué tienen que decir al respecto?

El aroma a bosque quemado comenzaba a extenderse, Eri al ser omega comenzó a temblar, pero Kota la sostuvo, Denki por un momento le cambiaron los ojos estaba dispuesto a atacar al alfa cenizo.

Izuku dejo salir su aroma para tranquilizar a su Alfa – Tranquilo Kacchan es mi culpa, deja de usar tu aroma, me está afectando a mí también

Katsuki se tranquilizó un momento para ver a su omega y nuevamente abrazarlo

-¿Estás seguro que estas bien? – necesitaba esa confirmación

-Estoy bien Kacchan – sonrió mostrando una brillante sonrisa

Denki, observaba la escena delante de ellos, lo sentía como un Dejavu, aunque también sentía una pequeña espinita pues ver ese intercambio tan intimo entre Izuku y ese alfa le causaba cierto conflicto. Los vio separarse del abrazo y como él Alfa le dejaba un suave beso en la frente.

-Kacchan, te presento a Denki Kaminari, Kota Izumi y Eri Aizawa – Izuku fue señalando a cada uno y estos solo asintieron con la cabeza – Son los últimos miembros de mi manada, estaban detrás de la cascada, Denki, Kota, Eri él es Katsuki Bakugo mi alfa.

El aroma de Izuku salía sin control, estaba feliz de haber encontrado por lo menos a alguien de su antigua manada. Por otro lado, Katsuki no solía ser muy confiado y aunque Izuku parecía confiar en los recién llegados él se mantendría cauteloso.

Denki observo a los ojos a Bakugo lo estaba evaluando pues tenía casi el mismo pensamiento que Katsuki con respecto a proteger a Izuku pero a diferencia del cenizo, él confiaba plenamente en Izuku.

-Es un placer – ¬saludo Denki con voz firme – Soy Denki Kaminari guarda personal del omega Izuku Midoriya hijo de nuestros difuntos lideres.

Bakugo evaluó las palabras del rubio, aunque tenía dudas decidió confiar en él.

-Es un placer – comentó mientras estiraba su mano para que él otro la tomara, Denki sin dudar estrecho la suya – Katsuki Bakugo futuro líder de la manada Bakugo, tengo algunas preguntas que hacerles, pero por el momento necesito ver cómo sacar al idiota de ese pozo – señalo el agujero por donde había caído Shoto

Denki sonrió de lado – Me parece sensato – se acercó al pozo para ver a un hibrido de cabello bicolor - ¿Es de los tuyos? – preguntó señalándolo

-Si, no sé cómo fue tan descuidado

-Bueno mis trampas son casi perfectas – sonrió de medio lado – Denki trepo a un árbol que estaba cerca y de la parte alta una soga con varios nudos que podía servir como escalera y descendió hasta el fondo de la trampa

-Sube por la soga, es resistente – gritó el rubio en la entrada del pozo

A los dos minutos la cabellera de Shoto apareció y Shinso y Shindo lo ayudaron a subir

-¿La trampa la hiciste tu? – preguntó Katsuki - ¿Desde cuándo están en nuestro territorio?

El Alfa rubio suspiro, elevo su mirada al cielo que ya estaba cubierto de estrellas – Será mejor que vayamos al refugio ahí les contare todo – le respondió – Este lugar es peligroso en la noche principalmente para los omegas, Eri, Zu no se alejen

Denki no espero respuesta y comenzó a liderear la marcha, Kota y Eri iban detrás de él Katsuki le dio un asentimiento con la cabeza a los otros y comenzaron a avanzar.

Katsuki alcanzo a Denki - ¿Por qué dices que este lugar es peligroso principalmente para los omegas?, esta zona no hay animales peligrosos.

-Es cierto, pero este lugar suele reunir a los espíritus del pasado, respondió con simpleza, y por alguna razón suelen afectar a los omegas, si estos espíritus llegan a capturar a uno será muy difícil rescatarlo, eso fue lo que nos decía el abuelo Torino – respondió sin dejar de avanzar y de vez en cuando le lanzaba miradas a Eri y a Izuku, aunque este último iba colgado del brazo de Katsuki escuchando todo.

-¿Dónde está el abuelo Torino? – pregunto Izuku

-Falleció por causas naturales hace tres años – había tristeza en las palabras de Denki – él nunca dejo de creer en que estabas vivo Zu – intentó sonreír – le debemos mucho a él, cuando nos encontró nos trajo a este lugar, y me enseño todo lo que sé.

Llegaron a la cascada y entraron por una apertura que estaba detrás del velo, al interior de una cueva bellamente iluminada.

-Estamos dentro de la cascada, es un lugar seguro – hablo mientras cerraba la entrada con un tronco que usaba como puerta.

La cueva tenía antorchas encendidas cada cierto espacio, era como una acogedora casa, en el fondo se veían tres habitaciones, una cocina de piedra, un comedor y una fogata, por extraño que parezca llegaba una brisa fresca pues por algunas aberturas en la cueva entraba aire fresco producto de la caída del agua, además el sonido de la cascada ayudaba a crear un ambiente relajante.

Denki les señalo los muebles de madera alrededor de la fogata para que tomaran asiento.

-Bien preguntaste desde cuando estábamos en tu territorio, ¿Hace cuanto reclamaron este lugar como suyo? – pregunto sabiendo la respuesta

-Según mis padres hace unos doce o trece años – respondió

-Este lugar antes era parte del territorio de la manda de lobos blancos – aclaro – Les contaremos como llegamos aquí.

El ultimo lobo blanco (Bakudeku)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora