El ultimo lobo blanco (Bakudeku)

32. Ceremonia a la luna

El tiempo comenzó a pasar, ya no había peligro, los últimos Alfas sobrevivientes de la mañana Chizaki fueron condenados al igual que el padre de Eijiro, los omegas y los cachorros que quedaban en ese territorio se les dio la oportunidad de unirse a otra manada y aceptar que su líder había cometido atrocidades, algunos lo aceptaron y otros prefieren irse lejos de los territorios.

Ese era un día especial, la nueva ubicación de la manada ya estaba asentado, el lugar fue bellamente adornado, esa noche había luna llena, bajo las costumbres de la antigua manada de los lobos blancos, Denki, Kota y Eri comenzaron a alistar todo y crearon un nuevo altar destinado a la diosa de la luna.

Izuku estaba nervioso, aunque ya tenía la marca de unión y en su vientre ligeramente abultado llevaba el más importante signo de su amor, les faltaba la ceremonia de unión ante la luna, buscando nuevamente su bendición.

Izuku se encontraba frente a espejo, veía su reflejo de manera feliz, su cola se movía de manera tranquila y sus orejas estaban expectantes a cualquier ruido, llevaba puesta una túnica ceremonial color blanca, la tela era suave y ligera que se movía con gracia sobre el cuerpo de omega.

-Esta noche será mágica – comentó Eri quien entraba a la habitación con una enorme sonrisa, Eijiro iba a su lado

- La diosa de la luna nos ha bendecido, y tu unión con Katsuki será un nuevo comienzo para todos nosotros.

El omega peliverde asintió, - Estoy feliz por todo esto, a veces creo que aún es un sueño

-No lo es, Izuku – respondió Eijiro, somos libres de todo nuestro pasado, le regalo una sonrisa.

Eri le colocó una hermosa corona hecha de flores de luna, como símbolo de esperanza

-Estás hermoso, Zuzu - Eri, le dio un fuerte abrazo. - Katsuki no podrá apartar los ojos de ti.

-¿Bromeas? – preguntó Eijiro feliz – Bakugo no nunca le quita los ojos de encima a Izuku.

Los tres omegas soltaron una risa cómplice pues sabían perfectamente que era cierto.

Mientras Eijiro y Eri ayudaban a Izuku a alistarde, el Alfa estaba con Denki y Kota también alistándose para la ceremonia, ese día no solo se unirá a su omega ante la diosa de la Luna, si no también, sus padres le darían el mando como líder de la manada, el alfa tenía su capa roja, y llevaba puesto los collares que representaban su estatus

-¿Nervioso, Bakugo? - preguntó Kota con una sonrisa.

-No le tengo miedo a nada – respondió de manera altanera el cenizo - solo quiero que todo sea perfecto, mi omega solo se merece lo mejor.

Todo estaba preparado, Izuku y Katsuki salieron de las habitaciones que habían puesto para ellos, la tradición marcaba que ambos debían entrar al mismo tiempo uno del lado opuesto del otro.

Alfa y omega avanzaron desde cada extremo sus ojos se encontraron y solo ellos dos importaban en ese momento, finalmente llegaron frente al otro y se tomaron de la mano.

Mitsuki siendo la líder actual de la manada llevaría a cabo la ceremonia, - hoy nos reunimos bajo la luz de la luna para celebrar la unión de nuestros queridos hermanos, Izuku Midoriya y Katsuki Bakugo, que su amor siga siendo fuerte y perdure por toda la eternidad, que siempre encuentren la fuerza y el consuelo en el otro, como lo marca la tradición él es momento de los votos donde todos incluyendo a nuestra diosa pueda ser testigos del amor que se tienen.

-Mi Zuzu, desde el momento en que te encontré el día de mi cumpleaños me hice una promesa, hacerte feliz y protegerte, eres mi fuerza y mi razón para luchar, prometo ante nuestra diosa que siempre te amare y te protegeré, seré un mejor alfa para ti y para nuestros cachorros

Izuku sintió las lágrimas acumularse en sus ojos mientras escuchaba las palabras de Katsuki y su corazón se aceleró, tomo una respiración para aclarar su garganta y que sus nervios no lo traicionaran

-Kacchan, te convertiste en mi refugio, mi hogar, agradezco a la diosa de la luna el hecho de que me haya permitido encontrarte y crear un nuevo comienzo y una nueva vida símbolo de tu amor, yo prometo ser tu omega y compañero y la madre de los cachorros que la luna nos dé con su bendición.

-Que la diosa de la luna los bendiga y proteja siempre, y que su amor brille tan brillante como la luna llena, yo los declaro Alfa y Omega – terminó de decir Mitsuki

Una luz plateada envolvió a Katsuki e Izuku, como si la misma luna los abrazara. La manada aplaudió y vitoreó, celebrando la unión de su nuevo líder y su omega. Katsuki atrajo a Izuku en un abraza y beso sus labios con ternura.

Luego de la ceremonia hubo una celebración en su honor, pero cuando la luna comenzaba a ponerse en su punto más alto el omega comenzó a sentir calor, aunque estaba esperando un cachorro, parecía un especie de celo por la felicidad del momento, Katsuki notó el cambio en su omega y lo cargo en sus brazos con suavidad.

-Creo que mi omega no quiere esperar más tiempo – susurro contra su oído causando un escalofrió placentero en su cuerpo, rodeo con sus brazos el cuello de su alfa y se quedó cerca de su glándula de aroma para degustar ese aroma que le daba tranquilidad.

Katsuki se lo llevo a su hogar donde lo deposito con suavidad en su nido, el alfa se sentó frente a su omega su cola se movía expectante y sus ojeras estaban gachas esperando la señal del omega para entrar al nido.

Izuku le sonrío con cariño y jalo a su Alfa, para Izuku, Katsuki ya no tenía porque pedirle permiso para entrar al nido, era de ambos, su lugar seguro

-Eres tan hermoso mi Zuzu – susurro Katsuki cerca de los labios del omega antes de comenzar con un beso dulce.

El omega cerro los ojos y correspondió el beso con fervor, sentir el calor del cuerpo contra el suyo, el aroma que tanto amaba lo hacía confiar plenamente, el beso comenzó a escalar mientras que Katsuki exploraba el cuerpo den contrario con devoción.

Esa noche el Alfa tuvo mucho cuidado de cómo tratar a su omega por el embarazo no quería lastimar a su cachorro en camino, su hogar se llenó de suaves gemidos, la noche y la luna fueron testigos del amor que se tenían.

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