29. La bendicion de la luna

296 40 3
                                    

Kai corría con velocidad, su meta era llegar las ruinas de la manada de los lobos blancos, ahí había un pequeño altar, donde se decía que la luna bendijo al primer omega estelar, en ese lugar es donde pensaba marcar al omega que estaba aferrado a su pelaje para no caerse.

Finalmente logro visualizar entre la maleza las viejas estructuras de la que una vez fue el centro de la manada de los lobos blancos, una pequeña fuente de mármol cubierta por la hierba muy apenas se visualizaba, el brillo de la luna se reflejaba de una manera enigmática

-Aquí es donde sellaré nuestro destino, omega – murmuro Kai, de un movimiento brusco dejo caer a Izuku quien no se molestó en ponerse de pie, el lobo negro comenzaba a desaparecer bajo una especie de nube de polvo, en un momento a otro era el hibrido Kai quien estaba ahí, tenía una gran sonrisa, su plan estaba funcionando.

Se acercó a la fuente que era el altar y comenzó a quitar con prisas las ramas y las hojas que la cubrían, por su parte Izuku solo estaba recostado sobre la maleza, sus ojos verdes estaban apagados, una vez que despejo el altar, este parecía brillar resaltando sobre todo el lugar.

-Ven aquí omega – Ordenó Kai, el peliverde simplemente se puso de pie y avanzó mecánicamente hasta quedar frente al alfa.

Kai lo tomó con fuerza y lo aventó al altar, comenzó a arrancar la ropa sin el más mínimo cuidado, el cuerpo de Kai se estaba excitando, tenía una mirada sádica en su rostro, comenzó a pasar sus manos por el cuerpo desnudo, giro con brusquedad al omega que estaba laxo, y su sangre se heló momentáneamente.

¡SU OMEGA ESTABA MARCADO POR OTRO ALFA!, un rugido furioso salió desde el pecho de Kai, resonando en todo el lugar, era un rugido lleno de furia y frustración, ese bastardo de Bakugo se atrevió a marcar a quien era suyo, tomo por el cuello al omega y lo alzo en el aire.

Aunque el peliverde parecía estar batallando para respirar no se movía - ¿CÓMO TE ATREVISTE A DEJAR QUE ESE BASTARDO TE MARCARA? – le grito, pero Izuku no respondía.

Lo arrojo sin cuidado sobre el altar haciendo que se golpeara, - ¡MALDICION! – lanzó un puño al suelo levantando el polvo. Cerro sus ojos para calmarse, él era el último descendiente de los lobos negros, él era el dueño del omega estelar por derecho, con ese pensamiento se acercó nuevamente al omega y lo beso con desespero, comenzó a pasar sus manos buscando hacer que el omega entrara en celo, pero no parecía funcionar, Izuku era como una muñeca de trapo sin voluntad ni reacción alguna.

Pero una idea se le ocurrió al lobo – Preséntate omega – le ordenó, y el cuerpo de Izuku comenzó a calentarse, su entrada comenzó a lubricar.

Kai sonrió satisfecho el aroma manzana canela de Izuku siempre lo atrajo, a tal punto de haber aceptado la propuesta de Takeshi de pagar su deuda con el cuerpo del peliverde, Kai se quitó sus pantalones listo para penetrar al peliverde, pero, algo paso en ese instante una luz blanca cegó al lobo y lo alejo de él impidiendo que Kai pudiera hacer lo que pretendida

-Pero qué demonios – Chizaki no entendía que pasaba, pero el collar de Inko que había desaparecido fue absorbido por el cuerpo del peliverde y alojándose en el sitio donde su hijo estaba creciendo, el haberle dicho a su cachorro que lo protegería siempre en aquel sueño provoco que el collar se activara de una manera extraña, como si previera que eso iba a pasar.

Kai retrocedió, desconcertado por lo que estaba pasando, eso nunca lo había visto en los libros que tenía sobre la historia de los omegas estelares, la luz blanca se alzó como una estela al cielo nocturno, Kai volvió a intentar acercarse al omega inmóvil sin éxito esa extraña luz que parecía salir del interior del omega no permitía que se acercara.

-¡Maldita sea! – grito, se sentía impotente todos sus planes habían salido mal, tenía que buscar la forma de abrirse paso a través de la barrea – Maldito omega, ven aquí y déjame entrar

El peliverde intento avanzar en su dirección, pero la misma luz que lo protegía de Kai le impedía avanzar, eso lo frustro aún más, no comprendía que estaba pasando.

Katsuki avanzaba lo más rápido que podía, estaba usando sus manos como si fueran patas para aumentar la velocidad con la que corría, escucho un grito de furia que reconoció en ese preciso instante, eso le dio un camino a seguir, no reconocía nada a su alrededor, sabía que había salido de los territorios de su manada.

Cuando no supo hacia dónde dirigirse un haz de luz blanca que se elevó en el cielo le dio la señal de a donde debía dirigirse, debía rescatar a su omega y a su cachorro que aún estaba en el vientre plano de su madre.

Finalmente llego a las ruinas ocultas por la maleza, visualizo a su omega sin prenda alguna rodeado por aquella luz blanca, Kai le daba la espalda y miraba incrédulo al omega.

-¡MALDITO OMEGA! – gritó desesperado Kai – TE ORDENO QUE DEJES DE EXPEDIR ESA EXTRAÑA LUZ

El peliverde no dijo nada, pero tampoco la luz parecía desaparecer, Katsuki notó la mirada perdida de su omega, no espero más tiempo

-¡ALEJATE DE MI OMEGA! – la voz de Katsuki sonó plana, Kai al escuchar la voz del cenizo se giró para enfrentarlo pero notó algo en el alfa.

Katsuki no era muy consciente de lo que estaba pasando exactamente, su mente solo deseaba salvar a su omega, su aura de Alfa dominante se extendió por todo el lugar, el don que le fue concebido comenzó a actuar congelando el ambiente a su alrededor, no solo enfriándolo como pasaba cada vez que se enojaba, sus facciones se fueron transformando, sintió un fuerte dolor en todo su cuerpo que duro apenas unos segundos. Donde estaba Katsuki ahora Kai veía a un enorme lobo Blanco incluso uno más grande que él.

-IMPOSIBLE – Gruño Kai, temblando no solo de miedo si no también del frio que sentía en ese momento

-Te enseñare que nadie se mete con mi omega – la voz de Katsuki ahora era profunda y resonaba en todo el lugar como si la acústica del lugar solo fuera eco.

Katsuki avanzó con lentitud y cada paso que daba comenzaba a congelar lo que sus patas tocaran, una escarcha se formaba, el aire se volvía como cristal con la escarcha mientras avanzaba.

Kai retrocedió en ese momento, no podía creerlo un lobo que no era descendiente de los lobos blancos ni los lobos negros había recibido la bendición de la luna, eso era algo imposible, tenía que salir de ahí de inmediato o sería su fin.

♡☆♡☆♡☆♡☆♡☆♡ ♡☆♡☆♡☆♡☆♡☆♡ ♡☆♡☆♡☆♡☆♡☆♡ ♡☆♡☆♡

El ultimo lobo blanco (Bakudeku)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora