17. Un verdadero refugio

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Takeshi cada vez se estaba preocupando más, las horas pasaban y aquellos dos mercenarios que contrato para secuestrar al omega no llegaban al punto de reunión, no tenía forma de saber si fue estafado por ese par o si algo había sucedido, esperaría un poco más antes de regresar a su manada.

Katsuki entro con su aura amenazante, su aroma gritaba peligro a cualquiera que se acercara a él en ese momento.

-¿Dónde están? – Demando entrando a la prisión

-Señor en la sala de interrogatorios están en salas diferentes, uno de ellos aún sigue noqueado el otro se ha negado a hablar – le informaron

Katsuki no espero más y entro a la sala de interrogación, cuando cruzo por el umbral de la puerta el ambiente comenzó a cambiar, la temperatura del lugar se enfriaba cada segundo.

El alfa que estaba esposado en ese momento observo con una chispa de miedo en sus ojos ante el aura del alfa cenizo.

-¿Cuál es tu nombre? – la voz de Katsuki salió tan plana y sin emociones sumado con el frio ambiente y el intimidante aura que sentía, podría jurar que él era un Lobo Enigma aunque eso era solo un tabú, ellos nunca existieron.

-Yo... Yo me llamo Masato - tartamudeó el alfa, visiblemente nervioso.

- ¿Y quién te envió a secuestrar a mi omega? - inquirió Katsuki, con los ojos centelleando de furia.

- Fue... fue... un hombre, un tal Takeshi Kirishima - respondió Masato, con la voz temblorosa.

La expresión en el rostro de Katsuki se volvió más sombría. Takeshi ese bastardo, no parecía rendirse y ahora con esa información actuara, golpeo con fuerza la mesa de interrogaciones causando que esta se partiera por la mitad.

-¿Dónde está ese bastardo?

-íbamos a dejar al omega en una cueva donde él lo recogería luego nos entregaría la suma de dinero.

La furia de Katsuki estaba causando estragos en el alfa detenido, el aire se sentía denso, helado, la mandíbula del cenizo estaba en una mueca intentando contener la ira que amenazaba con que su alfa interno saliera y desgarrara al hombre frente a él y también a Takeshi por intentar dañar nuevamente a su omega.

Salió de ese lugar dando un portazo y saliendo de la prisión, corrió al bosque y no se detuvo hasta que sus músculos dolieron por el sobre esfuerzo que sentía en ese momento, no iba a permitir nuevamente que ese bastardo se acercara a su omega.

Regreso un par de horas después se acercó a un centinela – Quiero a todos los centinelas y guardas de inmediato en el centro de la manada en menos de veinte minutos – demando, aun soltaba el aroma molesto.

Los centinelas y los guardias se apresuraron a reunirse tal y como les había ordenado su líder, Katsuki estaba sentado con los brazos cruzados su cola tenía un extraño movimiento, demostrando que estaba fúrico en ese momento, llegaron casi al final.

-Escuchen todos, solo lo diré una vez – comenzó con una voz tan potente que se escuchaba a la perfección en las casas más cercanas al centro de la manada – Takeshi Kirishima intentó hoy secuestrar a mi omega. Cualquier miembro de la manda Kirishima es nuestro enemigo, quiero a todos más alerta, coordinen sus esfuerzo, no quiero que ningún miembro de esa manada se acerque siquiera a nuestras fronteras.

-Cualquier avistamiento de Takeshi o de algún miembro de la manada Kirishima es nuestro enemigo, atrápenlos y los quiero en la prisión.

Los centinelas y los guardias se retiraron en ese momento para cumplir con las exigencias del futuro líder, después de que todos se dispersaron solo quedaron Shinso, Shoto, Denki, Shindo y Kota

El ultimo lobo blanco (Bakudeku)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora