Solos ~ Kookmin

22.

JUNGKOOK:

Azoto su trasero, golpeando cada nalga que queda rojiza y sigo hundiéndome en él con rápidas embestidas. Su cuerpo se encuentra boca abajo con la curva del trasero alzado dando una vista espectacular, en esa posición llevo haciéndolo mio un largo rato y Jimin esta tan fascinado como yo, el sonido de sus gemidos endulzan mi oído y me lo confirman.

Él nació para esto.

Para ser embestido por mi.

- Ya no puedo Jungkook, me vengo.- avisa apretando las sábanas debajo de él.

- Aguanta un poco más cariño.

Sujeto sus caderas para crear más impulso en mis embestidas.

Son unos ultimos segundos satisfactorios antes de soltar un jadeo ronco y caer sobre su cuerpo que está peor, colapsando por el reciente orgasmo.

- Para estar en la base de los cuarenta. Tienes más aguante, eh.- rió Jimin debajo de mi.

Salí de su interior observando el gran chorro de semen que salió de su interior.

Sonreí ante la vista.

Y después de tumbarme a su lado, pregunté.- ¿Me estas envidiando por ser un viejo con aguante en el sexo?

Carcajadas brotó de Jimin y apesar de estar cansado se dió la vuelta para arrimarse a mi cuerpo, recostando su cabeza en mi hombro.

- Creo que si es envidia. Hemos estado haciéndolo horas y horas, tanto que anocheció, pero soy el único cansado y tu pareces desear más...- desliza una mano a mi erecto miembro.- ¡Eres muy apasionado!

- Soy apasionado contigo. Es porque me correspondes de la misma manera.- mis manos acariciaron su cabello.- Por cierto, ¿No te incómoda?

Jimin se removió y alzó su mirada.

- ¿Qué cosa?

- La edad.- suspiré.- Te paso más de diez años.

- Bueno...

- Si te incómoda.- aseguro.

- No he dicho eso Jungkook. La verdad no me interesa tu edad. Nos gustamos mucho y eso es más importante.

Sonreí como tonto.

Pero a la vez me preocupé.- Soy tan hipócrita. Cuando te conocí por primera vez no me convenciste porque eres cinco años mayor que Naya pero miranos ahora...- mi mano pasó por sus curvas.- la edad tampoco me importa. El más hipócrita entre los hipócritas.

- ¡Ya! ¡Deja de hablar de eso! - se queja Jimin.

Tiene razón.

No ahora cuando la estamos pasando tan bien.

Tal como dijo Jimin lo hice mío durante horas y horas. Anocheció pero teníamos las ganas de seguir tocandonos en la cama, seguir sintiéndonos piel con piel y besándonos con intensidad.

Como en este momento entre beso y beso Jimin va quedando encima de mi.

Él mismo toma mi ereccion. Juega un poco con el antes de ingresarlo en su interior, se acomoda mejor encima de mi y empieza a moverse de adelante a atrás en movimientos lentos para acostumbrarse.

- ¿Te gusta? - pregunta.

Y no es tan necesario contestarle.

La expresión de excitado que tengo en el rostro debería contestar su pregunta.