SEVEN|Hogwarts

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Hogwarts

A la mañana siguiente ambos semidioses se despertaron casi al mismo tiempo y eso fue por el elfo que los despertó y les aviso que el desayuno estaba listo.

—Quiero dormir.

—Deja de quejarte Ar, eso solo va a hacer el viaje más insoportable.

Aarón vio que ya su ropa estaba preparada, por lo que soltó un suspiro y empezó a cambiarse para poder ponerse esa ropa traída de los campos de castigó.

Se miro en el espero del baño, su pelo negro no era de su total agrado, le gustaba más su pelo rubio, pero eso no es algo que él pudiera elegir o cambiar.

Para su desgracia no había nacido con esa habilidad como las hijas/os de Afrodita, que ellos si podían o algunos.

El ya se había acordado que de un día para otro su apariencia cambiará y al día siguiente su pelo se volviera de un rubio sol como el de los hijos de Apolo.

Se terminó de cambiar y fue a la sala y se encontró con Nico que al igual que el se veía obligado a usar ese tipo de ropa.

—El cuadro me dijo... Que nos íbamos a ir en un tren que sale a las 11 y bla bla bla.

—Mmmm como sea.

—Tambien dijo que puede que lleguen a separarnos.

—¿Que?

—Al inicio de la cursada se hace algo que se llama la selección de casas, puedo que nos toquen en diferentes.

—Dioses.

Eso sí que logro dejar preocupado a Aarón, el no quería separarse de Nico, quería poder protegerlo, ellos ahora eran hermanos.

—¿Que casa es que la quiere que quedemos? —preguntó el menor.

—Slytherin, según ella todos los Black han quedado en esa casa.

Aarón no dijo nada, pero algo le decía que no iba a ser bueno si ambos quedaban en esa casa.

Luego de un rato de silencio y que Nico siguiera leyendo y le dijera a Krecher que llevara todas las cosas al tren por nosotros y después nos viniera a buscar.

***

Ahora ambos semidioses estaban en la estación del tren que los llevaría a esa gran escuela.

Según tenía entendió ellos dos volverían antes que los demás por el hecho de que le van a tener que hacer unos repasos de las cosas vistas en el primer año ya que ellos entrarían en el segundo.

Aarón se sentó junto a la ventana, mientras que sus piernas las apoyaba en las de su acompañante.

Nico algo enojado por ese comportamiento infantil de su amigo, le golpeó la piernas haciendo que están quedarán colgando ya que ninguno de los dos llegaba a tocar en piso.

—¿Asi que Slytherin?

—Si, según se, son los ambiciosos y egoístas entre más cosas.

—Mmm creo que ambos quedaríamos bien en esa casa.

—¿Por qué?

—Ambos somos ambiciosos, queremos lograr nuestros objetivos, pero creo que lo del egoísmo no solo sería individual, si no también es grupal, solo pensamos en nosotros y en nuestros amigos, nadie más importa.

—Puede que tengas razón.

***

Luego de largar horas para ambos semidioses, al fin lograron llegar a esa tal escuela que tanto habían escuchado esos últimos días.

Ambos bajaron del tren a la par mientras intentaban acomodarse sus ropas tan incómodas.

Al bajar se encontraron con dos personas, una mujer algo vieja que los miraba como si estuviera descifrando algo.

—Hija de Atenea —le susurro Aarón a su amigo.

—Si.

Ambos se acercaron y dieron una leve reverencia, si bien Walburga les dijo que esos dos directores se Hogwarts no eran la gran cosa comparada con los dioses, ambos tenían que demostrar su elegancia ante ambos magos.

—Nico di Angelo.

—Aarón Riddle.

Aarón pudo sentir el leve escalofrío que le recorrió por la espalda a la mujer que lo miraba con ahora más desconfianza.

—Bienvenidos niños.

Esa palabra les hizo fruncir el seño a ambos semidioses, ambos después de lo que habían pasado odiaban que los llamarán niños, no les gustaba.

—Como de seguro ya sabrán, ambos tiene que pasar por la selección de casas, pero eso no se hará hasta que todos los alumnos vuelvan.

—Mmmm.

—Según tengo entendido ambos se están alojando en la casa de la familia Black, que abran hecho para que el retrato de Walburga los dejara.

—Soy un Black, soy el único heredero de la fortuna y bienes Black —la voz de Nico era áspera.

Aarón tuvo el leve recuerdo de cuando se encontró con su padrastro por primera vez, cuando lo amenazó con que si lo volvía a ver le había a hacer lo mismo o peor que Elizabeth.

—Vaya, entonces debes ser el descendientes de la señorita María, que buena muchacha, una gran Slytherin y alumna.

—¿Conoce a mí... —Nico quiso seguir, pero no podía, él no debería estar vivo en ese año, el es de otra época igual que su hermana.

Aarón miro a Nico para luego darle una mala mirada al hombre mayor que solo estaba esperando alguna reacción agresiva de su amigo.

—Podría llevarnos a nuestro cuarto, estamos cansados por el viaje.

El Riddle hizo que ahora la atención estuviera puesta en él, Albus el director de ese gran colegio pudo volver a ver al hijo de ese hombre.

Era igual a su padre en la juventud, ojos rojos por cómo iba perdiendo su humanidad, pelo negro cual carbón y esa piel pálida que hacía que pudiera ver sus venas.

—Claro.

Luego de eso, ambos chicos fueron llevados a un cuarto que según tuvieron entendido eran para invitados, pero que ellos pronto estarían es su cuarto que estaría en sus respectivas casas.

—Ese hombre no me agrada.

—Si... Siento que intenta lograr algo con nosotros... Cómo si fuéramos marionetas en un juego.

—Quien se creé, el es un mortal común, mago o no, no tiene el derecho de tratarnos así.

—Suenas como ese cuadro que alaba la sangre pura.

—Nosotros somos sangre pura y semidioses, quedo que queda claro por qué este trato.

Aarón soltó una risa, sabía que Nico no era así, pero el venía de una época donde las clases sociales eran muy importantes, unas teniendo en cuenta que venía de la Italia fascista y clasista.

—Bueno mí señor, entonces juntémonos para preservar la sangre pura del linaje Black y Gaunt.

—Me encantaría Riddle, pero te recuerdo que de esa forma nuestros linajes no podrían seguir.

—¿Y? Eso se puede arreglar pidiéndole un deseo a mí mamá o a la misma diosa del parto.

En eso Nico se quedó en shock, era cierto, capaz ahora había más posibilidades de ser aceptado como él era... Pero no quería arriesgarse.

—Bueno, mejor durmamos, mañana tenemos esas inútiles clases.

—Si tienes razón Ar.

Luego de esa rara conversación ambos semidioses, cada uno se acostó en su respectiva cama mientras que apagaban las luces.

Eso fue raro.

Pensó Nico ahora intentando ver a su hermanastro que estaba al otro lado de la habitación, pero la oscuridad de esta se lo impedía.

Los Príncipes del Inframundo (Nico di Angelo)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora