TWO|I don't like this man. He steals my attention.

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Este hombre no me agrada... Me roba su atención.

A la mañana siguiente, Nico tardo unos segundos luego de despertarse, que ambos, tanto él como su amigo, estaban en gran peligro si es que los dos se quedaban dormidos.

Pero al despertarse se dio cuenta de que Aarón estaba con una pequeña hoya que debía tener el tamaño para dos tazas de café.

Este la revolvía despacio mientras el olor a lavanda inundaba sus fosas nasales, aunque estaba seguro de que ese no era el olor de lo que su amigo estaba preparando.

Cuando miro a su alrededor se dio cuenta de que los dos estaban rodeados por un circulo de lavandas que eran casi de la mitad de su cuerpo sentado por lo que parecía un escondite y al mismo tiempo un campo.

Aarón tenia una leve sonrisa en su rostro por lo que eso lo hacia verse incluso más hermoso de lo normal, sus ojos rubi eran iluminados por el calido sol de verano por lo que tenían un tono rosa que hacian que Nico también se perdiera en ellos.

—Vamos a desayunar para después seguir nuestro viaje Nics.

Nico decidio hacerle caso y se sento al lado de su hermanastro para que este agarrara la olla y sirviera su contenido en una taza de plastico.

—Saliste bien preparado.

—Siempre hay que estarlo, las misiones son largas y no creo que esta sea la excepción.

Nico empezo a tomar el té que Aarón había preparado, tenía un gusto ligeramente a frutilla, por lo que supo que fue hecho con cosas a mano, si bien Aarón era más capaz de crear flores en tu mayoría, podría crear frutas con mucha concentración y gastando mucha energía, pero el parecía estar bien, por lo que debía haberlas cultivado hace unos días.

—¿Hay algo que no sepas hacer Ar? —pregunto Nico algo burlón.

—Mmmm en clases —dijo mientras recordaba—, las apruebo por qué tengo muy buena memoria, pero si no es por eso, ya habría repetido el año.

Nico soltó una risa, ya que ese detalle lo había notado, Aarón en esos meses de clases no había tocado un solo libro a menos que él se lo pidiera.

Aarón siguió tirando el té de frutilla que era mucho más fuerte que el que le había dado a su amigo, daba pequeños sorbos mientras sentía el calor recorrer su cuerpo.

—Sabes que tenemos que hacer ahora Nics.

***

Aarón era el más disgustado con todo lo que estaba pasando ahora, el tener que compartir la atención de Nico no le gustaba en lo absoluto, era su amigo, el único que había tenido en años, no quería que alguien más se lo robara.

Aunque ese alguien sea un fantasma de más de miles de años y este más que muerto.

Aarón tenía una taza con te de manzanilla que era relajante para el largo viaje que tenían por camino.

—Pensé que Persefone no te dejaría nunca al lado de un bastardo de Hades —miro al hijo de la diosa que lo miraba con odio.

—Mi madre podrá odiar a Nico, pero Hades también me odia, creo que están a mano.

—Si claro... Eres un hijo de Persefone sin un hijo de Hades.

Aarón se detuvo en seco, era cierto, Nico y él no estaban tan "unidos" como él hijo de Hades y la anterior hija de Persefone.

—Si... Pero Nico sigue vivo... Y soy el único hijo de Persefone, por lo que tenemos que cuidarnos.

—¿Y que pasara con Bianca? —dijo hablando de la hermana de Nico—, esa chica estaba destinada a estar con Dion... Es tan triste que ahora nunca podrá conocer el amor.

—Bianca se entregó a la caza, desde el momento en el que Hades decidió dejarlos vivir por tantos años, cambio sus destinos —dijo recordando lo poco que vio a la hija de Hades—, ella estaba destinada a ser una cazadora por el resto de su vida inmortal.... Y mí destino y el de Nics fue entrelazado.

—Si tu quieres verlo así —dijo Minos serio hacía el hijo de la diosa de la primavera—, pero esos no son los versos de la profecía tuya Aarón Riddle.

Aarón se volvió a quedar callado, miro al hijo de Hades que estaba acostado en la bolsa de dormir, por lo que podían hablar tranquilos sin ser escuchados por él.

—Mi madre me menciono sobre esa profecía —dijo serio—, me dijo que no era sobre mí, ya que lo primero sería que llegara un niño prohibido a cumplir la gran profecía.

—Tienes razón lo más seguro es que esa profecía se cumpla antes que la tuya niño —dijo el fantasma con una sonrisa siniestra que no ponía nada tranquilo a Aarón—, pero ni Hades y Persefone tuvieran en cuenta una estrofa.

Aarón quería preguntar cuales eran esas estrofas que parecían tener a su madre tan preocupada.

—Del hijo de Inframundo y primavera, de un hijo de la muerte se perderá, su luz confundía estará, sus sentimientos mezclados por dos seres casi iguales... Pero diferente a él.

Aarón miro a Minos que seguía teniendo esa sonrisa que hacían querer mandarlo otra vez a las profundidades del Inframundo.

—Nico es el hijo de la muerte —protesto ante las anteriores afirmaciones—, es hijo del dios de la muerte.

—¿Hades es el único dios de la muerte? —se burlo el antiguo Rey de Creta—, no sabía que tu te tomabas tan a la ligera el trabajo de Tanatos... Después de todo es tu favorito.

En eso algo hizo click en su cabeza, Tanatos también es un dios de la muerte, era campeón de Hades, pero eso no cambiaba su esencia como dios.

—¿Tanatos tiene un hijo?

—Si —susurro serio—, y ya lo has conocido... Solo que no te has dado cuenta bastardo.

***

Luego de esas palabras del ente, siguieron unas dos horas más callados mientras Aarón le preparaba una sopa a Nico que ya debería de ser su turno de la guardia.

Cuando lo levantó no dijo muchas palabras, solo se dejó caer en la bolsa de dormir y dejo que Morfeo hiciera su trabajo de dejarlo en un gran sueño.

Los Príncipes del Inframundo (Nico di Angelo)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora