Los Príncipes del Inframundo (Nico di Angelo)

SEVEN|Great, now everybody hates me... Aarón in spring.

Genial, ahora todos me odian... Aarón en primavera.

Cómo era de esperarse las preguntas del mago, de nombre Draco Malfoy, no se hicieron esperar, la verdad no les costó mucho para que le creyeran, ya que bueno, la familia Black era descendientes de los dioses.

Tuvieron suerte de que los primeros días luego del incidente y la desaparición de Ginny Weasley, todo parecía que había vuelvo a la normalidad.

Pero Aarón estaba más que equivocado, por qué al igual que en el campamento, solo era cuestión de que solo unas dos personas supieras la verdad, como para que después el rumor se esparza como la pólvora.

Ahora todos, menos los de su casa, lo mirabas con desprecio, como si fuera una peste, la verdad no le importaba mucho.

Tenía a Nico a su lado, con eso le bastaba para ser honesto.

Pero cada día el 21 de marzo estaba más cerca, lo que significaba su cambió, su cambió de apariencia, pronto las flores volverías a florecer como él.

—Capaz día falta menos —dijo Aarón mirando el cielo estrellado.

La verdad le gustaba la tranquilidad de las noches en ese lugar, al no haber contaminación lumínica las estrellas se podían ver con mucha claridad.

Así como la constelación de la cazadora, una joven doncella que dio su vida por proteger al mundo.

Verla correr por el cielo nocturna como habría hecho ciento de veces junto a las demás cazadoras.

—El solsticio de primavera es un una semana Aarón —dijo Nico mientras leía un libro de mitología que encontró en la biblioteca.

Los mitos eran sorprendentemente la mejor arma de los semidioses, en ellos estaban las formas de acabar con los diferentes monstruos y dioses.

Pero ese mito en particular no era del agradó de Nico, las almas gemelas era algo que lo tenía realmente irritado.

El pensar que los humos eran inicialmente dos personas unidas que podían llegar a tener grandes habilidades les molestaba.

Los dioses por miedo, decidieron separarlos para que no fueran una amenaza.... Por eso todos siempre buscaban una parte que le faltaba.

Nico dejo de lado el libro mientras miraba de lado al hijo de su madrastra, sus ojos rojos cual rubis estaban viendo fijamente las estrellas en cielo, las estrellas que formaban las constelaciones en el hermoso cielo nocturno.

El aura que emanaba el hijo de Persefone era tan tranquilo que Nico pensó que podría estar viendo al chico sin cansarse.

Luego de un rato y de que la comida junto a Draco, ambos mestizos fueron a dormir sin tener en cuenta las miradas de odió que le habían dado en todo el día.

El año escolar no había sido muy largo, fue una ventaja el haber entrado a mitad del ciclo, por lo que las mentes de Nico y Aarón estuvieron listas paras los exámenes.

En algunas clases, como en pasiones solo habían sido superados por Draco y Hermione, quedando muy satisfechos ya que le habían bajado algunos puntos por su dislexia.

El único que no lo había hecho fue Snape que entendió su problema de escritura y solo se los corrigió pero no les bajó puntos (también para favorecer más a su casa).

***

20 de Marzo.

El cambio del pelo de Aarón se empezó a notar desde la mitad del día.

Su tono de pelo con cad ahora que pasaba parecía hacerse más claro, como si tuviera con poco decolorante que tardaba horas en hacer efecto en su lacio cabello.

Parecía que ese detalle solo lo habían notado Draco y Nico, ya que constantemente estaban tocando su pelo comparándolo con el mechón de esa misma mañana.

Draco era el más sorprendido, por lo que ese día había estado muy pegado a su amigo mirando su pelo y mirando las definiciones del rostro de Aarón. Las cueles también parecían ablandarse con el paso de las horas.

Sus ojos rojos cual rubí ahora parecían más claro casi dejando que el rosa se apoderada de ellos si no fuera por la luz que los oscurecía.

Sus mejillas altas y delgadas cual esqueleto parecían que de a poco se iban haciendo más gordas pero no al extremo.

Pero a Nico no le agrado mucho tenés a Draco todo el día pegado a ellos, era como un perrito siguiendo a sus dueños.

Pero al día siguiente, 21 de marzo, todos en Hogwarts parecían haberse dado cuenta del cambio de apariencia de Aarón.

Algunas chicas de la escuela y su clase le empezaron a coquetear, y aunque Aarón les decía amablemente que lo dejas que a él no le interesaban esas cosas, la chicas no parecían entender esas palabras.

Bueno, no lo entendieron hasta que Draco les gritó como si no hubiera un mañana.

—¿Que no entienden que el no quiere estar con ustedes Sangre Sucias? —dijo Draco enojado cuando una nacida de Muggles le empezó a coquetear a Aarón—, él no necesita a seres tan inferiores a su alrededor.

Las chicas empezaron a quejarse de la actividad de Malfoy, pero al recibir solo una mirada de odio de otros dos Slytherin parece que se dieron cuenta de que era verdad lo que el rubio platinado decía.

***

Las clases al fin terminaron, Aarón estaba arreglando sus cosas y pensando en lo genial que sería quemar toda esa ropa elegante que Walburga los obligaba a usar en la casa Black.

—Todo esto será un gran fuego para nuestra misión —dijo Aarón con una sonrisa a su amigo.

Nico le dio una sonrisa, ahora entendía lo que el hijo de Persefone le decía, es cierto que su aura no solo había cambiado, si no también su actitudes, más elegante y alegre.

Esa noche partiría el Expréss Hogwarts para Londres, por lo que la mayoría del viaje dormirían, por lo que Nico quería no dormir bien para que el cambio de horario no sea tan brusco.

—Bueno Ar, es una buena idea, capaz si llevemos un poco —dijo con una sonrisa a su amigo—, total... Tenemos la plata para volver a comprarlos.

Al llegar al gran comedor para la última cena del día, dieron por hecho por la gran decoración, que la copa de las cosas la había ganado otra vez Gryffindor.

Pero eso no dio mucha relevancia en la mente de los dos semidioses, que solo mirabas de reojo al trío de oro que los miraban con odio desde las mesas de los leones.