Los Príncipes del Inframundo (Nico di Angelo)

TWO|The mission to save Artemis

La misión de salvar a Artemisa

Nico no sabía por qué su mente le decía que podía confiar en Aarón, pero había algo en la misma aura del chico que le daba mucha confianza.

Luego de que Aarón descubriera para que había ido a buscarlo el hijo de Hades, este soltó un suspiro para ver qué no hubiera más de sus "hermanos".

—Vamos, antes de que mis hermanos se den cuenta y me manden a los campos de castigó —hablo el de ojos rojos.

Nico solo asintió aliviado de que Aarón decidiera acompañarlo, ambos fuera caminando rápido hacia la casa grande, y fue cuando Nico se dio cuenta de que la presencia de Arron no se sentía del todo.

Cuando ambos llegaron al lugar solo pudieron escuchar muy poco.

—Nosotras no menester su ayuda —escucharon la voz de una chica.

—Es necesitan, nadie usa esa palabra desde hace siglos —Dijo Thalía enojada.

Arron soltó un suspiro, Thalía era de su agrado, pero no soportaba que ella pensará que solo por ser hija de Zeus si o si todos tenían que seguirla.

Él desde que llegó supo a quién tenía que seguir, a quien iba a brindar si ayuda y ese alguien solo era Percy Jackson, nadie más.

La conversación no fue más que peleas de los campistas y las cazadoras para ver quienes iban a ir.

Hasta que una le llamo la atención.

—Como iba diciendo, me llevaré a Febe conmigo. Y me gustaría que Bianca viniese también.

Bianca se quedó patidifusa.

—¿Yo? Pero… si soy nueva. No serviría para nada.

—Lo harás muy bien —insistió Zoë—. No hay senda más provechosa para probarse una a sí misma.

Aarón vio que Nico estaba por levantarse para quejarse de que no quería que su hermana fuera a esa misión.

El "hijo" de Demeter lo agarró del brazo y lo bajo hacia su escondite y le tapo la boca.

—El llevar la contra a las cazadoras solo va hacer que la diosa Artemisa se ofenda y créeme, no es bueno ofender a una diosa —dijo serio él de pelo azabache.

Nico no sabía cómo reaccionar, sabía que él "hijo" de Demeter tenía toda la razón, no sabía todos los mitos, pero el de cómo cayó Troya solo por una manzana, eso ya le bastaba para saber que no tenía que ofender a un dios/sa.

—Vamos —dijo Aarón mientras arrastraba a Nico hacía otro lugar

—Pero... Quiero poder ayudar a Bianca —dijo enojado él semidiós.

—Somos niños Nico —dijo serio Aarón—. Ambos no sabemos ni como sostener una espada, bueno más vos que yo.

Nico se sentio algo ofendido pero decidió no decir nada ya que este tenía razón.

—Si quieres poder proteger a los tuyos, tiene que entrenar —dijo el de ojos rojos.

Nico por unos pudo ver cómo si los ojos rojos cual rubí estuvieran brillando llamando más su atención.