FOUR|Percy wins an enemy and almost loses an ally.

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PERCY SE GANA UN ENEMIGO Y CASI PIERDE UN ALIADO.

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Percy no sabía cómo es que todo esto había pasado, Luke parecía que estaba muerto pero al final respiraba que no.

Había logrado salvar a Annabeth y que ella no se uniera a las cazadoras, pero había perdido a Thalía que se había unido a la caza.

Ahora los tres estaban en la casa grande, luego de dar los detalles y luego de que regañaran a Percy por haberse escapado del campamento.

Quirón los miraba con expresión sombría. Sentado junto al fuego en su silla de ruedas, parecía muy viejo. Es decir, era viejísimo, sí, pero normalmente no lo parecía.

-Dos años pueden parecer mucho tiempo -dijo-. Pero no es más que un abrir y cerrar de ojos. Aún tengo la esperanza de que tú no seas la criatura de la profecía, Percy. Pero si lo eres, la segunda guerra de los titanes está a punto de comenzar. El primer golpe de Cronos será contra el campamento.

-¿Cómo lo sabes? ¿Por qué ha de importarle el campamento?

-Porque los héroes son las herramientas de los dioses -dijo Quirón-. Destruye las herramientas y los dioses quedarán muy tocados. Las fuerzas de Luke acudirán aquí. Mortales, semidioses, monstruos... Tenemos que estar preparados. Las noticias que ha traído Clarisse tal vez nos den alguna pista sobre cómo piensan atacarnos, pero...

La puerta fue tocada y por esta entraron dos semidioses, Aarón Riddle con su ahora parece típico pelo negro y ojos rojizos, y Nico di Angelo.

Nico tenía una hermosa sonrisa mientras que Aarón no, como si no quisiera estar en ese lugar en realidad.

-¡Eh! ¿Y mi hermana?

Se hizo un silencio mortal. Percy miró a Quirón. No podía creer que nadie se lo hubiera dicho. Y entonces comprendió por qué: habían esperado a que aparecieran ellos para decírselo en persona.

Era lo último que Percy deseaba hacer, pero se lo debía a Bianca.

-Nico. -Se levantó de su confortable asiento-. Vamos a dar una vuelta, ¿vale? Tenemos que hablar.

-Yo me quedo aquí Nics... Después te alcanzo.

Aarón solo le dio una sonrisa y se sentó donde había estado antes Percy y por primera vez Percy sintió envidia por algo tan insignificante.

Ambos hijos prohibidos salieron de la casa y en esta solo se quedaron los dos recién llegados y Quirón junto a Aarón.

-Ahora voy a salir... Se perfectamente que Nico no se va a tomar bien la noticia.

-¿Cómo?

Por un momento Annabeth empezó a hacer conclusiones en su cabeza.

-No. No soy hijo de Hades -dijo Arron serio-. Soy hijo de su esposa... El reino de los muertos también me pertenece... Más en estas épocas del año.

-¿Por eso tu cambio de apariencia y su de pintura aura a muerte?

-Bingo Grover.... Mí apariencia al igual que la de mí madre cambia con el cambio de estaciones... En verano y primavera ambos tenemos un aura de vida y sereno... Es cuando estamos junto a Demeter... Mientras que en invierno, nuestra aura es fría y muerta, por qué estamos en el inframundo.

Aarón se levantó del asiento y fue hacia la puerta, dónde la abrió, permitiendo que el aire frío se adentrarse al lugar.

-Nos vemos... Capaz el próximo verano o no se.

El chico salió del lugar y fue en busca de su amigo, estaba preocupado no iba a negarlo, no podía imaginar el dolor que podía llegar a estar sintiendo su amigo.

-¡No! -gritó Nico-. ¡váyanse!

El suelo retumbó, Aarón fue hacia donde se escucha el grito, al llegar vio como unos guerreros-esqueletos eran absorbidos por una grieta.

Silencio.

En el lugar donde hacía unos segundos habían estado los esqueletos se veía ahora una marca de seis metros que recorría en zigzag el suelo de mármol del pabellón. No quedaba ni rastro de los guerreros-esqueleto.

Aarón no dudo mucho y fue corriendo donde estaba su amigo, este al verlo llegar sintió un poco de alivio.

-¿Cómo has...?

-¡Vete! -chilló-. ¡Te odio! ¡Ojalá estuvieras muerto!

Cuando Aarón llego al lugar donde estaba Nico, este lo agarro del brazo y empezó a correr, para luego ambos terminar internados en el bosque.

***

Ambos chicos corrieron como si su vida dependiera de ello, Nico no sabía que estaba pasando, tampoco quería entenderlo.

Cuando ambos al fin pararon de correr Aarón miro por unos segundos a Nico, este se sintió juzgado.

Pero cuando estaba por reclamarle al hijo de Persefone, este lo callo dándole un abrazo.

-Tranquilo Nics... -dijo acariciando él pelo del chico-. Es normal sentir miedo de los poderes que nosotros tenemos.

Nico quiso decir algo, pero ambos fueron arrastrados por una sombra que los dejo en un lugar oscuro y ellos solo pudieron abrazarse por el miedo.

Cuando abrieron los ojos se encontraron en una gran sala, parecía una sala sacada de un libro de fantasía, pero esta se veía más tétrica que otra cosa.

Aarón se levantó del piso y se inclino en forma de respeto.

-Saludos... Madre y su Majestad Hades.

Nico no sabía cómo reaccionar, pero intento hacer lo mismo que Aarón aunque sentía la mirada de odio de la mujer que recién ahora vea.

Cuando la analizo bien se dio cuenta de que era muy parecida a Aarón, pelo negro azabache, piel pálida y rasgos finos.

Solo que sus ojos no tenían un que cambiaban de tonos constantemente, no eran como los de Aarón, que tenían un color rojo que hacía que se perdieran en ellos.

-Nico... Hijo.

En ese momento, Nico entendió por qué Aarón dijo que ambos podían llegar a tener miedo de sus poderes.

Ambos eran hijos de los reyes del inframundo... Pero ambos eran hijos bastardos.

-¿Padre?

Nico quería poder hablar con él, pero al ver la mirada de la reina del inframundo lo único que pudo hacer fue quedarse callada... Algo en ella le daba miedo.

-Bueno... No quiero que este niño este mucho tiempo frente a mí... Diles tu lo que va a pasar con ellos.

Nico sintió miedo, tenía miedo de que esa mujer haya convencido al que al parecer era su padre y que esté lo matará por ser un niño prohibido.

Hades soltó un suspiro cuando vio como su hijo por inercia se ocultaba frente al hijo de su esposa.

Los Príncipes del Inframundo (Nico di Angelo)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora