Capítulo 9

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Prem maldijo mientras usaba sus poderes telequinéticos para abrir la puerta del dormitorio y empujar a Boun hacia el otro lado para poder enfrentarse a los Daimons.

Con un grito de rabia, Boun abrió la puerta de una patada y regresó de nuevo a la pelea.

Levantando la mano para conseguir más fuerza detrás de sus poderes mentales, Prem le tiró nuevamente y, esta vez, puso la cama delante de la puerta para mantenerle fuera.

Boun estaba de pie en el pasillo vacío, boquiabierto. ¿Qué demonios? Trató de volver a su habitación, pero no pudo. Escuchó cosas romperse y personas maldiciendo, pero estaba cerrada eficazmente.

La ira estalló en él.

—Ah, no, no lo harás.

Sus poderes se alzaron, los utilizó para teletransportarse al cuarto donde Prem estaba rodeado por Daimons. Manifestó dos cuchillos KA-BAR y después persiguió a los Daimons con todo lo que tenía.

Prem se volvió al sentir una nueva presencia en la habitación. Esperando que fuera otro Daimon, se quedó inmóvil al ver a Boun noquear a dos Daimons con un poderoso golpe. El corazón le martilleaba y en ese instante sintió sus poderes de DarkHunter disminuir, mientras que los viejos recuerdos lo destrozaban y sacaban su ferocidad.

No era a Boun a quien veía ahora. Era a Ioel.

La luz del fuego había parpadeado contra su piel oscura y su pelo cuando Ioel la había empujado hacia la habitación de su hija.

—Toma a Ree y poneos a salvo.

Prem se había negado obstinadamente.

—No sin ti.

Había puesto la mano sobre su vientre, donde el bebé estaba pateando y lo besó en los labios mientras los atacantes Daimons irrumpían en la casa.

—Vete, Prem. Ahora. Piensa en nuestros hijos, no en la batalla.

Las Amazonas nunca retroceden. No se retiran.

Luchan.

El sonido de madera astillada hizo eco por toda la casa mientras los Daimons invadieron, gritando la victoria.

—¡Papi!

El grito aterrorizado de su hija lo había alejado de su esposo y corrió a la habitación con todas sus fuerzas. Sin embargo, su avanzado embarazo lo había dejado sin aliento y tambaleándose. Temblando, había cogido a su asustada hija en los brazos abrazándola contra el, mientras la cólera hervía en su interior.

Quería sangre por esto.

El sonido de los muebles destrozándose y el choque de acero resonaba en los oídos mientras buscaba una vía de escape.

No había ninguna.

Tenía que conseguir poner a salvo a su bebé...

Prem se dirigió a la sala, pero fue detenido por un destello en la habitación iluminada por el fuego.

Y entonces lo vio. Una espada stroke había atravesado el pecho de Ioel y le había hecho tambalearse hacia atrás. La sangre manaba sobre él cuando el Daimon se movió para tomar su alma.

Su propio grito se había atascado en la garganta mientras aferraba a su hija y sentía la vida de su bebé nonato en el vientre. En esta condición, no era lo suficientemente fuerte como para llevar a su hija a través de la sala no si quería dejar atrás a los Daimons.

Regresó corriendo a la habitación de su hija.

—Debajo de la cama, Ree. Ahora.

Puso a su hija en el suelo y la vio correr para esconderse.

˗ˏˋ 20 BounPremˎˊ˗Donde viven las historias. Descúbrelo ahora