Prem se detuvo cuando alguien llamó a la puerta justo al amanecer. Él y Boun estaban preparándose para ir a la cama.
—¿New? —Era el candidato más probable para ser el que les molestaba a esta hora.
Boun se encogió de hombros.
—Entre —gritó él.
No era New.
La puerta se abrió para mostrar a Saint. Una vez más, tenía esa palidez enfermiza en la piel, como si estuviera sufriendo o a punto de lanzarse sobre ti. Se apoyó pesadamente contra el marco de la puerta, como si no tuviera la energía suficiente para mantenerse de pie por sí mismo.
—Lamento molestaros, tíos. Pero quería daros un regalo de emparejamiento.
Prem estaba conmovido por su amabilidad. Los Were ya les habían estado malcriando con regalos y buenos deseos.
—No tenías que hacerlo, Saint.
—Sí, tenía que hacerlo. —Le entregó una pequeña cajita de madera. Una que parecía antigua.
Prem la tomó y abrió la tapa. En el interior había un amuleto de color verde que brillaba con poder etéreo.
—Es hermoso.
Prem alargó la mano para cogerlo, pero Saint lo detuvo.
—Es tu alma.
Prem le miraba boquiabierto mientras Boun se acercaba para colocarse detrás de él.
—No lo entiendo.
Saint le dirigió una lánguida sonrisa.
—No tienes que entenderlo. Basta decir que Artemisa se ha comprometido a dejarte ir.
Estaba incrédulo. ¿Cómo era posible?
—¿Tú hiciste esto?
El familiar tic apareció de nuevo en la mandíbula de Saint.
—Mew estableció las reglas. Pero eso nos es importante. Os la quería dar a vosotros, tíos, tan pronto como fuera posible. ¿Sabéis cómo funciona?
Prem tenía una idea básica a partir de los rumores que había oído sobre otros DarkHunters que habían sido liberados.
—Tengo que morir y Boun tiene que liberar mi alma para que vuelva a mi cuerpo.
—Esa es una explicación al estilo de Mew. Tienes que descubrir qué drena tus poderes de DarkHunter y luego hacer que tu corazón deje de latir. En el momento en el que exhales tu último aliento, el amuleto tiene que ser colocado sobre la marca de doble arco y flecha, y debe ser sostenido allí hasta que vuelvas a la vida. Va a quemar como fuego y si Boun lo suelta incluso por un nanosegundo antes de que respires de nuevo, pasarás la eternidad como una sombra. —Las sombras eran escalofriantes fantasmas que jamás podían ser oídos o vistos por otros. Apariciones invisibles que pasaban la eternidad en perpetua hambre y agonía. Era aterrador ser una.
Saint cerró la tapa de nuevo.
—Buena suerte a ambos.
Cuando empezó a salir, Prem le detuvo.
—Tengo una pregunta.
—¿Sí?
—¿Tengo que volverme humano de nuevo?
Saint dudó antes de responder.
—No. Es tu alma y puedes hacer con ella lo que te plazca. A partir de este momento, estás técnicamente, libre de Artemisa y tus poderes son sólo tuyos. Pero si no regresas tu alma al cuerpo, tendrás las mismas limitaciones que antes. No serás capaz de tener hijos y no podrás caminar a la luz del día. Y lo peor de todo, estarás fuera de nómina.
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˗ˏˋ 20 BounPremˎˊ˗
FanfictionOso dominado ╭────➣⁀➷ ׂׂૢ │❝ Resúmen adentro ❞ ╰───────────────➢ೃ