Capítulo 13

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Boun se detuvo en la puerta de la oficina del Santuario. Igual que hacía siempre que entraba y veía el escritorio vacío de su madre, sintió un nudo en el estómago. Nadie había movido nada de lo que estaba sobre él. No habían tenido corazón para hacerlo. Incluso el último bolígrafo que su madre había usado estaba justo donde lo había dejado, al lado del teléfono. Era tan extraño. Y mientras se mantuviera de esa manera, él seguía esperando verla ahí, mirando por encima del borde de las gafas mientras esperaba que él dijera algo.

Tenía sentimientos encontrados en lo que a ella se refería. La había amado más que a nada y sin embargo...

No había sido realmente amorosa. Una verdadera mamá osa en todo el sentido de la palabra, había sido feroz y severa. Aunque podía mostrar afecto, especialmente hacia aquellos que favorecía como Griffe, Bastien, Kyle y New, no había sido fácil para ella. Había esperado sólo lo mejor de ellos y había sido realmente rápida para dejarles saber cuándo le fallaban. Más que todo, jamás se había abstenido de castigar severamente a cualquiera de ellos, incluyendo a sus favoritos, cuando creía que la habían jodido o que habían puesto en peligro a la familia.

Pero no era por eso por lo que estaba allí o por lo que estaba estimulado. La única cosa que necesitaba tener en la mente ahora mismo era a Prem.

Había ido allí buscando a New. Estaba sentado en el escritorio a lo largo de la pared justo como lo hacía cada día mientras se encargaba del papeleo. Como su madre, podía ser realmente desagradable cuando se interponían en su camino o lo interrumpían, pero había una bondad innata en él que suavizaba incluso sus peores estados de ánimo.

—Hola, cariño —dijo con una sonrisa cuando alzó la mirada y le vio. De alguna forma, siempre había sido capaz de diferenciarlo de sus idénticos hermanos—. ¿Cómo les está yendo en el Club Charonte?

—Nos estaba yendo genial hasta que un demonio entró y raptó a Prem.

New jadeó.

—¿Has visto a Tay? Traté de llamarle pero saltó directamente el buzón de voz. —Y esa era la razón por la que había regresado al Santuario. Necesitaban que Tay siguiera el rastro del demonio tan pronto como fuera posible.

—Está con Remi ayudando a descargar un envío en el congelador. ¿Necesitas que te ayude a buscarlo?

Eso explicaba la mala recepción telefónica. El acero del congelador era tan grueso que ni siquiera un arma nuclear sería capaz de penetrarlo.

—Gracias, pero preferiría que te mantuvieras al margen esta vez. No quiero estar sacándote de otro mundo demoniaco en un futuro próximo y estoy seguro que Tay siente de la misma manera.

New emitió un sonido de irritación.

Cuando comenzó a salir, le detuvo.

—¿Boun?

—¿Sí?

—¿Estás bien? —Vio la preocupación en su rostro mientras le estudiaba—. Te ves... extraño.

¿Extraño? Se sentía horrible. No sabía por qué pero seguía reviviendo la noche en que sus hermanos habían muerto. Estaba devorado por ese mismo sentimiento de indefensión y lo odiaba. No podía soportar la idea de que alguien que le importaba estuviera en peligro.

Prem no es nada para ti. No realmente. Ellos eran poco más que extraños.

No se sentía así. Había una parte de Prem que vivía dentro de él aún cuando sabía que jamás podrían ser nada más que amigos.

Quizá sexo ocasional.

No pienses en ello. Especialmente no con su hermano mirándole. Eso simplemente era espeluznante como el infierno.

˗ˏˋ 20 BounPremˎˊ˗Donde viven las historias. Descúbrelo ahora