Me encontraba sentado en el banco de siempre, esperando a Martin. Hoy le iba a contar el porqué había estado faltando toda la semana pasada, y así, lo de Álvaro.
Sabía que se lo iba a tomar bien, pero a una parte de mí le daba miedo contarlo.
Por fin vi a Martin llegar, me sonrió como saludo y se acercó al banco para sentarse.
Pero bueno Paul Thin si sigues vivo, espero que tengas una buena excusa para haber desaparecido una semana entera.
La verdad que la tengo, y te va a gustar yo creo.
Uy, ¿Qué has hecho?.
Es...es por Álvaro.
¡Álvaro!, no me digas que te declaraste, salió mal y has estado encerrado deprimiendote sin hablarme.
No, no, tranquilo-. Hice una pausa-. De hecho...es todo lo contrario.
¿Cómo?.
A ver te cuento desde el principio.
Cuenta, cuenta.
El día que Álvaro se fue a casa de Bea de repente fui a hablar con él, me dijo que estaba rayado conmigo y que no entendía lo que le pasaba, y se fue para intentar olvidarme. Pero cuando me contó eso le dije que nos pasaba lo mismo, y pues...
¿Os besasteis?-. Me preguntó y yo bajé la cabeza como respuesta.
Ala que fuerte ¡os besasteis!
Sí Martin sí, nos besamos-. Me miró sorprendido-. Pero te tengo que contar más.
Los detalles te los puedes ahorrar eh.
No es eso imbécil-. Puse los ojos en blanco y este se rio-. Pasamos toda la tarde en casa de Bea, y como se hizo de noche nos dijo que nos quedáramos a dormir.
¿Dormisteis juntos?.
Me temo que sí.
Estáis cansadísimos tío, ni yo con Juanjo fui tan rápido.
No nos quedaba otra opción Martin.
Sabes perfectamente que Álvaro podría haber dormido con Bea.
Ya, pero sin embargo prefirió conmigo.
Dios mío Paul-. Dijo Martin super emocionado-. Bueno, ¿hay más?
Sí-. Seguí contando-. Por la mañana Álvaro se levantó con fiebre, por eso falté, por estar cuidándolo.
No puedes ser que mono eres Paul.
Martin podría haberlo hecho por ti.
Ya pero es distinto y lo sabes.
Ya, bueno que no he terminado.
Espera, ¿en tu casa dormís juntos?.
Tenía que vigilarlo por si se ponía peor.
Ahora mismo si no estuviéramos en medio de la facultad chillaba-. Dijo Martin eufórico-. Bueno y qué más.
El viernes me lo llevé al cine, cuando él supuestamente odia el cine.
Si Álvaro no lucha dejo a Juanjo-. Los dos nos reímos-. Me alegro tanto por ti Paul, ojalá salga genial porque te lo mereces-. Le sonreí como respuesta-. Oye esto hay que contárselo a Rus y Kiki, deberíamos hacer una quedada grupal para conocerle y que venga Bea también.
Estaría guay la verdad.
Hola chicos-. Dijeron Ruslana y Chiara, que venían de la mano dando saltitos, a la vez.
Buenas-. Respondí amablemente.
Ala pero si sigues vivo-. Dice Ruslana sentándose al lado de Paul, Kiki, se sentó con Martin-. ¿Estabas enfermo o qué?
Martin y yo nos miramos, ellas también deberían saberlo, pero todavía no.
Oye chicas os apetece que quedemos el sábado en la cafetería de siempre, y os cuento.
Que misterioso-. Dice Martin.
Vale perfecto-. Se miran Chiara y Ruslana, respondiéndome la segunda, y se levantan-. Bueno nos vamos, hasta luego.
Adiós-. Nos despedimos Martin y yo cuando ellas se levantan y se van como han venido.
¿Crees que convencerás a Álvaro?.
Eso espero.
...
Hola-. Saludé a Álvaro cuando llegó al punto en el quedamos siempre en la salida.
Hola Amor.
Creo que nunca me había puesto tan rojo como en ese entonces "amor", como una palabra tan simple podía sonar tan bien. Realmente me había gustado. Él me miró, de repente parecía preocupado, sin embargo yo tenía una sonrisa que nada me la podía quitar de encima en ese momento.
Perdón se me ha escapado.- Se puso la mano en la boca, algo avergonzado.
Eres adorable hasta liándola.
Cállate que tu pareces un langostino.
Oye.- Los dos nos reímos-. Me ha gustado que lo sepas.
¿Sí?, perdón enserio te lo juro que me ha salido solo porque se lo digo a cualquiera.
Álvaro tranquilo en serio que no ha sido para tanto-. Este bajo la mirada, avergonzado-. Venga vamos.
Una vez ya en casa, estábamos comiendo, uno sentando en frente del otro en la pequeña isla de la cocina, y decidí contarle a Álvaro lo que me había propuesto Martin.
Oye Álvaro-. Levantó la mirada del plato y me miró.
Dime.
Se lo he contado todo a Martin, se ha alegrado mucho.
¿Si?, que guay.
Y me ha dicho que le gustaría quedar para conocerte y así.
¿Solo con él?
Bueno en realidad...a todos mis amigos, que somos cuatro eh, pero lo que quieras.
Sin problema, si a mí me encanta socializar-. Me dijo sonriente.
Perfecto, a y trae a Bea también, si quiere.
Vale-. Me dijo ilusionado.
...
Al día siguiente cuando llegué a clase, me encontré con Martin y fui a hablar con él, que estaba con Chiara y Ruslana apoyados en la pared de fuera de clase.
Buenas-. Saludé a los tres y me miraron.
Holi-. Respondieron Ruslana y Chiara.
Hola-. Me dijo Martin con su buen royo de siempre.
Oye, ¿estáis libres este sábado?
Siempre lo estoy-. Respondió Martin.
Madre mía, Paul Thin proponiendo planes que no sean ir a la biblioteca.
¿Te han suplantado la identidad o algo?-. Preguntó Kiki con sarcasmo.
Que graciosas-. Se miraron entre ellas y se rieron-. Bueno pero podéis o no?
Siempre estoy libre, y Kiki viene conmigo a dónde sea, así que sí-. La última simplemente sonrió.
Vale guay pues si queréis podemos ir a la cafetería que hay por el centro.
¿Vamos solo los 4?-. Me preguntó Martin.
No, os voy a presentar a dos amigos míos, que seguro que os caen bien.
¿Dos amigos?-. Martin levantó una ceja, las chicas ya estaban a lo suyo y no habían escuchado lo último, yo como respuesta simplemente le guiñé un ojo.
ESTÁS LEYENDO
La melodía de las amapolas
RomantizmÁlvaro Mayo - Un chico bastante simple, el típico popular que todos conocen pero que apenas tiene amigos. Estudia derecho y su mayor hobbie es leer. En muy pocas ocasiones escucha música, por lo que no conoce casi nada de la industria musical y nunc...