10. Ahora o nunca

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Lunes, un día el cual se parecía a el primer día del año. La similitud entre ambos era: las promesas personales.

Usualmente las personas se ponían a reflexionar sobre su vida y decían algo como "empezando la semana cambiare aquello", al igual que lo hacían cada inicio de año, cada inicio de mes, o en una fecha múltiplo del 5.

Este era el caso de un enérgico pelimorado que a medida que avanzaba por la entrada de la escuela, ejercía presión en la correa de su mochila y miraba hacia los árboles que adornaban el instituto.
Ese sería el día en que debía tomar una importante decisión en su vida amorosa.
Suspiraba, no se veía del todo convencido pero el estar solo por mucho tiempo le llevaba a sobrepensar tanto al punto de actuar por impulsos.

A pesar de la resaca del día anterior y lo nublado de sus pensamientos no pudo no asistir a la escuela debido a sus entrenamientos, entrega de proyectos y una exposición que tendría en la clase de inglés.
Al menos agradecía que aquella semana de Septiembre era la última y pronto estarían temporalmente de vacaciones, al menos así funcionaba en su escuela.

Estudiar idiomas si que era algo complicado viéndolo desde el punto que aveces confundía la gramática francesa con la italiana aunque no tuviesen demasiada similitud, era sólo que en sus pensamientos ya no cabía la comprensión de estos temas.
Pero aquel problema se terminaba hoy, o al menos eso esperaba.

Entro al salón de artes en busca de Maisie, pues está había olvidado su bolsa en su apartamento por la reunión de la noche anterior.

Ahora lo que menos quería era toparse a Chester recordando que su amiga le había dicho que compartían aquella clase juntos.

—Heyy, Maisie!

—Oh, hola Fang. —la joven morocha de cabello bicolor se levantó una tipo máscara que tenía mientras esculpía una especie de barco —¿que te parece? He estado trabajando por meses en esto!

—Es lindo, de verdad eres buena con este tipo de cosas —se acercó y pasó ligeramente su dedo por la construcción echa de fibra de vidrio, recordando la vez en que su amiga le invitó a él y a Buster a jugar con las plastilinas.

Quizá una especie de trampa para recalcarles a ambos lo genial que era manejando ese tipo de cosas mientras que ambos chicos apenas y podían formar una bolita de arcilla y encima les salía deforme.

—Bueno, después de todo no está tan mal esta clase extracurricular.. por cierto, hoy me siento mucho más aliviada. —Fang inquirió con una de sus cejas y la contraria prosiguió —Claro, es que hoy no vino Chester. Quizá sea eso.

Después de soltar aquellas palabras echo una pequeña risa, y Fang le siguió por amabilidad.
Le dejo la bolsa y se despidió de ella puesto que sus clases comenzaban pronto.

Al menos era algo no tan complicado para comenzar el día, sólo tenía una sesión de sociología y podría irse a descansar un rato en las bancas o comer una que otra cosa.

A pesar de no ir con tanta prisa su rápido caminar le hizo chocarse contra alguien, por suerte nadie tuvo la desfortuna de caerse, sólo había sido el golpe.
Fang pensó en simplemente pedirle disculpas y seguir su camino pero la otra persona al reconocerlo no lo dejo ir tan fácil.

—Hey! pero si eres tú —añadió la chica de tez bronceada con una sonrisa en sus facciones. —Por cierto, lo tenías bien escondido eh! —rió.

—¿Ah..? ¿de que hablas, Shelly? —la expresión del chico era una de confusión, ¿ahora que había echo? Por un momento comenzó a preocuparse e imaginar de más.

—Oh.. pues de tu novia —Shelly se mostró igual de confundida ante la expresión del pelimorado, esperaba otra reacción —Hoy he visto en las redes que una tal Janet subió una foto.. pero te etiqueto a ti y me di cuenta que era un tipo de publicación más romántica, ¿no la haz visto?

Nadie como tú. [FangxEdgar]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora