8. Dia de sorpresas

280 29 13
                                    

El día siguiente después de haber tenido su reconciliadora noche con sus sentimientos ambos ahora se encontraban aún más al borde de la duda, de si lo que durante la noche sintieron era real o un "acto reflejo".
Era domingo, Edgar había accedido al último a pasar la noche en la casa de Fang, por su puesto cada quien en una habitación distinta; mientras el emo miraba al techo recostado sobre uno de los muebles, nuestro protagonista hacía lo mismo desde su recámara. Miró la hora, eran apenas las 8:00 am y ninguno tenía un pendiente por lo que no se les veía preocupados, al menos no por tareas o trabajo.

Fang dio un largo suspiro antes de reincorporarse sobre su cama, con los pies sin tocar totalmente el suelo, pero en una postura de 90 grados, acercó su mano a su mesita de noche y tomó su teléfono de esta prendiéndolo así para ver el causante de tantas notificaciones. Aunque tampoco es como que fuese sorpresa saber que el remitente era Buster con 2 mensajes, Janet con 5 mensajes y otras notificaciones que no tenían tanta relevancia.
Abrió en orden.

[Buss 🕶️🔥

Broooo, felicidades por tu guión. Ayer estaba ocupado y no pude contestar a tiempo 7:30am

¿Una carnita hoy o q? 7:31am ]

Sonrió, tenía razón, habría que hacer algo con sus amigos, quizá invitaría a Edgar aprovechando que estaba en su casa y no tendría muchas excusas, pero si invitaba a Edgar no podía invitar a Janet o viceversa, suspiro de nuevo y se limitó a responderle un: "Claro, te llamo luego, Bus".

[Janet <3✨

Holis, Fang 7:20 pm

Muchas felicidades, esto hay que festejarlo 💗 7:20pm

Fui a verte pero quizá debí haber avisado 8:40pm

Como sea, iré mañana por la mañana, no podrás escaparte esta vez ;* 9:00pm

Buenos diasss<3 compre tu comida favorita, te veo en 10 min 7:58am ]

Todo parecía bien.. checo la hora y vio que ya eran las ocho con cinco minutos.

—Mierda.

No vio ni cómo pero se levantó lo más pronto que pudo de su cama, acudió al baño a arreglarse un poco y al salir simplemente cambió su playera de pijama por una más casual, una blanca que le ceñía levemente el contorno de su cuerpo. Se hizo una coleta y salió con prisa de su cuarto, pronto llegó a la sala pero su sorpresa fue no ver a su amigo sobre el sofá como lo había dejado la noche anterior, no sabía si sentirse aliviado o más preocupado, lo llamo por si acaso.

—¿Edgar? —tampoco es como que pudiese perderse en un departamento chico.

—En la cocina.

Escucho unas palabras a cambio y camino hacia allá, noto al chico dándole la espalda mientras se encontraba algo concentrado en lo que parecía picar algo. Se acercó y colocó su mano sobre el hombro del antes mencionado, mismo que dio un pequeño saltito de sorpresa y le dedicó una mirada neutra al pelimorado.

—¿Tienes hambre? —preguntó con curiosidad olvidando por completo a lo que había ido.

—No.

—¿Entonces por qué picas tomates? —quitó su mano y se cruzó de brazos con una sonrisa de medio lado en su rostro.

—Hmp —aquello que parecía un bufido fue la única respuesta que recibió.

Edgar tomó el plato con rodajas de tomates y lo llevó a la mesa en donde habían ya dos platos, cada uno contenía un pan tostado cubierto de aguacate, un huevo estrellado cocido tendido sobre este con especias espolvoreadas y aún lado de la tostada había un poco de lechuga. Fang al seguirlo y ver aquel escenario se sorprendió bastante que mentiría si dejara que no le daban ganas de saltar y abrazar al emo, tanto por la emoción como por agradecimiento y aquel sentimiento que rondaba en su pecho y jamás pudo ocultar del todo.

Nadie como tú. [FangxEdgar]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora