A la mañana siguiente la alarma de Fang sonó puntual a las 7 de la mañana, debía de ir por sus padres al aeropuerto y estos le habían indicado que llegarían por la mañana, no les gustaba esperar demasiado y es por ello que el pelimorado ya se había echo a la idea de levantarse a buena hora.
Pero no contaba con el reciente suceso... Ni siquiera quería recordarlo, la noche anterior en cuanto llegó a su casa se lanzó a llorar por casi toda la madrugada, quería dormir para despertar y que al día siguiente todo haya sido un mal sueño, que Edgar le dijera que había echo el desayuno, le diera un beso en la frente y le dijera lo mucho que lo quería.
Al abrir los ojos y ver que aquello jamás sucedió sintió el vacío nuevamente en su pecho. Sus ojos acuosos le advertían con volver a llorar, pero no quería, no quería seguir llorando y mucho menos cuando debía de ir por sus padres.
Sus padres... ¿ahora que les diría si les había hablado mucho sobre lo linda que era su relación?
Por más que trataba de no acordarse de aquello cada cosa que realizaba, por alguna u otra razón, conectaba con sus recuerdos, aquellos que ahora le dolían más que ponerle feliz.*
Después de haber ido por sus padres y mostrar la sonrisa más grande que pudo haber formulado ahora todos se encontraban comiendo algo en su pequeño comedor.
Fang era actor y por eso sentía que no se le dificultaba fingir por un par de horas.. pero sabía que no podía hacerlo por días y que tarde o temprano tendría que hablarlo con sus padres.
—¿Y como va la escuela, Fang? —la tosca voz de su padre le sacaba de sus pensamientos, era la típica pregunta que le hacía cada que se veían lo que le hizo sonreír de manera sincera.
—Va bien.. he ascendido en el taller de artes marciales.. y actualmente compito por ser el mejor del curso —su padre le miraba orgulloso, él sólo le había dicho lo que él contrario quería escuchar.
—Mucha escuela, ahorita está de vacaciones— le recriminó su madre hacía el señor mientras se dirigía a su hijo con una atenta mirada —Mejor cuéntanos... ¿que hay de quien nos querías presentar? —la adulta sonrió ligeramente.
Nuevamente un especie de escalofrío recorrió la espina dorsal de Fang, jugó con sus manos por debajo de la mesa pensando en que decir.
—Aaah si, sobre eso —desvió la mirada y soltó una risita nerviosa. —Pues verán..
Pronto alguien toco la puerta principal, Fang se sobresaltó pero a la vez pensó que aquel que les interrumpía sería su salvador.
—Iré a ver —rápidamente se levanto, hizo una reverencia pidiendo "perdón" por abandonar el lugar y salió de aquella situación.
Al estar en la puerta principal sujeto de la perilla pero lo pensó demasiado, ¿y si era él? Suspiro, nuevamente sabía que no era cierto pero siempre le gustaba pensar que en algún momento así sería.
—Hey, ¿Buster? —le interrogó con la ceja, no esperaba su visita aunque tampoco le desagradaba.
—Hola, Fangcito —sonrió ampliamente —Me auto invite y traje golosinas—elevó la bolsa de compras que tenía en una mano agitándola con diversión —También sirve que me cuentas que te dijo el loco de Chester.
El recordarle eso sólo le hizo lanzarle una mirada fulminante.
—Luego hablaremos de que le diste mi número y mi dirección ! —infló los cachetes y se cruzó de brazos
—Se que estuvo mal!! Y por eso te he traído tus galletas favoritas —rió suavemente y saco el paquete de estas mostrándoselas, sin poder evitarlo Fang sonrió a cambio.
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Nadie como tú. [FangxEdgar]
FanfictionDonde un atleta extrovertido adoptó como su mejor amigo a un introvertido emo, ambos disfrutaban de la dinámica aunque Edgar no lo aceptara mientras que Fang hacía lo imposible para darle indirectas de su amor. El asiático se enamoró de él, ¿pero q...