Konohana ;✧ BakuTodo

Sesenta y uno

Katsuki estaba mirando con recelo al par de enanos que estaban jugando con unos autos de carrera en las barras de los juegos infantiles. 

Acompañado por el mismísimo Hitoshi Shinso, Neito y Suntae.

Akihiro tendría un sábado completo lleno de Megumi. Y sinceramente, él pensó que el mocoso pondría más resistencia /como él/. Pero en realidad, su hermano era el más divertido con la situación, porque 'Memi me entiende Tou-Chan' y nadie le pudo debatir eso.

Shouto iba a venir, pero tuvo que ir a trabajar con Touya temprano y después iría a la visita semestral con la enfermera de la U.A., así que no pudo venir, así que el único que estaba era Neito, paseándose (Seguro evitando dejarlos solos y que terminasen golpeándose entre ellos) e intentando quitarle a Suntae, alias distracción a Shinso, que se ponía a llorar cada vez que parecía que lo iban a cambiar de brazos.

—¿Esto va a ser así todos los sábados?.

No es que odiase estar cerca del otro par, estaba aburrido y no tenía con que entretenerse. Aparte las cosas con Shinso estaban tirantes desde el asunto de Geten en el estacionamiento, porque la situación del Hospital a este bastardo solo lo desorbito ese día, pero después de lo de Geten estaba mucho más quedito.

No le gustaba para nada.

—Ellos no tienen instintos aún.—Dice Shinso, acariciándole la espalda al bebé que sigue balbuceando mientras lo mira.—Yo sé que tú crees que esto no tiene ningún sentido, pero estando cerca de su destinado cuando sea mayor, no le va a dar esa ansiedad y podrá funcionar como persona normal.

—Todo el mundo puede controlar sus impulsos.

—¿Y mantener los pensamientos intrusivos bajo control, no marearse solo porque le pongan una mano encima, o confundir tu realidad con los deseos de tu alfa? No todo el mundo puede hacer eso.

Dice, Suntae asiente con la cabeza, balbuceando 'babaabab' en su dirección, como si estuviera completamente de acuerdo. 

Shinso lo adora, se dio cuenta desde el día de la boda que lo tuvo en brazos toda la jornada, ni le dolieron los brazos. Seguro por eso Neito lo trajo consigo, para evitar que Shinso se involucrara en una discusión con él. 

Muy inteligente, de hecho.

Katsuki recuerda que Akihiro era un bebe pesado y se cansa de solo recordarlo.

—Estoy pensando seriamente que te cae mejor Suntae y su balbuceo interminable, que yo.—Dice Neito entregándole un café amaretto en las manos  y dejando el de Shinso en la banca para hacer el ademán de tomar al bebé.

—No creo que haya mucha diferencia, tú hablas hasta por los codos.

Responde Katsuki inmediatamente, toda su costumbre.