Capítulo 24

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—Kats, espera un momento —susurró, notando cómo el rubio deslizaba una mano bajo su uniforme mientras ponía el seguro del baño con la otra— No podemos hacer esto aquí.

Katsuki parecía no escuchar y continuó plantando besos en el cuello de Shoto.

Habían salido de clase hace apenas cinco minutos, Bakugo dijo que necesitaba ir al baño, y Shoto, por cortesía, decidió esperarlo afuera. Sin embargo, no esperaba que Katsuki lo agarrara del brazo y lo arrastrara adentro.

—Podrían entrar en cualquier momento —intentó advertir, pero fue interrumpido por un suave beso en los labios.

—Todos deben estar yendo a sus malditas habitaciones —dijo Katsuki, acercando más su cuerpo al de Shoto— Además, ya hemos hecho esto aquí antes.

—Lo sé, pero...

Katsuki simplemente rodó los ojos y levantó a Shoto en brazos para colocarlo sobre el lavamanos, mientras empezaba a acariciar sus muslos y a besar sus labios. Shoto suspiró suavemente entre los besos y rodeó el cuello de Katsuki con sus brazos. Algo que ambos sabían perfectamente, era que Katsuki siempre terminaba persuadiéndolo.

Todoroki dejó escapar un leve gemido al sentir la prominente erección de Katsuki presionando contra su entrepierna.

—¿Ves lo que provocas en mí? —preguntó cerca de su oído, con la voz ronca.

—Katsuki... —jadeó mientras la mano del rubio empezaba a acariciar su semi-erección.

Bakugo comenzó a desabrochar los botones del uniforme de Shoto, sus ojos brillaban con deseo. Una vez que el pálido abdomen de su novio quedó al descubierto, comenzó a recorrer su clavícula y pecho con los labios. Shoto enredó sus dedos en los cabellos rubios de Bakugo y dejó caer su cabeza hacia atrás, entregándose por completo.

(...)

Midoriya se alejó del lugar con las mejillas un poco ruborizadas. Había visto a Shoto esperando en la entrada de los baños y se dispuso a acercarse a él, pero justo en ese momento alguien tiró de Shoto hacia adentro con brusquedad. Un poco sobresaltado, Midoriya se aproximó a la puerta y escuchó el sonido del cerrojo al cerrarse, además de oír los susurros de Shoto pronunciando el nombre de Bakugo. Ya podía imaginar lo que estaban haciendo. Se aseguraría de no volver a usar esos baños.

Salió de sus pensamientos al escuchar pasos rápidos acercándose a él.

—Midoriya —lo llamó Kirishima— ¿Has visto a Bakugo? Se supone que habíamos quedado para entrenar pero no lo encuentro por ninguna parte.

—Oh... —no sabía cómo decirle a Eijiro— Pues... no lo he visto...

Kirishima frunció el ceño al notar el nerviosismo de Midoriya.

—¿Estás bien?

—Sí, sí... no te preocupes... —respondió, forzando una sonrisa.

—Bueno, si lo ves, dile que lo espero en el campo de siempre —dijo, antes de continuar su camino— Voy al baño.

Cuando Kirishima estuvo a punto de entrar al baño, Midoriya se interpuso frente a él.

—Si no quieres presenciar algo... incómodo, te sugiero que busques otro baño —advirtió.

Kirishima frunció el ceño, confundido, pero luego sus ojos se abrieron ampliamente al comprender lo que Izuku insinuaba.

—No me digas que... —Midoriya asintió con la cabeza— Oh, por dios... —murmuró incrédulo— Nunca más volveré a usar este baño.

—Te aseguro que yo tampoco —concordó.

(...)

Camie soltó el humo de su cigarrillo por la boca y dejó caer el resto al suelo antes de aplastarlo con el pie. Se abrochó la chaqueta que tenía puesta, notando cómo empezaba a hacer frío. Una sensación de frustración la invadió al recordar cuando estuvo a punto de separar a Todoroki y Bakugo. Su plan iba perfecto hasta que, inexplicablemente, lograron reconciliarse. Todo su esfuerzo parecía haber sido en vano.

Perfect [BakuTodo]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora