Stella no podía estar más feliz, pero a la vez, más deprimida.
Era una contradicción inmensa, pero tenía sus razones.
En primer lugar, sus Diosas, ¡Las Señoras Supremas de G.O.D.S.! ¡La seleccionaron a ella y a un pequeño grupo de Hadas entre toda la población de Titania para servir en Su gran plan!
Sin embargo, en segundo lugar, ella debía dejar Titania.
Tenía el derecho de llevar a su familia con ella si lo deseaba, pero no quería hacerlos abandonar su hogar. El maravilloso Pueblo de Hadas del Palacio del Pacto de Titania. Sería no solo egoísta, sino mezquino y cruel... ¿Quién le desearía algo tan horrible a su propia familia? Stella simplemente no podía encontrar lugar en su corazón apartar a sus seres queridos del Reino de los Dioses, de los Señores Supremos.
Por lo tanto, después de un divorcio en buenas condiciones y fuertes despedidas, fue reunida junto a 500 Hadas a las afueras de Titania. Si bien se les dió la oportunidad de rechazar la participación y partida de Titania, nadie se negó a ser útiles para las Señoras Supremas. Simplemente no había cavidad para rechazar tal honor, tal noble y sagrado deber.
Justo en el lugar donde fueron reunidas, se encontraba nada más ni nada menos que la Condesa Demonio, Juliana Miss Perfect, una de las creaciones de los Señores Supremos, esperándolos con una escolta de 1000 soldados Hada.
"¡Saludos, pequeñas Hadas~!" La Demonio anunció. Su voz simplemente emanaba amor y aprecio, calidez y cariño, dando sentimientos de familiaridad y paz en los corazones de las Hadas.
De piel blanca como el mármol, un cabello acorde hasta las rodillas, con algunas trenzas aquí y allá. Un par de cuernos brotaban de la zona posterior de su cabeza, pegados a esta hacia adelante y luego apuntando hacia arriba, divididos en placas con marcas rojas.
Era una belleza que todas las Hadas idolatraban, como lo hacían con todas las creaciones de los Señores Supremos. Labios negros cual carbón, pero brillando ante el reflejo de la luz, ojos rojos como fresas, delineador negro, un lunar por debajo de su ojo izquierdo.
Proporciones apropiadas y modestas, dignas de una doncella de alto rango.
Un gran vestido negro sin hombros, pero con mangas holgadas, dejando las delicadas manos descubiertas, con un par de anillos de plata en cada una.
El vestido dejaba un busto interesante pero pequeño en forma de ventana, mientras se extendía para actuar como gargantilla al mismo tiempo. Tenía decoraciones como huesos de alguna criatura rodeando su cintura y estómago, con piedras preciosas como ojos rojos con una pupila vertical negra en su vientre y a lo largo de la falda, también recubierta de huesos, como si actuaran de soporte.
Sus pies estaban cubiertos por la falta del vestido, pero todos en Titania sabían que la creación de, principalmente, el Señor Supremo Sasagae~ tenía unos hermosos tacones negros. Después de todo, eran la moda últimamente. Y Juliana siempre iba a la moda~
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Overlord Fic: La Rosa Roja y la Rosa Negra
FantasyYggdrasil. Un juego multijugador de realidad virtual de escala masiva en la Tierra del 2138. Normalmente, trataría de la historia de un hombre solitario que se aferra al pasado en un departamento estéril en el Neo-Japón. Pero Yggdrasil, aunque no er...