Hekkeran miró lo que estaba enfrente suyo... Y no podía creerlo.
¿Cómo podía después de todo?
Un noble rico los envió a ellos, montones de grupos de Trabajadores del Imperio a investigar esa luz que se pudo apreciar elevándose en el cielo incluso desde la capital del Imperio de Baharuth. Arwintar.
Era solo una misión de reconocimiento, pero aún así, era sospechoso el que reunieran a tantos grupos y de tanto renombre. Desde Green Leaf, Heavy Smasher en su totalidad, Tenmu y hasta su grupo, Foresight.
Pero el dinero era dinero, y la maga de su grupo, Arche, realmente necesitaba dinero.
De hecho, todavía no lo habían hablado, pero Hekkeran lo sabía. Su grupo iba a disolverse con el tiempo. Roberdyck, el clérigo del grupo, seguramente iba a sumarse a algún templo en la capital. Arche quería mudarse con sus dos hermanitas a algún lugar lejos de la capital, lejos de sus padres ex-nobles que estaban endeudados a más no poder. E Imina y él querían sentar cabeza y vivir como amantes normales en alguna casa de dos pisos con el pronto hijo de la pareja.
Y con la recompensa que ofreció este noble, bien podría ser su última misión como equipo...
Pero, nuevamente, su misión era investigar esa luz en lo profundo del bosque de Tob. Nada que normalmente sería peligroso ni especial fuera del origen de tal luz.
Se encontraron con extrañas estructuras, en su mayoría vacías y sin nada relevante, y pajaros negros extraños que parecían querer chillar, pero no soltaban sonido, y finalmente, se encontraron algo increíble.
Una muralla.
Hecha de una piedra tan blanca como la luna, y más dura que la adamantita... De cientos de metros de alta. Impenetrable. Claro, esa era la evaluación exagerada.
Luego de una discusión con el grupo, decidieron aprovechar la noche para revisar la muralla, y encontraron una puerta abierta. Era masiva, claro, tanto como para ser más grande que las del palacio del emperador...
Y al cruzar la puerta... Pareciera como su hubieran entrado a otro reino. Al reino de los Dioses.
Un palacio enorme, brillante como un faro. Del que brotaban cascadas por ventanas, y... Era indescriptible.
Casi creyeron que estaban traspasando las puertas de algún reino legendario oculto...
Pero no había nadie.
"Esto es... Extraño..." Arche había susurrado en su momento, sintiéndose inquieta por el silencio de la noche en la magnífica ciudad que parecía sacada de un cuento de hadas... Viva y fantasiosa, pero al mismo tiempo, callada y sin movimiento.
"Si... Es como una ciudad fantasma... Pero no muestra señales de degradación por el tiempo... Ni siquiera de que la naturaleza lo reclame..." Roberdyck había murmurado, mirando una de las casas arquitectónicamente increíbles.
Claro, existía la posibilidad de que hayan Golems o cosas así que mantenían el lugar por orden del alguna vez muerto gobernante de este lugar, pero no había señales de eso por ahora...
Imina se mostraba inquieta. Tenía todos sus sentidos como Arquera y guardabosques al máximo... Y no sentía nada más que los pasos de los demás Trabajadores... Era tan... Antinatural... Aterrador incluso.
"... Revisemos una de las casas." Hekkeran propuso en ese entonces, y luego de una confirmación con el resto del equipo, irrumpieron en una casa cualquiera.
Era... Un tesoro por sí solo. Todos los objetos allí, desde tenedores hasta muebles, eran tesoros, tanto por valor por sí solo como artístico. Después de todo, incluso la cuchara de madera era mágica, y las sartenes más viejas estaban hechas de platino encantado.
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Overlord Fic: La Rosa Roja y la Rosa Negra
FantasyYggdrasil. Un juego multijugador de realidad virtual de escala masiva en la Tierra del 2138. Normalmente, trataría de la historia de un hombre solitario que se aferra al pasado en un departamento estéril en el Neo-Japón. Pero Yggdrasil, aunque no er...