Cap 34

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La ciudad-fortaleza de Nakicloa antes había sido uno de los poderosos puntos de defensa contra los Hombres Bestia.

Con tantos recursos y poder defensivo, que uno podría estar asediando por meses, y la defensa no cedería. Esto refiriéndose a términos Semi-Humanos, teniendo en cuenta que existían algunos que podían volar, cavar, trepar, etc, por lo que podían ser años para asedios humanos.

Hoy en día, sin embargo, no era más que un matadero.

Con su muro sur derrumbado, sus casas destrozadas y forzadas, y los habitantes siendo tratados como literal ganado por los invasores, los Hombres Bestia, el bastión que una vez sirvió para resistir cualquier ataque que venga de Semi-Humanos que logren pasar las otras 7 fortalezas... Ahora era una fortaleza de gritos de dolor, desesperación y Semihumanos.

Era un Infierno... Un verdadero matadero y una escena de horror y voracidad... Al menos para los humanos.

Para los invasores, los Hombres Bestia, esto era un paraíso, en cierto modo. Un banquete.

Los humanos, después de todo, no eran más que comida para ellos. Al ser superiores en la mayor parte de las aptitudes físicas a los humanos, más o menos cada 5 soldados humanos eran equivalentes a uno de los Hombres Bestia.

Sin contar a sus líderes, claro. Uno solo de ellos podría lidiar con ejércitos humanos, como el Rey León, Lehónyds, líder de los Hombres León. O Lord Taserghaus, líder de los Hombres Guepardos.

Cada uno de ellos eran amenazas de mínimo nivel oricaldo en sus propias áreas. El líder de los Hombres Zorro era uno de los asesinos más temidos y hábiles. El Líder de los Hombres Águila era el arquero más poderoso. El Señor de los Hombres Oso era tan fuerte, que podía hacer temblar la tierra con solo uno de sus puños.

Entre eso y la gran cantidad de Hombres Bestia después de la Alianza de Tribus para lidiar con la escasez de comida causada por los altos números de Hombres Bestias, los humanos no tenían ninguna posibilidad.

Montones eran devorados rápidamente. Eran criados como ganado dentro del poco tiempo que tenían para seguir vivos.

Muchos incluso eran exportados hacia las tribus para que puedan empezar a ser criados en granjas.

Claro, habían manjares que, más o menos, retrasaban la ganadería humana, pues los Hombres Bestia veían los embriones humanos de 7 meses como manjares exquisitos.

Sea como sea, poco a poco, pero con bajas mínimas y muuuucha comida, los Hombres Bestias estaban tomando control del Reino Dracónico.

"Kuku~ Más al norte se encuentra la capital~ Es decir, comida de primera calidad~" Uno de los Hombres Bestia más grandes, un Hombre Oso, dijo con una sonrisa depredadora, con muchos riendo de anticipación para tal cosa.

"Haremos granjas de humanos~" Otro dijo, un Hombre Lobo, con expectativas reales, pues la carne humana era muy rica entre las diferentes opciones que habían.

"Keke~ Quizás para más que eso~" Un Hombre Tigre dijo con una mirada con un deseo diferente... Aunque todos sabían que este era medio raro...

"¿Hm? Líder." Uno de los jóvenes llamó al Hombre Bestia más grande, apuntando hacia arriba.

Éstos miraron las manchas en las nubes blancas y el cielo azul. Quedaron dudosos... Nunca habían visto algo así, que no sea una bandada de pájaros...

Aunque, poco tiempo después se dieron cuenta que no era muy diferente de eso... Pues eran criaturas voladoras... Pero no cualquiera...

"¿¡Dragones!?" La sorpresa golpeó al grupo entero.

Overlord Fic: La Rosa Roja y la Rosa NegraDonde viven las historias. Descúbrelo ahora