Interludio 16.5

44 5 4
                                    

Ella... ¿Cómo se llamaba?

Ah, cierto. Ella era Balam, la Sirvienta número 51 de la Serie de las Sirvientas de la Limpieza Diabólica.

Su corazón sintió un cosquilleo de alegría. Después de todo, podía servir a las Señoras Supremas, limpiando su maravilloso palacio~

Era algo extraño, pero recordaba muy vagamente su existencia como una creación de los Señores Supremos. Incluso se le revolvía la cabeza al intentar pensar en su creador... Pero estaba segura que fue Lord M4v3r1ck12.

Ella no era como las otras Sirvientas. Ella era única. Única en su clase, pero a la vez... Débil.

Si se la comparaba con cualquiera de las demás Sirvientas, por mucho que todas estén en el nivel 1, con equipamiento de clase Alta en forma de trajes de sirvientas personalizados, ella, Balam, era la más débil de las sirvientas.

Solo por una cosa.

Ella era una humana.

Mientras que hermana mayor de todas las sirvientas, Bael, era una Demonio, o la hermana número 11, Gusion, era una Ángel Caída, o la hermana número 41, Focalor, era una Oni, ella, Balam, la número 51, era una humana.

No sabía porque Lord M4v3r1ck12 la había hecho una humana, pero no iba a cuestionar la inmensa sabiduría de los Señores Supremos.

Se levantó de su cama maravillosa, y fue inmediatamente al baño.

Como humana, tenía necesidades molestas para su deber como sirvienta de los Señores Supremos, pero ella fue creada así, y no se quejaría con sus Señores por su decisión de hacerla como era.

Se miró al espejo después de asearse apropiadamente, y sonrió.

Un rostro tierno, bonito, piel clara, ojos azules y claros como el cielo, y cabello rubio largo hasta la cintura.

Acomodó su diadema de sirvienta, y con paso alegre, salió de su habitación.

Y allí la esperaba la Santa Sirvienta, María, en pocas palabras, tanto la Jefa de las Sirvientas, como la ídolo de las 51.

"¡W-Wah! ¡L-Lady María!" Tropezó un poco, pero se recompuso, dando una profunda reverencia ordenada. "¿Qué la trae por aquí?"

"Hm... Tu eres... Balam, ¿Cierto?" Preguntó con una ceja levantada, con ambas manos apoyadas sobre su bastón frente a ella.

¿Por qué la Jefa de las Sirvientas le preguntaba algo que debería saber? Bueno, no era quién para cuestionar a su superior.

"¡Si! ¡Lady María! Mi nombre es Balam." Le sonrió educada y obedientemente, respondiendo al instante.

"... Claro. Ejem. Mis disculpas por preguntar. Pero estás unos 2 minutos tarde." Dijo mientras sacaba un reloj de bolsillo dorado con una cadena desde un bolsillo en alguna parte de su vestido.

Balam parpadeó, y efectivamente... Eran 2 minutos más tarde de lo indicado para el 'desayuno'.

Palideció, mirando horrorizada el reloj, con su manecilla más larga moviéndose conforme pasaban los segundos.

Balam se reincorporó, y dió una reverencia aún más profunda, sudando.

"¡Mis más sinceras disculpas, Lady María! ¡No sé qué pasó! ¡D-Debería de haberme levantado 30 minutos a-antes de-!"

"Está bien..." Dijo la Sirvienta Santa.

"¿Eh?"

Acaso... ¿La estricta y perfecta María estaba dejando pasar este desliz?

Overlord Fic: La Rosa Roja y la Rosa NegraDonde viven las historias. Descúbrelo ahora