"¿¡C-Cómo es esto posible!? ¡Soy el gran Catritus! ¡El Rey de los Hipocampo! ¿¡Cómo puedo estar perdiendo contra alguien de la superficie en mi propio reino!?" Catritus gritó de desesperación mientras cargaba como un torpedo hacia su enemigo.
Sin embargo, este ignoró en cierta medida el estado de Catritus.
"[Water Mine] [Teleportation]" El Demonio desapareció luego de dejar una especie de sello en su lugar, que dejó de ser visible después de un segundo.
Catritus abrió los ojos, y chocó de lleno con la mina acuática, que lo mandó a volar lleno de heridas contra una de las paredes de su palacio.
"Hm... Decentemente fuerte... Más que la mayoría de entidades que me he encontrado." El Archiarqueólogo apareció en otro punto de la sala del trono.
Habían pasado unos días desde que decidió sumergirse a las profundidades del océano en busca de entidades que derrotar y devorar.
Y de hecho... Ahora estaba en el nivel 83.
El océano era un territorio inexplorado por todos los seres de la superficie, excepto por algunas pocas excepciones como los Dragones, que de todas formas no se molestaban en ir al océano más que para tragar algunos peces o moluscos.
Por lo tanto, estaba lleno de entidades de buenos niveles y fuerza. Entre ellos, el Rey de los Hipocampos, un hombre musculoso con un cuerno en su frente, una especie de crin de caballo por su espalda, y dos patas de caballo seguidas de una cola de pez.
Era tan fuerte, o tal vez más, considerando que estaban en el agua, como para derrotar fácilmente a esa paladina que se encontró en su ataque a esa ciudad donde fue derrotado.
Y como el Archiarqueólogo estuvo consumiendo y devorando alma tras almas, o más bien, experiencia por experiencia, de criaturas marinas como Krakens, Sirenas, Tiburones, etc, que al ser tan antiguos incluso, o fuertes, daban mucha experiencia cuando el Archiarqueólogo los devoraba, era casi el doble de mejor que simplemente devorar a todos los humanos del Reino Santo.
Y claro, con la desaparición de depredadores tan poderosos, habría un auge de peces y demás, y por lo tanto, desarrollo marítimo y pesca, que permitiría que los humanos pudieran reproducirse y alimentarse, solo para que el Archiarqueólo vuelva y devore el exceso. Un plan maravilloso.
"[Hellfire Arrow]" Cantó. La flecha de fuego rojo se manifestó en medio del agua, haciendo que esta hierva a su alrededor.
Si fuera solo una [Fire Arrow], esta se apagaría, y tendría una potencia reducida. Sin embargo, gracias a que era fuego infernal, cosa que solo se podía extinguir por medios santos o cosas así, el agua no pudo hacer nada ante este, y la flecha salió volando hacia Catritus a una gran velocidad.
El Hipocampo herido por la [Water Mine] gimió mientras su estómago era atravesado por la flecha, con un elemento que le era débil si estuviera fuera del agua... Por fuego... Sumado al demoníaco, al cual no tenía ninguna resistencia, Catritus vomitó sangre mientras su interior era hervido rápidamente.
El Archiarqueólogo apareció enfrente de Catritus, y agarró su cuello.
La máscara del Demiurgo se rompió para formar una boca, y algo sorbió.
Catritus no tuvo las fuerzas para resistir, y algo etéreo salió de su cuerpo y entró al Archiarqueólogo, haciendo que el cuerpo de Catritus caiga sin fuerza alguna.
El Demonio tarareó alegre, después de todo, después de consumir todas las fuerzas armadas de los Hipocampos y a su rey, subió 4 niveles incluso dentro del gap del nivel 80.
Consideró donde poner el nivel recién ganado, y se decidió por uno más en Archidiablo.
Dejó el cuerpo ahí, antes de pensar un poco, y apuntarle con un dedo.
ESTÁS LEYENDO
Overlord Fic: La Rosa Roja y la Rosa Negra
FantasyYggdrasil. Un juego multijugador de realidad virtual de escala masiva en la Tierra del 2138. Normalmente, trataría de la historia de un hombre solitario que se aferra al pasado en un departamento estéril en el Neo-Japón. Pero Yggdrasil, aunque no er...