Interludio 1.5

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"... Okey, am... Alucard, voy a cambiarme, puedes esperar afuera." Dont dijo tosiendo un poco en su puño para aligerar su incomodidad.

"Eso haría que esté expuesta a cualquier ataque en mi ausencia, mi Reina..." El caballero dijo algo dudoso. "Pero está bien, sus deseos son órdenes." Exclamó después de dar una reverencia, dándose la vuelta y caminando hacia la puerta hasta salir por ésta, cerrándola detrás suyo.

"Fuu... Que presión es tener a alguien que puede cortarme la cabeza de un espadazo en un instante..." Dont suspiró, soltando un poco del estrés que estuvo resistiendo. Finalmente sola, desde de que 'comenzó' el día al menos, Dont se derrumbó en la hermosa cama doble de su habitación, con sábanas negras con símbolos que solo podrían llamarse 'demoníacos'. "Fua... Es increíblemente suave~ Solo my sis es tan suave~" Farfulló mientras disfrutaba de las sábanas.

Tenían una calidad que seguramente harían babear a los más ricos de la Tierra. Y sólo pudo agradecer a cualquier Dios que la haya traído aquí.

Pero de un salto, se alejó de la cama, y se dió un par de palmadas en las mejillas.

"No, no. Hay que probar algunas cosas, no a dormir. Tienes un momento sin Alucard ni Black Abyss ni nadie. Solo los bichitos que están en el baño esperando atacar a cualquier invasor que entre por curiosidad..." Dont habló en voz alta, y caminó hacia otra habitación.

La habitación era un armario gigante, lleno de ropas. Desde apenas lo suficientemente apropiado para vestir, hasta armaduras de cuerpo completo y armas.

No eran especialmente cosas fuertes, sino solo decoración y cosas que a Dont le gratificaba tener en su ropero. Una satisfacción femenina que no podía cumplir en la Tierra debido a lo cara que era la ropa.

En especial la hecha de elementos orgánicos y naturales como la seda o la tela.

Se detuvo frente a un conjunto de armadura, y agarró la espada al lado de tal conjunto.

"A ver..." Hizo un movimiento rápido, y blandió la espada hacia un costado libre.

Frunció vagamente el ceño cuando la espada pareció querer deslizarse de su agarre, pero aún se mantenía firme entre sus manos. El golpe no fue tan fuerte como podría haberlo sido, solo causando una brisa tan ligera que movió algunos vestidos.

"Hm... Deberá ser que mis clases de Asesina me permiten blandir espadas cortas, y algunas espadas pesadas pero con penalización severa... ¿Y si uso un martillo?" Lamentablemente, Dont no tenía un martillo en su ropero, así que no podría probar tal teoría. Pero se limitaría a usar las armas que tendía a usar en primer lugar.

Aunque era bueno saber que tenía la disponibilidad de usar algunas armas de tal gamma, y las reacciones que podría tener si usaba armas fuera de las permitidas por sus clases.

La nueva reina de Titania dejó la espada, y empezó a explorar el ropero. Ahora solo disfrutando de la belleza de tener tanta ropa tan hermosa solo para ella.

Collares, joyas, zapatos. El sueño de toda mujer no marimacho en primer lugar.

No por ser sexista ni nada, pero Dont estaba segura que a cualquiera le gustaría tener objetos preciosos y que se vean genial en uno mismo.

Incluso tenía el intento de ropa que Hanzel había hecho para ella. No era un conjunto de armadura, era solo un montón de ropa cosplay que el tipo intentó que ella usara en su avatar.

No tenía quejas con la idea y el diseño, y usó un par en privado cuando no había nadie conectado, pero nunca le dijo a Hanzel ni a nadie que en realidad no vendió tales artículos.

Overlord Fic: La Rosa Roja y la Rosa NegraDonde viven las historias. Descúbrelo ahora