Cap 36

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"Eso sería todo, señora." Asintió una Hada hacia la inmigrante de edad avanzada, con una sonrisa educada, mientras el papel que había que ser firmado y llenado fue efectivamente hecho.

"Muchas gracias, jovencita." La anciana devolvió la sonrisa.

"Ahora, si pasa por la puerta grande a la izquierda, se encontrará con una pequeña fila que le dejarán con el encargado de verificar quien entra a la ciudad. Muestre este papel y de todos sus datos personales básicos, y podrá entrar sin problema. Si necesita crear una tarjeta de identificación, puede hacerlo en la Sede de Registros Civiles una vez dentro de la ciudad, y podrá disfrutar de todas las ventajas de ser una ciudadana de Deorum Regnum." Con eso, la Hada dió una leve reverencia ante la anciana, y esta solo tarareó.

"Ya veo. Muchas gracias, querida."

"Un placer. Disfrute su estadía."

Con eso, Rigrit Bers Caurau, siguió las indicación para poder, no solo seguir pasando por una vieja viajera que solo vino por curiosidad, sino para, efectivamente, entrar en su objetivo.

Deorum Regnum.

Actualmente, estaba en su ciudad más cercana al Consejo de Argland. Según la Hada, o bueno, una humana extremadamente bella según Rigrit podía identificarla debido a la falta de características raciales visibles, que la atendió, esta ciudad... 'Piedra del Sol'... ¿Por qué se llamaba así? Bueno, según la chica, había uno de los 5 grandes monumentos de Deorum Regnum, aquí.

Claro, eso de por sí no tenía sentido.

Deorum Regnum había sido fundado ni siquiera hace 1 año y ya tenían 5 monumentos, ciudades amuralladas, etc... Era imposible. Ni siquiera los Lords Dragón, obligando a todo los Ciudadanos del Consejo Argland, usando su Magia Salvaje, su propia fuerza, y demás, podrían construir tan malditamente rápido.

Mucho menos en un territorio tan masivo como lo fue el Imperio de Baharuth, el cual aparentemente estaba hecho cenizas bajo las nuevas piedras de mármol de Deorum Regnum.

Quiso interrogar a la recepcionista, pero no quería parecer sospechosa.

De todas formas, una vez hecho los trámites necesarios para ingresar a la ciudad... Bueno... ¿Estaba segura de que no estaba en la capital...?

¿Cómo podía ser una ciudad fronteriza tan hermosa...?

Literalmente todo estaba construido con mármol... Bueno, en su mayoría.

Las calles empedradas por pulido y brillante mármol... Edificios blancos y perfectos... Incluso había una mansión también de mármol alrededor de una gigante pirámide hecha con piedra pulida y perfecta que parecía brillar en un aura divina, mientras una gigante piedra circular con forma simple de sol flotaba sobre la punta de manera mística, realmente soltando rayos de sol, pero sin hacer que la ciudad sea más brillante de lo que es normalmente, solo mejorando la pura belleza del lugar...

Esto... Sip. Era imposible que lo hayan construido sin que nadie se entere, y en menos de un año.

Este monumento... La Piedra del Sol, Ocelotonatiuh... Era definitivamente un objeto que no era de este mundo, o al menos era un artefacto legendario de tierras lejanas que Rigrit nunca había visto.

Miró a sus costados, viendo que había muy poca gente... 'Humanos', y Semihumanos...

Solo que convivían en paz.

Se podían ver varias tiendas, y cómo varios comerciantes que seguro eran de Argland iban y venían. Eran pocos, claro, pero habían.

Entendía que el Consejo Argland aceptó un acuerdo comercial abierto con la recién creada nación de mármol, por lo que no le pareció raro que la ciudad más cercana a Argland, no portuaria, claro, esté siendo visitada por comerciantes.

Overlord Fic: La Rosa Roja y la Rosa NegraDonde viven las historias. Descúbrelo ahora