Donatello siempre fue alguien dedicado a su trabajo como científico, creyendo únicamente en lo que su amada ciencia le decía
¿Magia? ¿Cuentos de hadas?
¡Eso es una perdida de tiempo!
Pero quizás... Esta chica de especie desconocida pueda volverse su...
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"Aún va aprendiendo a amar correctamente
Pues la violencia fue su lengua de amor
Ese fue el único "amor" que recibió
Incluso de parte de mamá"
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Claro que su bella sonrisa ocultaba mucho dolor ese día, sobre todo después de aquella reunión con su madre. Había salido mal esa vez. Con un corte en los labios, un ojo morado, un moretón en el abdomen y un brazo rajado.
¿La razón? Habia fracasado tocando en su arpa una de las canciones favoritas de su madre, varias veces... Y sumando que su madre había pasado un mal día, la mayor había decidido descargar su furia en su delicada hija.
Fácil fue simplemente decirle "perdón" luego de todo, mostrándose falsamente arrepentida para que su hija la perdonará.
"Es mi madre, me ama..."
Pensó ella, así que la perdono, como tantas veces.
Se tuvo que ir a casa con el cuerpo temblando por la golpiza que le dió, cayendo directamente al suelo una vez cruzado el portal. Todo su cuerpo tiriteaba de frío, miedo y dolor... Se arrastró hacia el baño que conectaba con su cuarto y se arranco el elegante vestido que traía y su banda elástica antes de meterse a la ducha.
Miro su vestido, era su favorito... Y ahora estaba destrozado gracias a su madre. Sintiéndose mal por su prenda, solo pensó en como podría repararla o conseguir otra igual.
Apoyaba la espalda contra la fría pared del baño mientras disfrutaba la sensación de pasar del temblor del frío a la relajación ante el agua caliente de esa ducha, una experiencia reconfortante y placentera. Cuando estaba temblando del frío, su cuerpo estaba en un estado de tensión debido a la sensación de frío y la contracción de los músculos para generar calor. Al entrar en contacto con el agua caliente de la ducha, gradualmente sentía cómo el calor penetraba en su piel y comenzaba a relajar los músculos.
