05/socias

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VIOLETA HÓDAR

Por lo general, las personas que fuman me parecen ridículas, una forma estupida de darle menos vida a tus pulmones, pero en chiara... era extrañamente adictivo ver como con cada calada la punta del cigarillo se ponía roja para después convertirse en ceniza.

-Ya?, o nos quedamos hasta que tus pulmones se pongan del mismo color que la ceniza?.
-Estaba por terminarlo.-lo apagó en el cenicero y la miró de arriba abajo-
-¿que?-mentiría diciendo que no tembló bajo esos ojos verdes- se te perdió algo guiri?

Error, clavó sus ojos en los míos de una manera diferente a todas las demás, no me retaba en ellos, no me estaba provocando, le salió natural esa mirada que se igualaba a la de un felino, y yo?, me puse a temblar, sentía mis piernas débiles, y como si el destino escuchara mis súplicas, mi celular sonó, entonces desconecte nuestras miradas y contesté el móvil.

-¿si?, hola Samu..., ya lo se, disculpa no tuve tiempo de avisarte, estoy en el Star, no te preocupes. samuel no te enfades, estoy bien, estoy con chiara, vale, ahí estaré, chao, besos.
-Tu chico te reclama?-chiara apareció por la espalda poniendo en alerta los sentidos de la pelirroja-
-¿donde estabas?.
-Justo detrás?-rió- vamos anda, tu chico debe estar preocupado.
-¿porque lo dices con ese tono?
-Cual?, el de "tu chico?"-repitió con cierta burla en el tono-
-¿te hace gracia que tenga novio, o que Oliver?
-No entiendo porque atarte a alguien a tan temprana edad.
-Bueno, algunas tenemos la suerte de conocer al amor de nuestras vidas a esta edad.

Salí camino a pagar y Chiara venía detrás.

-la cuenta ya esta pagada señorita.

Me giré en busca de la guiri y tenia mi bolsa en sus manos esperándome para salir, simplemente la seguí al coche y después de la costumbre que ya se nos habían generado de que ella me abriera la puerta, me subí al asiento de copiloto.

-Gracias.
-No es nada.-guiñó el ojo y sonrió-
-Debes dejar de hacer eso.-ahora fue la granadina quien clavó sus ojos en chiara, quien no tenía problemas en sostenerle la mirada-
-Y porqué?
-Porque debes parar.
-¿porque me lo dices tu?-la retó-
-Pues si, porque lo pido yo.
-yo no soy tu novio violeta, no tengo porque hacerte caso.
-Por supuesto que no eres Samuel.

Retiré mis ojos de los suyos y el coche se puso en marcha, ninguna volvió a decir algo, simplemente dejamos que la música aliviara el extraño ambiente que había al rededor.

Bajamos de nuevo a la preparatoria y sin dudarlo salí en busca de samuel, a quien giré del hombro para besar sus labios, y besarlos bien.

-creo que sobramos Samu, disfruta campeón.-se retiraron sus amigos dejándonos solos-

Cuando me separé voltee a mis espaldas y no, ni había rastro de chiara, le salía natural eso de escabullirse.

-¿y chiara?-preguntó el chico-
-Pues eso me gustaría saber. -dije en un susurro-
-¿el que?
-Nada, que te digo que no se, habrá ido al baño. ¿Nos vamos?.
-claro princesa, vamos.

Recorrí cada rincón de la universidad con la mirada rápidamente para ver si la encontraba y si, efectivamente, la vi entrando de la mano de la pelirroja al salón de música.

-Vaio?, vienes?
-Si!, perdona, bebí algo de alcohol, es todo.-besé sus labios una vez mas y me dirigí a la puerta, esperé unos segundos pero no, la puerta no se abrió por obra de magia, <<¿que mas da?, Es un estupido gesto vintage>>,abrí y me subí mientras samu me ponía al día con las clases.

CULPA DEL DESTINO|kiviDonde viven las historias. Descúbrelo ahora