41| Sutileza

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CHIARA OLIVER

Casi en cuanto llegamos nos habíamos puesto los trajes de baño, el calor era abrazador.
Armamos la sombrilla que nos incluye el paquete, tiramos algunas toallas sobre la arena y abrimos la hielera que habíamos traído llena de bebidas.
Nos quedamos unos cuantos minutos tomando el sol, pero después decidimos ir en busca de uno de los tantos restaurantes que rodean la zona.

-Que te va' a cae' kiki!-Vio le reñía a la inglesa, quien decidió que era buena idea dar volteretas sobre la arena-
-Dejala, dejala!, me va a enseñar!-Alex intentaba imitar a chiara, con menos éxito del esperado pues el cordobes terminó con la cara llena de Arena mientras las chicas disfrutaron de decir <<Se los dije>>. -

Finalmente ya dentro del restaurante, que en realidad se conformaba por un techo hecho de hojas de palmeras, sus paredes eran apenas un medio muro de madera y el suelo era la misma tierra suave que rodea a toda la playa, <<esta perfectamente integrado en la zona para no perder el ambiente costero, wow>>, ordenamos algunos mariscos y disfrutamos de la mezcla de música entre un restaurante y otro, algo parecido a la sensación de las discotecas en playarty.

-¡que aproveche!

Los platillos eran bastante grandes, por lo que terminamos rotando entre todos los alimentos, también para probar un poco de todo, comimos desde pulpo empanizado, agua chiles, camarones secos, ceviches, cócteles, y todo acompañado con bebidas frías.

-No fue tan buena idea comer tanto tomando en cuenta que estaremos en constante actividad...
-Tal vez nos lo hubiéramos pensado más beatriz!

El tiempo seguía corriendo y mi cuerpo sentía que estábamos perdiendo minutos valiosos sentados con aire acondicionado, por lo que me levanté, cogí de la mano a Ruslana y salimos corriendo de ahí.

- OS ESPERAMOS EN LA PLAYA!.

Me monté sobre la espalda de mi pelirroja quien no se tocó el alma para tirarse al agua llevándome con ella.

-He tragao ya un litro de agua salada.
-Y ese acento?-Rus la salpicaba- ahora eres Granadina?.
-Tal vez si...
-Tienes una sonrisa de casada amore, dais agco!.

Me abalancé sobre su cuerpo y ella se trepó en mi cadera para empezar a caminar mas al fondo.

Desde que conozco a rus siento que parte de mi vida ha tomado rumbo, siempre ha estado ahí para mi, incluso cuando ni yo misma sé que la necesito, ahí está ella, firme al pie del cañon. Si tuviera que huir del país se que ella me ayudaría a cruzar fronteras, si quisiera irme de mi boda... ella se encargaría de tener un coche preparado, Rusli es esa amiga con la que siempre había soñado.

-Te quiero.

Su cara mostró confusión por un segundo, estoy segura que estaría hablándome de un tema que no implicaba un "te quiero" en el medio, pero ya es algo normal en mi la disociación.

-También te quiero mi keek.-Intensificó el abrazo- eres mas moni...., que cachetes maaaas bonitos.-En un ataque de cariño la tatuada le dió un ligero mordisco en la mejilla que las hizo reir-
-Seremos amigas siempre, ha que si?
-Para siempre!, promesa.

Me ofreció su meñique y yo lo entrelacé con el mío, un Dejavú me asaltó, pero lo dejé ir con la certeza de que todo estaba bien, ya no tengo porque mortificarme más. 

CULPA DEL DESTINO|kiviDonde viven las historias. Descúbrelo ahora