40| Sin oportunidad

1.7K 47 12
                                    

VIOLETA HÓDAR

Llegamos a la villa y la luz del sol se percibía muy vagamente, todos subieron a las habitaciones intentando rehuir del empezar de unas nuevas veinticuatro horas, pero antes de yo unirme a su plan fuí directamente a la cocina a beberme cuatro litros de agua, me sentía deshidratada.

-Vaya noche no?
-Ya te digo amor.-Le sirvió un vaso de agua a la guiri y estuvieron en un silencio tranquilo en la cocina- me siento cansadísima.
-Yo también, creo que no salía de fiesta hace ya un buen rato, es grato saber que tu poco aguante al alcohol sigue intacto.
-¿poco aguante?!-Vio la empujó juguetona- bebí casi lo mismo que tú!.
-Pero no es a lo único vaiolet...-Chiara se acercó dejando a la pelirroja con la espalda tocando la pared- poco aguante me tienes.
-A ti?-Su ceja se enarcó sabiendo por donde iba la conversación- yo no recuerdo mucho esa parte.
-Ah no?-Violeta negó- tienes suerte de tenerme, porque recuerdo perfecto el reflejo de tu rostro en el espejo...-Sus labios buscaron hambrientos los suyos empezando una lucha que decidió pausar con un mordisco- estabas jodidamente sexy Violeta.
-Creo que sigo sin acordarme.... -una sonrisa que avisaba su siguiente ataque relució en los dientes blancos de la inglesa-

Me temblaban las piernas con tan solo verla, sus ojos me repasaron una y otra vez de arriba abajo.
Coló su mano por dentro de mi camiseta mientras al mismo tiempo sus labios continuaron la búsqueda de mi cuello, yo de nueva cuenta tiré mi cabeza hacia atrás dejándole toda la piel que necesitara a su alcance, y ella en respuesta... sonrió sobre la zona..

-Esta vez no te escapas Hodar.

Su voz ronca logró erizar cada parte de mi cuerpo que fue acompañada con una descarga eléctrica al sentir su mano acariciando mi pezon mientras sus dientes se clavaban fuerte... me fue inevitable no soltar un gemido que fue acallado con sus labios.

-Chiara... me encantas.
-Dime algo que no sepa cariño.

Me cogió en brazos y me subió encima de la barra, sus manos estaban libres por cada rincón explorado e inexplorado de mi cuerpo, le gustaba mandar, dominar, llevar el control de la situación... y yo no podía explicarle con palabras lo mucho que eso me pone de ella, pero mis incontrolables gemidos se lo hicieron saber.
Su mano abandonó la presión que ejercía en mi pecho para colarse por mi falda, jamás estaré tan agradecida conmigo misma como hoy por haber elegido este outfit.

Sus manos eran expertas, ya sabían el camino de mi cuerpo, el sendero que conducía a mi punto más sensible... por lo que no tardé nada en sentir la presión de sus dedos dentro de mi, me sentía embriagada y el alcohol ya no hacía efecto en mi, mis piernas temblaron cuando sentí como acariciaba mi centro por fuera causándome escalofríos.

-¿Chicas?, ¿estáis abajo?.

Chiara detuvo sus movimientos y yo no entendía la razón, estaba demasiado aturdida para prestarle atención a mi al rededor.

-Kiki... porque paras?
-Deberíamos ir a la habitación.

Me bajó de la barra y subimos en camino a nuestro cuarto. entre besos torpes y una que otra risa compartida logramos llegar al segundo piso, a tientas Chiara giró la perilla de la puerta y entramos buscando a oscuras el colchón.

-Chiara?, Vio?

La luz me hizo cerrar los ojos con fuerza, y sentí a kiki separarse de mi cuerpo.

CULPA DEL DESTINO|kiviDonde viven las historias. Descúbrelo ahora