CULPA DEL DESTINO|kivi

S2|63| Culpa del Destino

VIOLETA HÓDAR

Paseamos por la ciudad siendo amantes una vez mas de la noche, eso nunca cambiaría en nuestras vidas.
Brindamos una y otra vez por nosotras, por nuestro futuro, por el gran amor que nos costó construir.
Nos detuvimos en el mirador, aquel en el que tantas platicas tuvimos kiki y yo, en donde se derramaron lágrimas de amor, donde se quedaron guardados momentos de nostalgia, dudas, y sobre todo complicidad, ese era nuestro rinconcito en medio de la ciudad.

-Tantas veces observamos el brillo que la ciudad nos regalaba y hoy parece que disfruta de la iluminación que irradiamos para ella- Violeta solo pudo suspirar ante aquello aferrándose aún mas al abrazo de su ahora esposa-
-En cada una de esas casas hay una historia diferente kiki...-observaba con intensidad haciendo que chiara se adentrara en ese sentimiento también- y alguien ahora mismo estará llorando por no poder estar con el amor de su vida.
-Yo deseo que cada una de esas personitas puedan encontrar el camino que los lleve hacia sus Violetas.-Fue todo lo que pudo soportar la pelirroja para girarse entre sus brazos y volver a besarla acompañada de las lágrimas-
-Yo encontré a mi Chiara.
-Te puedes inventar tus propios halagos, no es muy difícil sabes...?
-Vete a la mierda Oliver.-Entre risas caminó hacia el auto que las esperaba para llevarlas por fin al salón del evento-
-¡Ahora estamos casadas!-La seguía riendo- no se si sea posible.
-¿Es muy temprano para romper los votos?-Chiara fingió exageradamente indignación- ¡Es broma!, por dios!, eres un bebé!.-Le dió pequeños besos que la inglesa recibió con cariño-
-Vamos anda.

Hicimos un camino de media hora con canciones que habían sido significativas para nosotras, nos encargamos de realizar una playlist solo para este momento, y valió cada minuto.
Sabia que estábamos llegando cuando por la ventana ya se veía el jardín de la finca que habíamos rentado como lugar de eventos, nuestras iniciales estaban justo en la entrada rodeadas de focos y enormes arreglos de flores.

Nos adentramos con nuestras manos entrelazadas y sin duda ambas nos quedamos boquiabiertas, era tal cual lo habíamos imaginado, cada rincón, cada arreglo, cada pequeño detalle, gritaba "Kivi", entre las dos nos encargamos de que eso pasara.

-¿Me concedes el primer baile?.

Me giré para observarla y de manera GentleWoman me extendió la mano como invitación y por supuesto que la acepté.
Empezó a sonar "Can't Help falling in love" mientras me deje guiar por su cuerpo, mis manos al rededor de su cuello, las suyas abrazando mi cintura, hoy todo aquello que habíamos normalizado se sentía como si fuese la primera vez, y sus ojos me gritaban que ella también lo sentía así, ese brillo en sus pupilas me indicaba cuando su corazón latía a mil por hora, cuando eso sucedía extrañamente el mío lo seguía, a donde ella va yo la sigo.

-Eres la mujer mas hermosa que he visto en mi vida. -Chiara se ruborizó ante ese comentario- tu dijiste que buscara mis propios halagos!, ¿Ahora te da verguenzi?-Su chica simple se escondió en el hueco de su cuello sin dejar de compartir el balanceo que seguía el ritmo lento de la canción-
-Cuando me dices esas cosas me derrito, y lo sabes.
-Pasas de ser mi guardaespaldas, a ser mi bebé, y me encanta cuando eres así de infantil-le dejó un beso en su cabello-
-Mi niña interior se siente a Salvo junto a ti.

No pude responder nada ante eso, el sentimiento fue tan puro que decidí guardarlo en mi corazón con candado, no necesitas responder a todo para hacerle saber a la otra persona que es escuchada, en nuestro caso, nuestra mirada lo decía todo, y se lo hice saber inconscientemente con la claridad de la miel en mis pupilas.