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CAPITULO 15:

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EL INFIERNO VIENE CONMIGO

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Año 842

 A veces, Asha no se daba cuenta de lo mucho que extrañaba este tipo de ambiente. Si, puede que no sea el mejor, ni el más agradable, pero en el fondo le recordaba cuando vivía con su madre y con Banri. Ese sufrimiento de perderlos a ambos se fue convirtiendo, con el paso del tiempo, en un sentimiento de nostalgia gracias a los buenos recuerdos que aún tenía de ellos.

 Ella no sentía odio, ya que no tenía sentido porque no sabía exactamente a quién culpar, tampoco poseía esa necesidad de venganza debido a que ella no era ese tipo de persona que se ciega completamente sólo para poder vengar a sus seres queridos, porque sabe que eso no es lo que ellos hubieran querido. Simplemente los extrañaba y cada que podía los recordaba con una sonrisa.

 Ahora mismo, la razón de sus pensamientos nostálgicos era que Asha había decidido salir con sus hermanos y Levi a una cantina no muy alejada del centro de la ciudad del subterráneo. Esta era de las más tranquilas que había, y vaya que habían muchas ahí abajo, entonces pensaron que sería buena idea descansar después de un largo día de robar y de enseñarle a Isabel cómo usar el equipo que ellos tenían para trabajar.

 Y ahí se encuentran los cuatro, sentados en una mesa que se encontraba en la esquila del establecimiento, mientras hablaban tranquilos.

— Yo creo que en cualquier momento voy a ser mejor que ustedes.— afirma Isabel en medio de una conversación sobre sus nuevas habilidades con el equipo de maniobras.

 Hacía poco que se conocían, pero era evidente el apego que había formado la menor con los otros tres integrantes del grupo, especialmente con la otra fémina, ya que se llevaban increíblemente bien, compartiendo sus ilusiones porque algún día puedan ir todos a la superficie.

— Ya quisieras.— le contesta Furlan y Asha suelta una risa divertida.

 Furlan era, según Asha, la mejor persona que existía. Siempre estaba cuando más lo necesitabas y no dudaba ni un segundo en ayudar a alguien. Eso fue exactamente la razón por la que Asha lo conoció junto con Levi, y no podía estar más agradecida con él por eso.

 Levi, ese era todo un tema aparte para la muchacha de ojos esmeraldas. La ayudó casi por compromiso al inicio, pero se notaba que eso había cambiado hace mucho tiempo formándose una amistad similar a la que tenía con los otros integrantes del reducido grupo de ladrones, más no igual.

 El pelinegro la había estado entrenando desde hace varios años, y se notaba su progreso con creces, hasta había llegado a vencerlo en un par de ocasiones. Por eso, es que ella atribuía que las miradas que él le regalaba de vez en cuando se debían a esa razón, un orgullo que no quería admitir en voz alta. Y ella estaba muy bien con eso, también estaba muy orgullosa de sí misma, además de que le hacía sentir mejor que el pelinegro la mire de esa forma que no sabía exactamente cómo explicar.

 Una música la sacó de sus pensamientos, unos que últimamente giraban mucho entorno a cierto pelinegro de ojos oscuros. Reconoció la melodía al instante, formando una sonrisa por el recuerdo tan dulce que se había alojado en su mente.

𝗥𝗲𝘀𝗶𝗹𝗶𝗲𝗻𝗰𝗶𝗮 || 𝙻𝚎𝚟𝚒 𝙰𝚌𝚔𝚎𝚛𝚖𝚊𝚗Donde viven las historias. Descúbrelo ahora