27

42 9 0
                                    

CAPITULO 27:

◤                      ◥

PROMESA

◣                      ◢




____________________________________

Año 843

 Una vez escuché a mi madre decir algo muy interesante.

 «"No es la fuerza ni la inteligencia lo que determina la supervivencia, sino la capacidad de ajustarse y evolucionar frente a las transformaciones del entorno."»

 Bien podría pensar que ella se tragó un libro de autosuperación personal y tenía que soltarle esa frase a alguien, pero ahora trato de buscarle algún sentido a ello.

 En el subterráneo, el lugar donde viví toda mi vida, no se suelen escuchar frases motivadoras y filosóficas, menos de ese estilo, en su defecto pareciera todo lo contrario. Aquí es el más fuerte el que prevalece, el que logra robar más para conseguir qué llevarse a la boca, por lo que esa frase queda totalmente invalidada, pero si es así, eso plantearía varias preguntas.

 ¿Por qué parecía tan convencida de ese argumento? ¿Por qué decírselo a una niña de solo diez años? ¿Eso quería decir que ella no era una de esos? Si Sora Bram estaba segura de eso, entonces ¿Por qué no sobrevivió? 

 Quizás solo eran un disparate de mi madre, después de todo he visto a gente de todo tipo morir, siendo los fuertes y los inteligentes quedar en pie y seguir adelante, al menos por un tiempo hasta que venga alguien más fuerte y más listo que ellos y les arrebaten todo.

 Por eso tengo que convertirme en alguien más fuerte, alguien que pueda salir de este maloliente agujero en el que estamos todos atrapados, y para eso necesitaba contradecir lo que ella tan fielmente creía.

 Si hay algo que me destacaba como persona a día de hay, es mi determinación, una que fui formando poco a poco, pero que pareciera que estuvo ahí desde siempre, como algo que estaba escrito y fluía por mis venas de forma ardiente.

 Esa determinación lograba que me levante después de cada golpe que Levi me proporcionaba, escuchando atentamente sus indicaciones, y tratando de mejorar día con día para ser más fuerte. 

 No diría que soy una experta con el combate cuerpo a cuerpo, pero al menos puedo darle una buena pelea al pelinegro, justo como se la estaba dando ahora.

 Me lanza un puñetazo que logro esquivar por pura suerte divina agachando la cabeza con rapidez, pero su rodilla rápidamente se alza en dirección hacia mi rostro, por lo que doy un par de pasos para atrás atajándome de ese golpe que muy probablemente me hubiera roto la nariz.

 Nos miramos calculadoramente, si alguien ajeno nos viera pensaría que estamos teniendo una pelea de verdad por alguna razón en específica, pero ese no era el caso. Hace un par de años le pedí a Levi que me entrenara debido a mi poca experiencia en las peleas y mi evidente problema al no tenerla, por lo que aceptó y henos aquí, un par de personas que periódicamente se enfrentan en peleas cuerpo a cuerpo, con cuchillos o sin ellos, y luego se esconden para andarse besando como unos tontos adolescentes enamorados.

 Las gotas de sudor resbalan por mi frente y mi respiración es completamente irregular, denotando el claro cansancio que tenía después de llevar un par de horas así, sin embargo, a pesar de eso el pelinegro parece que recién estaba empezando a agitarse, y lo odiaba por eso.

𝗥𝗲𝘀𝗶𝗹𝗶𝗲𝗻𝗰𝗶𝗮 || 𝙻𝚎𝚟𝚒 𝙰𝚌𝚔𝚎𝚛𝚖𝚊𝚗Donde viven las historias. Descúbrelo ahora