𝗥𝗲𝘀𝗶𝗹𝗶𝗲𝗻𝗰𝗶𝗮 || 𝙻𝚎𝚟𝚒 𝙰𝚌𝚔𝚎𝚛𝚖𝚊𝚗

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CAPITULO 26:

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UNA ELECCIÓN SIN ARREPENTIMIENTOS

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— Un titán los mató frente a mis ojos, y yo no pude hacer nada para evitarlo.— le explica Levi a la castaña— Sé que no es la respuesta que querías escuchar, pero es la verdad.

 Asha no podía formular ningún comentario ingenioso como lo había hecho hasta ahora, solo limitándose a ver el par de insignias cosidas a mano en unos trozos de tela mal cortados, por su mente pasaba los últimos seis años de desgracias que tuvo que pasar persiguiendo un objetivo que ahora parecía carecer de sentido alguno.

 Si, Erwin no los había matado, pero los había reclutado de forma casi obligada como le hizo a ella misma, por lo que el rubio no era un santo tampoco, sin embargo eso hacía que todo por lo que ella peleaba se torciera de cierta forma.

— Sé que quieres matar a Erwin, pero eso no te servirá de nada, él es el único que nos llevará a liberarnos de esas bestias asquerosas.— como no salió respuesta alguna de los labios de la chica, él continuó— Lo sigo para darle un sentido a sus muertes... Para que no hayan muerto en vano, y eso es una elección de la que nunca me arrepentiré.

 Sin todavía recibir respuestas de parte de la mujer, se acercó a ella a paso decidido, arrodillándose para alcanzar a verle el rostro, el cual se encuentra todavía agachado mirando los objetos en sus manos. Al poder apreciar mejor su cara, cosa que se le complicaba antes debido a que su cabello suelto se lo impedía, su corazón se apretó ligeramente al ver su rostro contraído en tristeza, intentando con todas sus fuerzas no llorar frente a él como la última vez. Sin cambiar de semblante, Levi soltó un suspiro casi imperceptible, esperando que la chica recapacite con su elección y las aguas se calmen un poco entre ellos dos.

— Asha...— el intento de coincidir miradas se vuelve un fracaso al notar que ella no apartaba sus ojos de los bordados con sangre seca— Puedes usar esa ira para ayudarnos a acabar con los titanes y vencer esta guerra; o puedes ir y matar al Comandante de la Legión, a pesar de que eso no los va a traer de vuelta, para que después vuelvan a encarcelarte y te condenen por ello. Elije la opción que te plazca, yo no voy a interferir.— la chica, sorprendida por sus palabras, levanta la mirada encontrando sus ojos azules grisáceos— Solo toma el camino del cual te arrepientas menos, mocosa.

 Por un segundo, al ver esos ojos verdes esmeralda que estaban por derramar un mar de lágrimas, él creyó ver a la Asha que conoció en el subterráneo, esa chica tan dulce que lo confundía tanto al preguntarse cómo podía ser que una persona ahí sea tan buena como lo era ella. Pero él sabía que se equivocaba, si bien ella tenía una fachada hecha por sí misma para no mostrarse ante los demás cómo era realmente, la verdadera Asha Bram que se ocultaba en el fondo ya no era la misma por más que compartan ciertas similitudes. Al capitán Levi Ackerman eso mismo, lejos de provocarle rechazo, solo le generaba una sensación de querer conocerla más y protegerla de todo mal que pudiera azotarla.

 La, ahora, soldado Bram notó la cercanía del pelinegro, así mismo como escuchó cada una de las palabras que salieron de sus labios, pero no hizo nada al respecto, ni un comentario sarcástico, ni una inclinación de cabeza a modo de amenaza, solo se quedó mirando al uniformado pensando en sus palabras y en lo mucho que iba a afectar su vida cualquiera de las elecciones que decidiera.