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Una sonrisa nerviosa apareció en su rostro. Una sonrisa que parecía apagarse conforme la expresión de Chang Bin se volvía más extraña.

-Y-yo no...

Changbin carcajeó incómodo bajo el marco de la puerta.

-Es decir, yo solo, es que...-Felix pensó rápido sentándose nuevamente sobre el colchón- tu cama es muy cómoda, y tus sábanas son tan suaves-rió sin convencimiento.

Changbin decidió creerlo.

-Ya veo, no te preocupes, puedes ponerte tan cómodo como quieras- se aclaró la garganta-. Hay ramen para comer. ¿Quieres venir a probar?-Añadió cambiando el tema.

-Ouh, sí, voy en un minuto...

-Bien-y sin más se retiró.

En realidad el más bajo huyó rápidamente, aquella escena lo había confundido tanto, era como si Felix estuviera complanciéndose sobre sus sábanas, de una manera tan íntima.

No lo sabía, y no podía evitar compararlo con sus otras amistades, si hubiese visto a uno de sus amigos lo habría considerado asqueroso. Pero con Felix se sentía todo diferente, no era como sus otros amigos, había mucha confianza, mucha, y le agradaba demasiado, sin embargo, era una confianza totalmente diferente, que no sabría decir si era bueno tener ese tipo de cercanía.

¿El ponerse nervioso por lo antes presenciado debía considerarse válido dentro sus amistad?

Esperaba que sí, ya que no le habría gustado sentir rechazo por ello.

Se sostuvo sobre la mesa de la cocina, un poco mareado.

Demonios, si Felix no fuese hombre probablemente aquel sonrojo, aquel nerviosismo y extrañeza no le vendría para nada mal. Tal vez no sería tan difícil aceptar que su cuerpo entero estaba en medio de una crisis.

Luego de la experiencia en la cama de Changbin, ambos chicos se sintieron en profunda incomodidad el uno con el otro. 

Ese día se había vuelto extraño de la nada.

-Está rico-reaccionó Felix al ramen recién hecho.

-Oh, gracias.

Ambos hacían el mayor esfuerzo por mantener las cosas como normalmente estaban.

-Changbin, ¿sucede algo?

-No nada.

-Si es por lo de hace rato...

-Ah, no, no es por eso. De hecho, creo que fue hasta cierto punto... divertido y...lindo.

Felix enrojeció.

Era un pensamiento que a Changbin le había estado rondando en la cabeza desde hace un rato. No había nada de malo en admitir que un hombre era lindo, ¿no?, ¿o si?

Bueno, Hyujin una vez lo habría admitido frente a todos hacia otro hombre, y hasta que conoció a Felix no lo había considerado jamás, pero Felix parecía ser la excepción.

-Sí, no me molesta ni nada.

Felix asintió con tranquilidad y sintiéndose cálido sin querer.

-Entonces, ahm...¿quieres ver una peli?

Volvió en sí poniéndose más que ansioso. ¡Claro que quería!

-Sí, por supuesto.

Ambos sonrieron a lo que se apuraban en terminar.

Una vez acomodados en el espacioso y cómodo sofá de la sala frente a un televisor imponente, procedieron a colocar la película que habían escogido.

El más alto aún estaba sorprendido por la magnitud del departamento, Changbin era tan joven para tener tanta comodidad. Definitivamente debía de tratarse de algún niño rico de Corea.

-No puedo creer que vivas en un sitio como este. Aún somos estudiantes pero ya vives solo. Es increíble. Tus padres deben ser ricos o algo así.

-Me lo han dicho seguido. Pero es el dinero de mis padres. Algún día tendré mis propias cosas con mi propio esfuerzo, para no depender más de ellos.

-¿Odias la idea de depender mucho de ellos?- preguntó Felix sin ninguna intención en especial, solo curiosidad. Sin embargo, changbin puso una expresión pesada.

-Algo así. Digamos que suelen ser muy exigentes conmigo, ya sabes, solo no quiero tener que vivir a expensas de ellos por mucho tiempo, cumpliendo sus expectativas y esas cosas...

Felix pudo entenderlo de cierta manera, aquella presión por parte de otros, aquel sentimiento de libertad que cualquiera anhela. Podía comprender lo difícil que podía resultar para Changbin. El complacer a otros para ser aceptado, sabía de lo que hablaba.

-Como sea, ¿qué quieres que veamos? ¿te parece una película de zombies?

-Ahm, sí- Felix reaccionó a lo que miraba a Changbin con inquietud.

Este le devolvió la mirada antes de poner play a la película. Esta empezó y ellos se acomodaron mejor en el sillón, con las palomitas dentro de un tazón en medio de ellos.

La película en cuestión no parecía tan interesante como esperaban, fue entonces así de fácil para Changbin quedarse dormido antes de la primera media hora, probablemente del aburrimiento.

Felix lo notó divertido apenas el otro cerraba los ojos mientras su cabeza no decidía hacia donde inclinarse.

Felix comió más de las palomitas y su bebida preparada por el ajeno, disfrutando del momento. A medida que pasaba el tiempo todo se fue sintiendo más cercano, era él tipo de sensación que más le agradaba sentir con Changbin. La iluminación de la sala se iba conforme la película avanzaba, muy lentamente, entonces sintió un rostro chocar sobre su hombro.

Su corazón exaltadó empezó a saltar como loco, empezó a sudar frío y esas cosquillas dentro suyo le revolvían el estómago. Sin embargo, por fuera estaba totalmente quieto, sin poder siquiera pestañear. No podía creer lo que estaba pasando.

Changbin descansaba sobre su hombro tal plácido que no se atrevía a generar ruido o movimiento alguno.

Por fin sonrió timidamente, no tenía idea del por qué. Bueno, solo sabía que estaba muy feliz por ello.

Si se había sonrojado no quería averiguarlo, aunque la calentura de su cara fuera más que evidente.

¿Amor o amistad? esa es la cuestión 《Changlix & HyunIn》Donde viven las historias. Descúbrelo ahora