25

28 9 0
                                    

Llegó a casa de Jeongin a la hora acordada e incluso un poco más temprano, ya que tenían mucho que estudiar.

El alto notó como el menor tenía una actitud distinta de la última vez, ya no tímido, ya no esquivo, ya no...bueno, lo que sea que estuviese atravesando el más chico, ya no podía sentirlo en el ambiente.

Lo vio diferente, con un porte y actitud diferente.

No le pareció extraño, más bien, en algún sentido le gustaba eso que emanaba el pequeño.

Lo que sí podía identificar rápidamente, y que sabría que nunca cambiaría en Jeongin, sería ese sonrojo tan usual que lo ponía de buen humor.

Sonrió satisfecho al ver al menor dibujarse entero de rosa apenas se saludaron.

La clase comenzó.

Ese día se sentía motivado, había estudiado todo el fin de semana, así que se tenía confianza respecto a la prueba.

Jeongin lo miró con expectativa. No supo entender qué pasaba por su cabeza pero le pareció tierna su carita toda perdida. Aún así tuvo que preguntar.

-¿Te pasa algo?

-Ah, no, nada. ¿Listo?

-Ahm, sí...

El menor seguía mirándolo con mucha intensidad durante la clase, lo que le hacía sentir un poco intimidado, sin embargo, decidió que mejor se enfocaría a sus clases de momento.

La nota de la prueba al final fue mejor de lo esperado, una nota aprobatorio era poco decir, había sacado la máxima nota. No podía más de la emoción.

Estaba muy feliz.

Pero esa sensación de satisfacción se despejó un poco al sentir el toque inesperado de Jeongin sobre sus cabellos, acariciando estos.

-Buen chico- felicitó dando palmadas sobre su cabeza.

Todo el sistema de Hyunjin hizo corto circuito.

Jeongin lo miraba con cierta ternura y orgullo.

Hyunjin retrocedió inmediatamente.

-¡Qué rayos!

-¿Uh?-Jeongin arqueó un ceja- espera, no te gustó, lo siento.

-No, no, no, está bien- rápidamente se rectificó- es solo que...estoy acostumbrado a ser yo el que toma la iniciativa, y que tú lo hagas es nuevo...ehm, es decir, es nuevo ¡pero me gusta!, es más, hazlo otra vez.

Tomó con desespero la mano del menor y la llevó de nuevo a esa zona de su cabeza, iniciando con más caricias.

Jeongin ya no fue capaz de continuar y se abstuvo con vergüenza. Hubo un silencio donde Hyunjin se quedó embobado ante la notable timidez del contrario.

-Uhm, bueno, yo...-empezó el menor.

-Tuuu...-esperó sonriente y mirando fijamente.

-¡Hyung!

Se asustó saltando un poco en su sitio.

-Tengo que decirte algo importante.

-Claro, lo que sea, dilo.

-Yo...creo que tengo al fin-agachó la cabeza volviéndose a sonrojar- ...tengo a alguien que me gusta.

Se quedó estático, casi al borde del colapso. Que Jeongin qué.

Tragó saliva, muy duro. Era difícil considerando lo que estaba escuchando.

Se quedó pensando ensimismado un largo rato, hasta que el otro lo llamó.

-¿Hyung?

-¡Oh! Jeonginnie, Eso...¡Eso es increíble!-fingió que no estaba preocupado, no le quedó más que soltar una sonrisa-.¿Y quien es la afortunada?

Sí, quería saberlo, quién era, cómo era, en qué momento había pasado todo eso sin que se diera cuenta, quién había capturado el corazón de su pequeño discípulo.

-Uhm, no conoces a esa persona...bueno, no creo que podrías adivinarlo-dijo con nerviosismo.

-Ah, vamos, no tienes por qué ocultarme eso, sabes que será mejor si me lo dices, te podría ayudar incluso para que la conquistes por completo- bromeó tratando de controlar su repentino estrés.

-Ahm, no, no es no quiera que lo sepas, definitivamente te diré quien es, pero no ahora. Te lo diré cuando esté listo- expresó con determinación.

-Ah, bueno...

Se quedó sin palabras, cómo podía responder ante ello. Jeongin no quería contárselo.

Decidió fingir también que no le afectaba, aunque en realidad si lo hiciera, porque se sentía horrible que Jeongin se lo ocultara, y también que no lo hubiese descubierto por su cuenta.

-Sí, y bueno, me gustaría poner en práctica todo lo que me enseñaste, hyung.

Hyunjin no podía dejar de sorprenderse. Trató de mantener una sonrisa pero sentía que esta desaparecía a fuerza.

Por otro lado, Jeongin estaba totalmente decidido.

-Ah, ya veo... entonces quieres que dejemos las citas hasta aquí, ¿verdad?

-¿Qué? ¡No, hyung! Todo lo contrario, quiero seguir teniendo citas contigo, muchas. Pero esta vez, quiero ser yo quien te invite a una.

Su quijada casi se va al piso al escucharlo.

Eran demasiadas emociones a la vez. Jeongin lo volvía loco con cada cosa que soltaba.

-Ah, ya sé, ahora quieres usarme como conejillo de indias- dijo un poco desalentado.

-Si lo pones así no suena-

-¡Está bien! ¡Acepto, úsame! Pero te advierto, no te la pondré fácil, tendrás que pasar todos mis filtros.

Jeongin estaba loco si creía que lo soltaría así de fácil.

No, ese niño era su proyecto más preciado, más importante,  obviamente si quería salir con alguien debía tener su aprobación y también debía demostrar estar altamente capacitado y listo para hacerlo, y no sólo decidir lanzarse sin antes habérselo consultado, ¿verdad?

Él debía dar su aprobación primero, de lo contrario Jeongin no podría ejecutar movimiento alguno.

No podía permitir que su discípulo lo dejara en vergüenza, por supuesto que no lo iba a permitir, sobre su cadáver.

Jeongin no saldría con nadie si él no lo permitía, no, con nadie.

-Está bien, hyung-Jeongin aceptó su propuesta con emoción.

Una sonrisa algo despiadada recorrió su rostro.

-Excelente, entonces...ahora que hay alguien que te gusta y tienes mayor motivación, dime, ¿cuál es tu plan? Digo, necesito los detalles y evaluar que tan bueno es.

-Uhm, no puedo decírtelo.

-Entonces como esperas que te ayude si-

-Hyung, tú tranquilo, esta vez déjamelo todo a mí.

Ahora Jeongin era el que sonreía y a él no le quedó más que temblar en respuesta.

¿Amor o amistad? esa es la cuestión 《Changlix & HyunIn》Donde viven las historias. Descúbrelo ahora