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La segunda clase particular se tornó bastante particular.

Jeongin pensó que tal vez Hyunjin demostraría mayor predisposición en aprender a diferencia de la primera, pero de repente el chico tenía otra mirada en los ojos y actuaba diferente.

Ese día Hyunjin demostró que podía ser para nada distraído. Jeongin casi ni lo reconoció.

Pero al final de la clase, a pesar de haber tratado de poner la mayor atención posible el resultado no fue tan diferente de la primera vez.

Una nota desaprobatoria más a la lista de notas más lamentables de Hyunjin.

Este chasqueó la lengua y soltó la hoja de prueba de manera nada suave.

-Es imposible, yo no nací para esto.

-Tranquilo, todo se trata de práctica, lo harás mejor la próxima- animó dándole una de esas sonrisas lastimeras-. No te sientas mal, una nota no te define.

-Eso no es el problema, estoy acostumbrado a los número rojos. Lo que me decepciona es no poder tocarte, lindura- de repente la actitud del mayor cambió de desánimo a una juguetona en un par de segundos, tratando de abalanzarse sobre el contrario e intentar abrazarlo y quien sabe qué más-. Un besito, solo uno.

-No, no, no, suéltame, hyung- se apartó a lo que lo empujaba.

Hyunjin carcajeó, dejando de intentar acecharlo, se recargó en su asiento y suspiró. El menor trató de recomponerse ante los arrebatos del contrario, pero sentía que se quedaba sin aliento, no pudo evitar seguir en alerta.

-¿Sabes? creí que esto no era más que una tontería, pero al final creo que sí fue un buen trato. Estoy realmente furioso.

Hyunjin sonreía, aunque dijera lo contrario, aún mantenía esa aura relajada. El menor jamás lo hubiese notado si no se lo decían.

Un poco culpable se alzó y corrió hacía su pieza, volviendo casi al minuto con algo entre manos. Sobre la mesa, delante del mayor, colocó algunos dulces que tenía guardados. Este solo se quedó viendo confundido.

-Hyung, tal vez por el momento no puedas saborear la victoria, pero sí estos dulces- intentó bromear a lo que sonreía ampliamente-. Lo hiciste bien hoy.

Al escuchar ello el más alto casi se atraganta con su propia saliva, y con un gesto confundido analizó la sonrisa que le sostenía Jeongin, una sincera, una compasiva, amable. El menor no era consciente de lo mucho que significaban aquellas palabras para él.

*

La siguiente cita se dio unos días después, esta vez en el cine.

Según Hyunjin era un lugar típico para ir en pareja, que podía aprovecharse para ser más cercano a la persona.

Ese día habian llegado temprano, era un jueves por la tarde. La película era una de comedia, una que había elegido Hyunjin personalmente, lo que lo tenía sorprendido, puesto que no recordaba muy bien haberle dicho cuanto amaba las películas de ese estilo.

-Desde hace días no dejabas de hablar de cuanto querías verla, así que creí que sería buen momento.

Ni siquiera él mismo lo recordaba, cómo Hyunjin sí lo hacía perfectamente. Aquello lo puso de muy buen humor.

-Otra lección más para tu lista de conquista, siempre debes de estar atento a los géneros de película favoritos de tu pareja.

-Eso es demasiado específico- rió de mala gana.

La verdad es que no esperaba que se tratara de una lección, había querido pensar que Hyunjin simplemente era lindo con él y ya, que de verdad le interesaba lo que a él le interesaba. Pero claro, todo era debido a las lecciones, ni más ni menos, ¿verdad?

Por supuesto, desde el primer segundo Hyunjin intentó tocarlo varias veces sin darse cuenta, abrazarlo, apretar sus mejillas, revolver su cabello, actos que Jeongin evitó con éxito, con el contrario quejándose de que así no podría enseñarle correctamente todo lo que conllevaba tener una real cita, y obteniendo un "Entonces esfuérzate en sacar buenas notas hyung, para que así puedas enseñarme de la forma correcta" como respuesta.

Se acomodaron una vez dentro de la sala de cine, la cual se encontraba casi vacía. El mayor seguía actuando muy atento con él, cargando las palomitas y las bebidas o dejándolo pasar primero a su asiento, entre otras pequeñas acciones que a Jeongin no dejaban de ponerlo de los nervios.

La película resultó ser algo diferente a sus expectativas, a pesar de ser comedia, esta tenía algunas escenas muy sugerentes, y cada que pasaba una ellos volteaban a verse entre divertidos y sonrojados. También había dentro una pareja de otros dos hombres que no dejaban de besarse unos asientos más allá de los suyos. Jeongin fue el primero en notarlo, Hyunjin lo hizo al seguir su mirada hacia ellos.

-Entiendo que se gusten, pero no deberían hacer eso aquí, ¿verdad, hyung?

Hyunjin arqueó una ceja ante lo dicho.

-¿Quién soy yo para juzgarlos? He hecho cosas peores en el cine- admitió el mayor sin pena.

-¡¿Con otro hombre?! - preguntó sorprendido.

-¿Qué? No, tonto, con mis ex novias- dijo con una sonrisa ladina, recordando un poco aquellas anécdotas.

No podía explicar aquella opresión en el pecho que de repente sintió, una emoción sombría que se instaló dentro suyo, la cual permaneció durante los siguientes minutos, largos minutos en los que imaginó a Hyunjin besando a otras chicas en el cine, tocándolas, acariciándolas, haciéndolas sentir especiales. Luego su mente traicionera lo imaginó besando a otro chico, tal como el par que tenían en frente, de manera pasional, con lascividad; y sin quererlo, su mente lo llevó a imaginar a Hyunjin besándolo a él.

¡¿Qué rayos?!

Sintió entrar en pánico.

-Jeonginnie, ¿todo bien?

Hyunjin notablemente preocupado, tomó su mano, de inmediato la alejó. El contrario lo miró confundido ante ello.

-No puedes tocarme, recuerda- sonrió nervioso, tratando de no parecerlo. Fingiendo que el toque de Hyunjin no le generaba tantas cosquillas por todas partes.

Era un desastre todo lo que pasaba por su mente.

Tal vez estaban yendo demasiado lejos con eso de las citas que ya lo tenían todo confundido.

¿Amor o amistad? esa es la cuestión 《Changlix & HyunIn》Donde viven las historias. Descúbrelo ahora