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De pie frente a la entrada del parque, esperaba ansioso la llegada de la persona que le gustaba.

Habría estado esperando tal vez más tiempo del que querría, pero reconoció que era su culpa por haber llegado tan temprano. Culpaba por completo a la emoción de ver cuanto antes a Hyunjin y tener que pasar todo un día con él.

De todas formas, quería impresionar al mayor, así que todo debía ir perfecto.

Después de algunos minutos más, este hizo acto de presencia.

-¡Buu!

Casi se desmaya cuando lo escuchó desde atrás.

-¡Hyung!

-Hola, lindura. Beso- el alto infló un lado de su mejilla y apuntó a esta esperando el saludo respectivo.

Inmediatamente se abochornó mirando a todos lados, por si alguien los veía.

¡Cómo se le ocurría pedirle eso!

Notó que había mucha gente alrededor, entonces con mucha pena se negó alejándose.

El mayor quejó pero no se detuvo en seguirlo, tampoco era la primera vez que Jeongin lo dejaba así, con la ganas.

Una vez adentro decidieron que querían probar todos los juegos.

-Hyung, a qué juego te gustaría subir primero-preguntó con alta expectativa.

-Uhm, no sé, hace mucho no vengo aquí, es difícil decidir.

-Bueno, qué tal el carrusel.

El mayor arqueó la ceja, ya que para ser sincero le parecía algo infantil, sin embargo, Jeongin lucía emocionado.

-Está bien-aceptó dudoso.

La experiencia resultó más emocionante de lo esperado, sobre todo porque era el menor quien parecía disfrutarlo mucho más. En un momento sacó su móvil y decidió capturar aquel instante en una foto, en esta Jeongin sonreía de oreja a oreja, mostrando sus adorables aparatos, muy feliz.

Lo siguiente que probaron fueron las tazas giratorias, pasando luego por el columpio gigante, las sillas voladoras y la montaña rusa, en donde Hyunjin casi se muere del susto.

Después de varias horas de diversión  se encontraban caminando en una zona poco concurrida del gigantesco parque, comiendo de sus manzanas acarameladas.

Volteó divertido hacia el menor que llevaba puesto una diadema con orejas de zorro. Por su parte él tenía puesta una con un gran lazo encima, la cual se había negado a ponerse en un principio, pero siendo convencido tras mucha insistencia.

-Hyung, ya se está haciendo tarde, ¿te parece si subimos a un juego más y nos vamos? -propuso dando reiteradas lamidas a su manzana.

-uhm, de acuerdo- asintió el mayor dando la última mordida a lo que tiraba lo restante y esperaba al contrario- por cierto, no puedo creer que una cita podría ser tan divertida.

-¿Dices que mi cita está siendo todo un éxito? - Expresó con interés el menor. Realmente deseaba poder satisfacer al contrario.

-Hey, no te hagas ilusiones, aún estás a prueba- a pesar de no querer decirlo del todo, Hyunjin tampoco podía mentir tanto al respecto, esta iba siendo una de las mejores citas que había tenido-. Pero sí, me está gustando mucho-se le escapó junto a una sonrisa sincera.

Los ojos se le iluminaron, se sentía orgulloso por aquel cumplido. No pudo evitar que su interior se volviera un desastre tras aquellas palabras.

Como último juego, terminaron subiendo a la rueda de la fortuna, considerado por algunos como una de las atracciones más románticas.

¿Amor o amistad? esa es la cuestión 《Changlix & HyunIn》Donde viven las historias. Descúbrelo ahora