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No pudo explicar lo mucho que le dolió ver esa mirada en Changbin, aquella de decepción, de insatisfacción, de inseguridad. Una mirada que él conocía muy bien.

-Changbin...

-Sí, sabes, creo que será mejor que vuelvas otro día, ahora... tengo algunas cosas que hacer-Habló el mencionado de mala gana sin voltear a verlo, antes de desaparecer hacia su habitación.

Felix sin dudarlo fue tras él.

Lo alcanzó en mal momento. Changbin comenzó a cambiarse la ropa de la escuela apenas el entró en la habitación.

Sus mejillas se volvieron rojas al instante. Bajó la cabeza hacia el suelo, esperando pacientemente, bloqueando cualquier pensamiento extraño.

Changbin hizo un sonido de cansancio a lo que se tiraba en la cama. Se acomodó en un corto movimiento, sacando su celular, distrayéndose en este sin decir ni una sola palabra, ignorando por completo la presencia ajena.

Un enojo de repente se apoderó de Felix, odiaba ese tipo de actitud, resignada, como si Changbin solo decidiera ignorar lo que acababa de pasar. No sabía por qué le enojaba tanto cuando claramente podía notar como Changbin no estaba para nada bien por lo antes ocurrido.

Lo odiaba de sobremanera y a la vez le generaba pesar.

-Changbin- se acercó una vez más, subiéndose a la cama, a un lado de quien seguía entretenido en su móvil- lo que pasó ahí...

-Esta bien, siempre es así. No te preocupes. Solo debemos tener más cuidado cada que ella venga. Le pediré que me avise cuando lo haga.

-No es sobre eso...me refiero a lo que dijo.

-Ya sé, su manera de hablar es directa, así es de insensible. Yo no soy muy diferente a eso, seguro ya te haz dado cuenta.

-Claro que no, no pienso así. El Changbin que conozco es una persona muy buena y considerada, que se preocupa por mí y que me sienta bien. Así eres tú.

-No mientas.

-Bueno, a veces puedes ser también algo rudo, pero al final nunca es tu intención dañar a los demás, sabes disculparte, lo hiciste conmigo, ¿verdad? Aunque te costó un poco.

-Uhm.

-Lo que quiero decir es que...aunque tu madre sea algo esquiva contigo, tal vez en el fondo no intente herirte y solo se preocupa por ti, a su manera.

-Pff, claro, por mí, buena broma. En realidad por lo único que ella se preocupa es por el dinero y por lo que piense mi padre. Qué tanto le cuesta decirme que en realidad no soy el hijo que esperaba que fuera y que constantemente la decepciono.

-No digas eso.

-Toda la vida ellos me han presionado en lo que tengo que hacer, cómo, cuándo y dónde. Nunca he tenido la oportunidad de elegir que es lo que quiero. El día que me dijeron que me vendría a vivir solo, yo estaba muy feliz porque sentía que sería un poco más libre, que podría tener más independencia, no vivir bajo sus reglas, y a la vez me sentí desechado, como una mierda. Y sí, aunque ellos aún me paguen todo, es solo por cumplir con su roles de padres, por obligación. No creo que en realidad ellos disfruten viendo como su hijo continúa decpecionándolos con cada cosa que hace.

Felix soltó un fuerte suspiro, sentía lastima por la situación de Changbin, pero conocía muy bien el sentimiento. Vivir bajo una constante presión, lo conocía. Tal vez Felix no tenía unos padres que lo presionaran, pero él se había encargado de presionarse toda la vida para ser aceptado, sintiéndose insuficiente, incapaz, sintiendo que sus esfuerzos a veces eran en vano.

No dijo nada, solo se le ocurrió tomar la mano de Changbin, quien para ese entonces ya había soltado el celular y ahora miraba hacia un punto fijo en el techo, pensativo.

-Bueno, al menos puedes pensar y llorar sobre eso mientras usas tus millones de dólares como paños de lágrimas-soltó de repente.

Changbin no dudó en mirarlo con confusión y soltar una risotada escandalosa después, a la par que sostenía la mano de Felix con fuerza.

-Siempre te burlas de mí con eso, Lee Felix-quejó-. Te dije que los ricos son mis padres, no yo.

-Es lo que un niño rico diría.

Changbin carcajeó más.

-Por cierto, como tú eres rico, ¿Entonces tu primo Han Jisung también lo es?

-¿Ah? Jisung-ah. Nah, digamos que no tiene el mismo estilo de vida. En realidad no es mi verdadero primo, aunque para mi es como si lo fuera, incluso casi como un hermano, igual que Hyunjin y Minho.

-Explica eso.

-Lo que sucede es que mi madre no es la verdadera hermana de la madre de mi primo, mi tía. De hecho, mi madre fue algo así como adoptada por la familia de ellos cuando tenía trece, vivió con ellos unos pocos años y en cuanto pudo se salió de la casa, se casó con mi padre y se alejó casi por completo de la familia, al menos eso es lo que me cuenta mi tía. Fue mi padre quien decidió que debía convivir con mi familia materna. Mi madre solo permitió que me juntara con Jisung y mi tía, así que es a quienes mejor conozco. Sentí tanto apego hacia ellos que incluso una vez exigí vivir cerca a donde ellos vivían y estudiar en el mismo colegio que mi primo.

-Entonces, originalmente venías de un lugar mucho más acomodado.

-Algo así. La cosa es que mi berrinche fue tal que cumplieron lo que pedí y terminé estudiando en la misma escuela que Jisung, mi actual escuela. Al principio siempre nos terminaban regañando porque nos portabamos mal, así que hablaron con nuestros padres. Los míos para evitar problemas y el qué dirán quisieron sacarme de ahí primero aunque yo no quisiera, pero fue Jisung quien se sacrifico por mí y terminó saliéndose.

-Y así fue como Jisung acabo en mi escuela.

-Sí, sí, y conoció a un amargado llamado Minho del cual se enamoró y con quien está felizmente casado.

-Si no supiera como eres, diría que estás hablando en serio.

-A veces hasta yo creo que no es broma.

-Uh, así que realmente tienes sentido del humor, uuh.

Felix pellizco las costillas del más bajo haciendo que se retorciera, aguantando la risa.

-Ah, realmente quieres ponerme a prueba.

Changbin tomó sus muñecas y en un movimiento ya lo tenía debajo suyo, inmediatamente este comenzó a hacerle cosquillas. Felix luchaba por no ser derrotado en aquella lucha de risas. El de encima volvió a tomar sus muñecas, esta vez separándolas para ambos lados, deteniendo el juego entre ellos.

El de cabello largo y sedoso, con una gran sonrisa y la mirada fija a su contrario, retomando aire no dudó en soltar la única idea que rondaba su cabeza.

-Yo creo que eres suficiente, Changbin...lo eres para mí.

El mencionado se quedó estático, borrando su sonrisa de a poco, hiperventilando. De pronto una sensación de alivio lo invadió.

-Felix...

Junto con un abrazo necesitado que pedía a gritos ser correspondido.

¿Amor o amistad? esa es la cuestión 《Changlix & HyunIn》Donde viven las historias. Descúbrelo ahora