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Contrario a lo que pensó que Felix haría, como empujarlo o insultarlo, este se quedó quieto, asimilando sus palabras.

-¿Felix?

Lo siguiente que sucedió fue el más alto tiñiendose de rosa y con los ojos cristalizados, viéndolo fijamente, a punto de largar a llorar.

-Oye, no, no, no, no llores, por favor, no, por favor- dijo tomando su rostro y conteniendo con sus dedos una que otra lágrima, completamente desesperado.

No se suponía que debía ser de esa forma, solo quería provocarlo, solo quería llevarlo al límite, solo un poco. No era su intención ponerlo en ese estado.

-Lo siento, perdón, yo no quería Changbin, en serio- empezó a disculparse entre medio del llanto.

-No, no es tu culpa. Yo lo provoque, ¿de acuerdo?, no es tu culpa, no lo es- acunó la suave piel del rostro ajeno entre sus manos y besó con cuidado sus mejillas, intentando tranquilizarlo.

Sinceramente, Changbin no sabía lo que hacía, pero situaciones desesperadas requerían medidas desesperadas.

Procedió a besar su frente, nariz, mentón y labios sin dudarlo. Inmediatamente en cuanto probó estos últimos, el lloriqueo contrario disminuyó en un santiamén.

-No llores más, ¿sí? Me siento horrible cuando te pones así- confesó bajito, aún despejando la humedad de la cara de Felix- Olvida lo que dije, no importa.

Ese era el problema, sí importaba, ambos lo sabían, pero preferían dejar de lado el tema, sobre todo si es que aquello los lastimaba.

Aún si intentaba consolarlo, Changbin todavía podía notar la tristeza en el rostro de Felix, este seguía preocupado y terriblemente agobiado, sin considerar el hecho de que estaba duro en su entrepierna. No sabía que hacer, no sabía porqué a Felix le daba tanto miedo el sentirse así o incluso sentirse culpable por algo tan normal en un hombre, era solo una reacción física, pero su pareja no parecía opinar lo mismo.

-¿Qué pasa?, anda, dime...-preguntó intentando sonar lo más suave posible.

Sentados ahora sobre el suelo de su habitación, abrazaba y acariciaba la cabeza de Felix contra su pecho, un poco más tranquilo, esperando ambos a que su problema de ahí abajo se calmara.

-Lix, prometimos que nos diríamos todo. Estoy tratando de entenderte, en serio. No tengas miedo y dime, no te juzgaré, lo prometo.

-Tengo miedo- soltó de imprevisto, en voz baja.

-¿De qué?

-De que te dé asco.

Changbin sintió su corazón doler, mierda, aquellas palabras lo terminaron de descomponer por completo.

Sabía que Felix era así, que tenía aquel miedo, pero no sabía que era debido a eso, pensaba que se trataba simplemente de timidez, de que tal vez era un poco más pudoroso al respecto, sin embargo, todo este tiempo fue porque Felix todavía tenía dudas sobre lo que estaba sintiendo por él.

No podía permitir que siguiera pensando así, no.

Tomó el fino rostro del contrario con firmeza, e hizo mirarlo fijamente.

-Escúchame bien Lee Felix, no te tengo asco, jamás te tendría asco, me gustas, no me importa si tengo que repetirlo mil veces, lo haré.  Quiero que entiendas que de verdad me gustas, de verdad, me gustas tú como persona, y también... físicamente... mucho.

El mencionado se sonrojó, con expresión lastimera pero algo escéptica todavía, como si por dentro estuviera negándose todo lo que le afirmaban, como si fuera incapaz de creerle.

¿Amor o amistad? esa es la cuestión 《Changlix & HyunIn》Donde viven las historias. Descúbrelo ahora