Capitulo 44; D

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Entramos en su casa, me quite el calzado y la chaqueta y la colgué antes de subir las escaleras. Abrió su armario y me lanzó una chaqueta. Me quite la falda y me metí en la cama mirando hacia la pared

-¿Quieres algo? -negué con la cabeza - ¿Estás enfadada?

-No. ¿Por que?

-Por que me estas dando la espalda -le agarre la mano -

-¿Crees que si estuviese enfadada hubiese venido aquí? El que parece que está enfadado eres tú. Y para ver un ceño fruncido y un pasota de todo prefiero no mirar. -me agarró acercándome más hacia el. -

-No estoy enfadado. -me gire a mirarlo me agarro de detrás del pelo acercándome a él para besarme. Me dio un beso en la frente y rodeó con sus brazos mi cuerpo. - Buenas noches.

-Buenas noches.

Me desperté, me llevé la mano a los ojos para tapar la luz del sol, estire la mano para buscar a Jayden pero la cama estaba vacía. Baje abajo recogiéndome el pelo en un moño.

-¿Jayden? -nadie respondió-

Cogí la taza de café y salí afuera, estaba en la piscina haciendo unos largos. Me senté en el borde y metí las piernas. Después de varios minutos cuando decidió parar a el fin y salir del agua se giró a mirarme.

-¿Llevas ahí mucho?

-¿Llevas matándote mucho? -se acercó andando y se agarró a el borde por al rededor de mis piernas estirando los brazos para darme un beso en los labios. Volvió a encogerlos pasando por detrás de mi cuerpo y apoyando la mejilla en mis muslos.

-¿Que pasa si te tiro?

-Ni se te ocurra, estoy con la regla.

-Mentirosa, estuviste hace poco con ella. -me agarro y me alejo del borden -

-Jayden, para para, el café -dije agarrándome a sus hombros - que no tengo bañador ni ropa de cambio.

-Bueno pues esperas en mi casa hasta que se seque. - me quito la taza y la dejo en el borde llevándome hacia lo ondo, empecé a sentir el agua mojándome la sudadera y el tanga. -

-Está fría. -lo abracé metiendo la cabeza en su cuello. Se hundió hacia abajo mojándome por completo. Subió para arriba de nuevo. Me agarre con las piernas para limpiarme el agua de los ojos - el pelo tonto, me lo lavé ayer. -me lo solté y eché la cabeza de nuevo para atrás - ayudame a quitarme la sudadera ahora, que pesa un trillón.

Estire los brazos hacia arriba. La excurrio y la dejo en el borde apoyándome contra el. Lo bese llevando las manos a la cabeza. Me dio un beso en el cuello y me miró a los ojos.

-No, ni de coña, en la piscina no y menos de día, tienes vecinos y fans y no, gracias. Y no me digas que estoy mojada por que estoy en el agua.

-Ya pero saber eso es tan sencillo como hacer esto. -lo apartó y metió un dedo - resbala demasiado ¿no crees? -reí y le agarre del brazo mirando a las casas de ambas lados - ahí vive una señora la cual tiene 79 años y le importa una mierda lo que haga con mi vida y esa esga en alquiler.

Asentí con la cabeza cogió la tira de el tanga y lo bajo hacia abajo. Lo dejo detrás mío y me dio la vuelta metiendo la mano por debajo del top.

Sentí algo entrar pero la verdad es que dolió mucho menos que otras veces. Por dentro se sentía igual que siempre, me agarre a el bordillo con fuerza y me mordí el brazo apoyando la cabeza sobre el. Las embestidas eran algo un poco más lentas por la presión del agua. Jayden se movió y uno de los chorros de agua fue directo a mi clitoris, fue como si una embestida de electricidad entrara por el cuerpo.

-Se me cansan los brazos Jayden. -dije rápidamente entre gemidos ahogados. -

Me dio la vuelta. Rodee las piernas haciendo que volviese a entrar en mi. Gemí con fuerza a el notario chocar con el punto g. Escondí la cara en su cuello con una respiración agitada.

Cerré las piernas involuntariamente por un espasmo que me indicaba que estaba apunto de correrme. Jayden aceleró las embestidas y empecé a sentir en mi interior un líquido caliente. Mordí el hombro de Jayden sin fuerza. Jadeo saliendo de mi y apoye la barbilla sobre el hombro suspirando y recomponiéndome. Jayden me subió arriba. Cerré las piernas mirando hacia las ventanas de los vecinos.

-No hay nadie pesada, abre las piernas -me agarro de los muslos separándomelas y metiendo la cabeza, apoye las piernas sobre sus hombros y hecha las cabeza hacía atrás hartándome de su pelo mientras lamía el clitoris.

-Ah~ - me dio otro temblor antes de llegar a el orgasmo y volver a meterme dentro del agua para lavarme - Eres un imbecil.

-Ahora dilo sin sonreír. -Negué y cogí el tanga poniéndomelo por debajo del agua mirando las ventanas - pienso terminar una lista entera contigo.

-¿Una lista?

-De lugares -rodé los ojos y me dio un beso en la mejilla riéndose -

-Y yo acepto mientras no sea en un lugar en el que cualquier persona me vea el alma

Efecto Mariposa Donde viven las historias. Descúbrelo ahora