Capitulo 17; D

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Sus ojos estaban fijos en mis manos. Tiro de mi brazo hasta el baño y me lavo las manos y las rodillas manchadas también mientras le contaba lo que había pasado con la respiración agitada

-No lo se, simplemente me puse nerviosa y quise solo darle un golpe y salir corriendo pero no controlé la fuerza y se cayó y empezó a sangrar y a sangrar y no se tan si quiera si está vivo. Ayudame por favor.

-¿Está en la calle? -asentí -

-En un callejón. -me dio la mano para ir más rápido y bajo las escaleras - ¿Y si ya hay alguien ahí y si alguien lo ha visto? -pregunte nerviosa -

-Deja de llorar, si hay alguien diremos que sólo habíamos ido a enrollarnos, y si no hay nadie me aseguraré de que este muerto y de sacarlo de ahí -fruncí el ceño - no te conviene que te investiguen Daphne, podrías salir perdiendo.

-¿Puedo ir a la cárcel? -no respondió, simplemente tiro de mí y cuando llegamos se aseguró de que no hubiera nadie y entró-

Puso una mano en su cuello y sacó el teléfono.

-Marcos, ven aquí, y llama a Alex y Dani, que vengan con bolsas furgón y agua. -colgó la llamada. Me senté en el suelo agarrándome las piernas por el frío - toma ponte esto -me dio su chaqueta - no te preocupes.

-¿Está muerto no? No se lo cuentes a nadie por favor. -me quito la chaqueta manchada de sangre y rodeó la piedra.

-¿Que ha pasado? Ostia puta ¿por que lo has matado? -preguntó acercándose. Mi mundo se detuvo a el ver que Jayden me miraba -

-Me ha incitado y le he dado un golpe. -Marcos me miró y frunció el ceño - No hagas preguntas ¿Has llamado ya? -asintió y un foco justo se encendió - vamos, ayúdame a cargarlo.

Me levante del suelo y salí del callejón para no verlo. Cuando escuche el motor de la furgoneta pude respirar con un poco más de calma.

-Venga vamos, te llevo a tu casa, no ha pasado nada. -negué con la cabeza -

-Si me voy a mi casa ahora Alana hará preguntas, puedo aguantar un rato más dentro, no me separaré de ellas -le di la chaqueta -

-Seguro? -asentí con la cabeza - vale. Pues ve. Yo me voy para la empresa -volví a asentir -

Entre de nuevo y me quede junto a ellas hasta que volvimos a casa. Entre sin hacer ruido y ya en mi cuarto me di una ducha. Dejé que las lágrimas cayeran con el agua, si no era capaz de matar sin arrepentirme ¿Como mataría a mi padre?

-¿Daphne eres tú? -me envolví con la toalla y abrí - ¿Que haces ahora duchándote?

-Me sentía pegajosa, me han tirado bebida y no me iba a meter a la cama así. ¿Te he despertado? -negó- ¿Acabas de llegar? -asintió- ¿No trabajas demasiado?

-Si pero si no no me da para las pastillas, la hipoteca, la comida y...

-¿Quieres que trabaje? -negó con la cabeza - Puedo ayudarte con algo estoy viviendo aquí y...

-No te preocupes ¿vale? Estoy bien. Además es como si no estuvieras, no comes, sales vas a clase, que me parece muy bien pero come. -asentí con la cabeza - ¿Tú padre te metió algunas de esas ideas en el cuerpo de el cuerpo y todo eso?

-No quedó hablar de él por favor

-Se que la convivencia con él habrá sido muy dura, y si quieres un psicólogo o hablar conmigo o -negué con la cabeza y sonreí -

-Estoy bien. De verdad

-Vale, pues me voy a dormir. No tardes mucho. Y cuando te levantes más te vale que comas o te lo meteré por tubo -asentí con la cabeza -

Efecto Mariposa Donde viven las historias. Descúbrelo ahora