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Thought you had your shit together, but damn, I was wrong
You ain't nothin' but a lost cause
And this ain't nothin' like it oncе was
I know you think you're such an outlaw
But you got no job
You ain't nothin' but a lost cause
And this ain't nothin' likе it once was
I know you think you're such an outlaw
But you got no job

Lost cause - Billie Elish

Lost cause - Billie Elish

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Aiden.

Dios mío, es cierto que Dios le da sus peores batallas a sus mejores guerreros.

El problema es que yo no quiero ser el mejor guerrero de Dios.

Mamá enserio se esforzaba por arruinar mi vida y la de Kyra. Muchos dicen "nunca serías capaz de odiar por completo a tus padres" y es verdad, pero el odio que sentía por ellos era más grande que cualquier emoción positiva. Era una especie de sensación embriagante que mezclaba la ira, el rencor, el repudio y la lastima.

Lo que más odiaba era que ellos me hubieran convertido en lo que soy, detestaba los pensamientos que invadían mi mente a las tres de la mañana recordandome que pude ser alguien normal, amable y hasta simpático.

Yo no era una mansa paloma, mi carácter de mierda era un 50/50. Yo compartía la culpa con esos dos y eso era lo que más me enojaba. Me preguntaba que pasaría si tuviera la valentía de soltarle a mi madre todo lo que llevaba guardado de hace años en su contra. ¿Me detestaría más de lo que ya lo hace? ¿Estaría dolida? ¿Me abrazaría? ¿Me demostraría al menos un poquito de cariño?

Tal vez si le soltaba todo se ablandaría pero eso solo sucedería si ella fuera alguien capaz de sentir compasión por alguién más que no fuera Meredith.

En momentos como este, me costaba admitir que necesitaba de alguien más, alguien que me dijera que todo estaría bien, que me dijera que yo no era la peor de las aberraciones, que me intentara convencer de que yo merecía que me quisieran.

En momentos como este, me costaba admitir que necesitaba a Emma.

La puerta se abrió y celebré para mis adentros al pensar que era Emma. Pero me decepcioné al ver a Meredith.

Pero esta vez fue diferente, su caea estaba empapada por las lagrimas, sus ojos estaban inyectados en sangre y sus mejillas y nariz estaban Rojas. Tenía una mano en su abdomen y la otra en su cuello.

Me levanté de un salto para luego ir corriendo hacia ella. Meredith podía ser lo que sea pero era mi hermana menor y me jodía verla mal.

— ¿Mer, qué pasa? — Le pregunté tomando su cara entre mis mejillas.

— Debí... — Ahogó un sollozo — Debí escucharlos a ti y a Kyra, mamá perdió los estribos y intenté calmarla pero acabó por golpearme.

¿Qué hizo qué? Mamá jamás se había atrevido a golpear a Meredith. Había límites que ella no rebasaba y era el golpearnos, ella nunca lo hacía a excepción de casos que lo ameritaran.

Una extraña confusión llamada Emma [EN EDICIÓN]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora