Una extraña confusión llamada Emma [EN EDICIÓN]

29...

Say you'll remember me
Standing in a nice dress
Staring at the sunset, babe
Red lips and rosy cheeks
Say you'll see me again
Even if it's just in your
Wildest dreams, ah, ah, aah

Wildest Dreams - Taylor Swift

Emma.

Aiden y yo no pudimos pasar mucho tiempo juntos después de que me dijera aquella frase.

Hice mi turno y luego fuí hasta el area de chicas, dirigiendome a mi cuarto. Al llegar escuché las risas de Kyra y otras chicas.

— Ah, miren — No entendí nada cuando se acercó a tomar mi mano y arrastrarme hasta el centro del grupo —  La enfermita de la que les hablaba.

La miré con confusión — ¿Enfermita?

— Si, claro — Asintió haciendo un puchero —. Un pajarito me contó que escuchó por ahí que algo en tu cerebro falla, ¿Sabes?

La miré sin entender lo que decía. No captaba al cien por ciento de lo que hablaba pero sabía que el veneno que escupía no era nada bueno.

— ¿Ahora de qué hablas?

— ¿Te falla, no? — Empezó a jugar con un mechón de su cabello castaño — Por ahí escuché que eras rarita, no sé, ¿Asigmatica?

— Autista — La corrigió una rubia.

Ya entendí, Kyra se burlaba de mi condición. En mi vida había escuchado que alguien se burlara del tema. La gente criticaba pero nunca se burlaba.

— Bueno, eso. Una enfermita — Dijo.

Ya, esto era la cúspide de la sarta de estupideces que puedo aguantar.

— A ver si nos informamos, imbécil — Empecé a soltar todo lo que llevaba aguantandome — Lo mío no es una enfermedad, es una condición. Si lo buscas en Internet claramente dice que el Trastorno del Espectro Autista es un trastorno del desarrollo que afecta a la comunicación y a la interacción social. Es que aparte de decerebrada eres ignorante. Si la única neurona que te quedaba no se te ha podrido de tanta estupidez, te agradecería que te informes. Es que no entiendo como tú con tu mononeurona has entrado en una escuela tan privilegiada — Acaricié mi barbilla — Bueno, ahora que lo pienso, si que entiendo. Claro, si tu mamá es la dueña...

Me fui dejandola con la palabra en la boca. Entré a mi habitación tomando una almohada y grité lo más fuerte que pude con el objeto contra mi rostro.

La palabra imbécil le queda corta a una decerebrada como Kyra. La rabia que sentía era desmesurada, no entendía como podía ser tan bonita como hueca. Si tan solo tuviera más de dos neuronas podría sentir que hablo con alguien normal pero su soberana estupidez no le permitía pensar en otra cosa que no fuera hacer daño a los demás.