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I never saw it coming, wouldn't have suspected itI underestimated just who I was dealing withShe had to know the pain was beating on me like a drum

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I never saw it coming, wouldn't have suspected it
I underestimated just who I was dealing with
She had to know the pain was beating on me like a drum

She underestimated just who she was stealing from

Better Than Revenge - Taylor Swift

Aiden.

La miré expectante esperando una respuesta.

- Y bien, ¿Qué haces aquí?

Ella me miró sin decir palabra, tragó en seco.

- Yo... me confundí de habitación - Dijo, era muy mala mintiendo. Respiré hondo, conté hasta tres y imploré paciencia.

Diecinueve años viviendo con ella y no creo que su hermana en algún momento no haya tenido ganas de golpear su cabeza contra la pared.

- Mira, Jessica Rabbit, no todos tenemos una única neurona como tú así que agradecería que no me tomes por idiota y me digas de una vez por todas que carajos haces aquí.

- Primero que nada, toda tú idiotez te la reservas para ti mismo, imbécil hijo de burro leproso. Segundo, creeme que no es mi sueño ideal estar en la habitación de la loca que sé puso a lloriquear por unos vasos, ¡Tú y ella sé pueden ir al infierno!

Entonces la tomé por la cintura y estampé su cuerpo contra la puerta, tapé su boca irritado de escucharla decir tantas tonterías seguidas.

- Mira, princesita, que te tenga paciencia no significa que toleraré que me llames por cualquier insulto que sé te ocurra.

- Y que yo intente no golpearte no significa que vaya a tolerar cualquier sarta de idioteces que sé te ocurran - Dice entre dientes.

Sin poder soportarla más, acerco mis labios a los suyos sin hacer mayor contacto que un roce. Mi acción hace que se ponga nerviosa y yo solo puedo sonreír como un idiota.

- Que nerviosa que te pones cuando me tienes cerca, princesita.

- Vete al infierno.

- ¿Quisieras acompañarme? - Preguntó aumentando la cercanía de nuestros rostros.

- Antes muerta.

- Vamos, princesita, solo admite que te mueres por mí.

Ella me miró con irritación.

- Me enferma la burla con la que me dices "princesita". ¿Por qué no simplemente me llamas por mi nombre?

-Joder, princesa, tú eres demasiado como para no tener un apodo a tú altura -Las palabras me salieron sin pensar, dejándome sin tiempo de retractarme.

Ambos nos miramos en silencio y, al notar su aliento mezclándose con el mío, solté su cintura y ella salió rápido de la habitación.

Las imágenes de lo que había ocurrido rondaban por mi cabeza y me hacían doler la cabeza cada vez más.

Una extraña confusión llamada Emma [EN EDICIÓN]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora