Capítulo 21

114 10 2
                                    

Hermione sintió una nauseabunda opresión en el estómago. Se había imaginado algo trivial: algún embarazoso error de protocolo durante la fiesta, o algún escándalo de poca monta, tal vez dos invitados se habían liado en una aventura amorosa indebida. Pero eso...

—¿Estás segura?

—Sí. Hay un secreto en nuestro pasado, y me he pasado toda la vida tratando de impedir que lo sepa el mundo.

—¿Qué secreto?

Narcissa bajó la cabeza.

—Todo se debió a mi marido, Lucius. Es culpa suya que haya ocurrido esto. Por su culpa estamos todos en esta horrible situación. —La miró—. Yo no fui su primera esposa.

Hermione trató de calcular qué significaba eso.

—¿Quieres decir que tuvo un hijo de su primer matrimonio?

—Sí. Pero él no lo sabía cuando se divorció. Se fue a vivir a Francia cuando era muy joven y allí se casó con Gabrielle, una mujer que nadie habría aprobado. Era una actriz, y actuaba en uno de esos teatros de mala muerte. Conociendo a Lucius, igual se casó con ella solo para fastidiar a su padre, porque te aseguro que ese hombre no era ningún santo.

Hermione le apretó la mano y le acarició el dorso.

—En todo caso, Lucius nunca le dijo que era heredero de un duque, y tampoco le dijo a nadie de Inglaterra que se había casado. Lo único que hizo fue cambiar de identidad y vivir otra vida. Se casó con Gabrielle en París, donde vivían en una de las peores partes de la ciudad, pero cuando se enteró de que había heredado el título, se divorció de ella, volvió a Londres, y se casó conmigo muy poco después. No creo que Gabrielle lamentara la separación, porque nunca le dijo lo del hijo. Muchos años después descubrió quién era él, pero entonces ella regentaba un burdel, y Lucius no quiso traer ese tipo de escándalo aquí, donde estaba formando a su respetable hijo inglés para heredar. Así que empezó una aventura con ella. Y allí se fue todo nuestro dinero, en mantenerla callada. —Volvió a echarse a llorar—. Después de que murió Lucius, no volví a saber de ella durante un tiempo, pero de pronto me escribió diciendo que yo debía ayudarla financieramcnte, si no, revelaría al mundo el secreto de su hijo. Y acabo de recibir este telegrama, en que me pide más dinero para antes del fin de semana.

—Pero eso es chantaje —dijo Hermione, cogiendo el telegrama para leerlo.

—Llámalo como quieras, pero pagarle lo que pide es la única manera en que puedo impedir que Draco lo pierda todo. ¡Ooh, si simplemente desapareciera!

Hermione volvió a apretarle la mano.

—¿Estás segura de que no deberías decirle esto a Draco? Tal vez él podría hacer algo. Tal vez hay una manera. Tal vez ese matrimonio no era legal. Dices que ella no sabía que Lucius era duque. ¿Él uso un nombre falso para casarse? Porque eso haría nulo el matrimonio.

—Usó su verdadero apellido. He visto el certificado de matrimonio. Lo miré bien hace años. Estaban casados legalmente.

—Pero ¿por qué sencillamente no viene a reclamar lo que corresponde a su hijo por derecho? ¿Porqué insiste en que le pagues? Eso lo encuentro muy sospechoso.

—Siempre supo que la propiedad no era lucrativa. No le gustaría este tipo de vida en el campo. Sólo desea dinero y joyas para poder tener el tipo de lujos que le gustan y continuar actuando como... mujer de negocios.

Hermione movió la cabeza.

—Deberías decírselo a Draco, de verdad.

—No. Me he esforzado toda la vida en protegerle de esta inmundicia, y no permitiré que pierda lo que le pertenece. El tiene un cierto sentido de la justicia y temo que podría...

Noble de Corazón - ADAPTACIÓN DRAMIONE, LIBRO UNODonde viven las historias. Descúbrelo ahora